martes, 27 de noviembre de 2018

EL MUNDO RURAL SE DEJA OÍR

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2018/11/27/mundo-rural-oir/975746.html

"Nuestra Región de Murcia no ha sido ajena al acelerado proceso de despoblación rural que ha venido dándose desde los años 60 del pasado siglo"

27.11.2018 | 04:00

La vorágine en que vivimos en zonas urbanas nos lleva, a veces, a añorar tiempos pasados cuando una gran parte de la población habitaba aldeas, pueblos y cortijos hoy abandonados. La idealización del mundo rural corre pareja a cierta deshumanización de la vida en la ciudad, y también a una búsqueda de una identidad perdida, dificultada por el estrés, las prisas y, por qué no decirlo, la ausencia de comunicación interpersonal.

Desde la Antigüedad, el ideal bucólico de la vida campesina ha tenido su reflejo en la Literatura. El Beatus ille de Horacio inspiró durante el Renacimiento a autores como Fray Antonio de Guevara, con su Menosprecio de corte y alabanza de aldea y al mismo Fray Luis de León, con su Oda a la vida retirada.

Hay algo en la vida campesina que se nos hurta en la ciudad: esos amaneceres con el disco solar alzándose inmenso sobre la línea del horizonte y en los que el canto del gallo rivaliza con el piar del pájaro en el alféizar de nuestra ventana; el límpido aire que llena nuestros pulmones; las noches claras que albergan una miríada de estrellas titilantes€ En nuestros pueblos y aldeas la sencillez de sus gentes y el eco de la conversación pausada e improvisada, de la plática, se constituye en un elemento más del paisaje.

Pero, por desgracia, no todo es tan idílico. Nuestra Región de Murcia no ha sido ajena al acelerado proceso de despoblación rural que ha venido dándose desde los años 60 del pasado siglo. Y si bien es cierto que, según datos recientes de la Federación Española de Municipios y Provincias, sólo cinco municipios de los 45 de la Región pierden población (Aledo, Moratalla, Ojós, Ricote y Ulea), también es cierto que la despoblación afecta de lleno a las zonas rurales de muchos municipios. Es el caso de Lorca, que ha pasado de 60.286 habitantes en 1970 a los cerca de 95.000 con que cuenta en la actualidad, pero con una acelerada pérdida de población de las pedanías de su amplísimo término municipal como La Paca, Zarcilla de Ramos, Avilés, Coy, etc.

La situación de las zonas rurales de Lorca se repite también en los municipios de Caravaca y Moratalla. En este último, el descenso poblacional es evidente: los 15.00o habitantes que lo poblaban en 1940 pasaron a 8.205 en 2011 y a poco más de 8.100 en la actualidad. Las zonas rurales de Lorca y la Comarca del Noroeste-Río Mula sufren el abandono a que vienen siendo sometidas por una Administración regional que mira para otro lado. Si tomamos como indicadores las cifras del paro, casi todos los municipios de esta última comarca superan, según el portal Expansión-Datosmacro referidos a octubre de este año, en unos altos porcentajes, la media regional. Pliego y Mula, con el 15,19 y 14,12 respectivamente, salen mejor paradas sobre municipios como Campos del Río (20,8), Moratalla (20,62) y Calasparra (19,87). Estos altos índices de desempleo no son sino la punta del iceberg de la problemática que afecta a estos municipios desatendidos por las distintas Administraciones.

