viernes, 21 de septiembre de 2007

CENTENARES DE CICLISTAS TOMAN LAS CALLES DE MURCIA PARA EXIGIR SOLUCIONES AL CAOS CIRCULATORIO










Un paseo cicloturista y la primera marcha del curso de la convocatoria ‘Masa Crítica’ añaden carácter reivindicativo a la Semana de la Bicicleta.

Diego Jiménez. Murcia.
La I Semana de la Bicicleta organizada por la plataforma ‘Carril Bici’ de Murcia, dentro de los actos de la Semana Europea por la Movilidad, y de los que dimos cuenta en una información anterior, ha logrado sacar a las calles de Murcia a varios cientos de ciclistas, que reivindicaron de una forma lúdica y festiva la adopción de otras formas de movilidad sostenible en la capital.

Marcha cicloturista

El pasado miércoles, día 19, un centenar de personas acudió con sus bicicletas a la puerta del hospital ‘Reina Sofía’, para iniciar un recorrido cicloturista por las calles de Murcia.

María del Valle, diplomada en turismo y joven que se mostró profundamente conocedora de la historia de la capital del Segura, fue la encargada de ir ilustrando a quienes concurrieron a la cita sobre diversos aspectos históricos de la capital, desde el pasado árabe y cristiano hasta el más reciente modernista, así como la nueva arquitectura de las pasarelas instaladas sobre el río Segura, arteria fluvial que, según matizó también, ha conformado parte del paisaje urbano de una capital. Unas veces a pie, sobre zonas peatonales, y otras sobre la bicicleta, las personas ciclistas reivindicaron, así, otras formas de conocer la ciudad y la necesidad de que el espacio urbano dé prioridad a peatones y ciclistas sobre el tráfico motorizado.

Masa crítica

El día siguiente, jueves 20, fue el elegido por la Plataforma para sacar a la calle a más de dos centenares de personas, que, partiendo pasadas las ocho de la tarde de la sede de la Biblioteca Regional, en la avenida Juan Carlos I, reivindicaron también, en un ambiente festivo, en el que no faltaron las flores, carteles, globos y personas ataviadas con disfraces, soluciones a la preocupante falta de iniciativas municipales para dotar a la capital de un plan sostenible de movilidad, consensuado y participativo, a la vista del incremento preocupante del tráfico que registra una ciudad que se acerca apresuradamente al medio millón de habitantes.

Crecimiento urbano sin planificación

Precisamente la arteria de la que partió la marcha, la avenida Juan Carlos I, constituye, junto con la paralela de Juan de Borbón, uno de los ejes de crecimiento de Murcia hacia el norte, con la ubicación de centros comerciales y de ocio en esa zona, que se encuentra al final de dichas avenidas, y muy cercana a la autovía A7 en dirección a Alicante. Un crecimiento urbanístico disperso y difuso copiado de los peores modelos norteamericanos es el responsable, precisamente, del incremento del tráfico, sin que la reciente implantación de una línea experimental de tranvía, que cubre escasamente un kilómetro y medio en Juan Carlos I, y un tímido carril bici en esa vía, insuficiente y fuertemente criticado por las organizaciones ecologistas y ciudadanas, supongan la solución al caos circulatorio propiciado por un urbanismo descontrolado y a la carta y auspiciado por los fuertes intereses urbanístico-especulativos en la zona, al margen de la necesaria, y deseada, planificación democrática del crecimiento urbano.

Un aldabonazo

Precisamente por eso, en la ciudad de Murcia viene registrándose, desde hace algunos años, un notable incremento de la conciencia ciudadana sobre el particular. La iniciativa de sacar las bicis a la calle está logrando ser un aldabonazo en las conciencias de muchos que, hasta ahora, ignoraban el problema.

Las sucesivas marchas ciclistas por Murcia están consiguiendo que incluso los responsables municipales y autonómicos se vean forzados a hacer algunas alusiones, aunque tímidas y veladas, a la necesidad de estudiar formas sostenibles de movilidad, si bien es cierto que el carril-bici no parece ser una apuesta prioritaria, pese a que el trazado urbano de Murcia -una ciudad llana- y el clima suave que registra la mayor parte del año harían posible el uso de la bicicleta como vehículo privilegiado para la cobertura de distancias cortas y medias.