Pero los habitantes de las pedanías altas de Lorca, Caravaca y Moratalla no se resignan a que esto continúe así. El pasado sábado asistí en Moratalla a la clausura de las Jornadas sobre Despoblación y Cambio Social, organizadas por IU-Verdes de la Región de Murcia y con la colaboración de Izquierda Unitaria Europea e Izquierda Verde Nórdica. Representantes de esas pedanías expusieron las carencias de sus núcleos de población que están en el origen del despoblamiento actual. María José habló en representación de los núcleos de La Paca y Zarcilla de Ramos; Cristian lo hizo en nombre de sus vecinas y vecinos de Navares y Benablón; Ana Rosa representaba a Benizar, y Julián a Calar de la Santa. Las conclusiones derivadas de los grupos de trabajo vecinales eran casi coincidentes: severas deficiencias en Sanidad: urgencias, falta de ambulancias equipadas y de servicios como pediatría; deficiente transporte escolar, que sólo cubre la enseñanza obligatoria; oferta cultural insuficiente; mal estado de las comunicaciones (carreteras y telefonía móvil e Internet); el agua, como recurso común, que es esquilmada por las grandes empresas; falta de alicientes para asentar la población juvenil en esos núcleos diseminados, etc.

Como soluciones, los representantes vecinales expusieron toda una batería de propuestas: servicios en cantidad y calidad equiparables a los de la cabeza del municipio; mayor explotación de los recursos naturales disponibles y potenciación del cooperativismo; mejoras sanitarias con dotaciones de ambulancias bien equipadas y servicio de urgencias de 24 horas; extensión de la oferta educativa 0-3 años, igualdad de derechos para niños y niñas y atención específica al alumnado con necesidades educativas especiales; dotación a esas pedanías de bibliotecas y salas de estudio; extensión de la oferta de ocio; mejora del mobiliario urbano; centros de día para personas mayores; líneas de autobuses comarcales para acceso a servicios públicos esenciales; ventanilla única; prohibición de prácticas depredadoras del medio ambiente y recuperación de espacios agrícolas abandonados; potenciación de una explotación forestal sostenible con aprovechamiento de la biomasa; política activa de recuperación de viviendas, etc.

Lo expuesto no es sino una pequeña muestra de las reivindicaciones vecinales, muchas de ellas coincidentes, lo que da una idea del abandono en que está sumido el medio rural. Pero mucha gente joven de esas pedanías se está haciendo oír.

Las jornadas concluyeron con una mesa de debate con José Luis Álvarez-Castellanos y Dori Peñas, candidatos de IU Verdes de la Región de Murcia a la Asamblea Regional, Paloma López, diputada de IU en el Parlamento Europeo y Arturo Villar, alcalde de Camprovín (La Rioja). Su diagnóstico de la situación del mundo rural y las propuestas para la recuperación de ese hábitat fueron tan interesantes que creo que merecen ser tratadas en un próximo artículo.

martes, 13 de noviembre de 2018

PAGAREMOS LOS DE SIEMPRE


https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2018/11/13/pagaremos/971436.html


Desde mi picoesquina
Pagaremos los de siempre

Ha levantado ampollas, como no podía ser de otra manera, la decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo (TS) de modificar la sentencia anterior de este Alto Tribunal sobre el pago del impuesto que grava el registro de las hipotecas. Y en la medida en que el asunto afecta a millones de personas consumidoras que han visto burladas sus expectativas, cuando este artículo vea la luz se habrán producido manifestaciones de protesta en todo el país.  
El resbalón del TS sumado a torpes y discutibles resoluciones judiciales que han convertido a las altas instancias de nuestra judicatura en el hazmerreír de Europa han hecho que el descrédito de la Justicia española vaya en aumento y que se internacionalice un debate que, en el ámbito doméstico, lleva tiempo produciéndose. En el fondo, algunos analistas consideran que la fractura del sistema judicial español no es sino uno de los síntomas del agotamiento del régimen político heredado de la Constitución de 1978 que hace aguas por todas partes.
El cuestionamiento por la Justicia europea de la legalidad de la orden de extradición y las graves acusaciones de rebelión dictadas por el juez Llarena sobre los políticos catalanes del ‘procés’ no fue sino el principio. En días pasados, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha desmentido el relato que se acuñó hace unos años para acusar a Arnaldo Otegi del intento de recomposición de ETA. Este Tribunal, desautorizando a la Audiencia Nacional (recuerden, la heredera del Tribunal de Orden Público franquista), acaba de afirmar que el actual dirigente de EH Bildu no tuvo un juicio justo y que el Tribunal que lo juzgó no era imparcial.
Y próximamente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea habrá de pronunciarse sobre la condena al rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtonyc. Recordemos que fue condenado, también por la Audiencia Nacional, a tres años y medio de cárcel por delitos de amenazas, enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, en una sentencia que fue confirmada posteriormente por la Sala Segunda del TS.  El Tribunal de Apelación de Gante (Bélgica) ha decidido remitir el caso al Tribunal de Justicia de la UE después de que un tribunal belga de primera instancia albergara serias dudas sobre la legalidad de la orden de detención y entrega cursada por España.
Y en esas estábamos cuando estalló el tema de las hipotecas. Una consideración previa, no por conocida menos reseñable: los 15 magistrados de la Sala de lo Contencioso del TS que, con su voto, decidieron que el pago del impuesto de actos jurídicos documentados debería correr a cargo de quien se hipoteca eran ‘la voz de su amo’. El presidente, Luis María Díez-Picazo, el magistrado que ordenó revisar la sentencia, estuvo contratado durante seis cursos (hasta 2017) por el Instituto Universitario de Estudios Financieros (UNEF), adscrito a la Universidad Complutense. El nexo entre este Instituto y la Asociación Española de la Banca (AEB) es de dependencia directa. Díez-Picazo, que simultaneó durante dos años su dedicación docente con las tareas de la presidencia de la Sala, fue aupado a este cargo gracias a los once votos de vocales del poder judicial afines al PP. Su elección cerró el paso, en fecha 22 de julio de 2015, al magistrado progresista José Manuel Sieiro, que optaba a un segundo mandato y que vio truncada su pretensión ante el candidato apoyado por Carlos Lesmes, actual presidente del TS y que, recordemos, fue profesor asiduo de los cursos organizados por la FAES, bajo la batuta de José María Aznar.
Primera consideración, pues: hay un vínculo muy estrecho de las altas instancias de la magistratura no sólo con la banca, como se ha evidenciado estos días, sino con los Gobiernos de turno.  En el momento de redactar estas líneas, se anuncia que PP y PSOE ultiman un acuerdo para repartirse los puestos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) un signo inequívoco de que, en plena crisis, sigue brillando por su ausencia la independencia de esta instancia judicial superior.  En el fondo, estamos asistiendo, desde los primeros tiempos de la Transición, a un ‘secuestro de la justicia’. La afirmación no es mía. En un libro de igual título, cuya autoría corresponde al magistrado Joaquim Bosch y al periodista Ignacio Escolar –y que fue presentado hace unos días en Murcia- se denuncia precisamente esa elección por los partidos políticos, mediante un sistema de cuotas, de los magistrados del Tribunal Constitucional y también del CGPJ, cuyos veinte miembros no tienen siquiera la facultad de elegir al presidente, que lo es, a su vez, del Tribunal Supremo.  Y asociaciones judiciales nada sospechosas de izquierdismo como Francisco de Vitoria y Foro Judicial Independiente afirman ante esta situación que el sistema de elección de los presidentes de Sala del TS ‘está viciado de base’.
El Gobierno parece haber reaccionado. Empero, el Real Decreto Ley que aprobó el pasado jueves el Consejo de Ministros, una modificación del artículo 29 de la Ley de Transmisiones Patrimoniales, aunque establece la obligatoriedad del pago de ese impuesto a las entidades financieras,  se queda ahí: no hay retroactividad (se calcula que la banca debería devolver entre 5.000 ó 15.000 millones de euros); no se obliga a las entidades financieras a responder de los costes del rescate, y, lo que es más preocupante, no establece mecanismos para evitar que los bancos repercutan sobre el cliente los costes de esa figura impositiva.
El presidente de la AEB, José María Roldán, lo dejó muy claro hace unos días cuando dijo que si hay aumento de los costes habrá una reconsideración de la política comercial. Es decir, al final con jurisprudencia o con ley pagaremos los de siempre. Hay que movilizarse.
Diego Jiménez    @didacMur