viernes, 30 de octubre de 2015

Las puertas de la Cárcel Vieja de Murcia se abrieron de nuevo, tras 34 años cerradas, en una Jornada para el Recuerdo

* El miércoles pasado, José Castaño y José Fuentes Yepes, expresos políticos del franquismo, recorrieron sus instalaciones, acompañados de un buen número de personas, en acto organizado por la Asociación de Memoria Histórica de Murcia (MHMU)-Tenemos Memoria.

* La Moción para reservar en ese edificio un espacio para la Memoria, debatida el jueves día 29 en el Pleno del Ayuntamiento de Murcia, no prosperó.

Diego Jiménez/Murcia.- Era imposible no sentir aún congoja y cierto sobrecogimiento cuando, en la mañana del pasado miércoles, día 28 de octubre, las puertas de la Cárcel Vieja de Murcia, un edificio cedido al Ayuntamiento de Murcia y declarado BIC, fueron abiertas para que un grupo de personas, en acto convocado por la Asociación de la Memoria Histórica de Murcia (MHMU)-Tenemos Memoria, recorriéramos sus instalaciones.



En las fotos, personas congregadas a la puerta, a la espera de su apertura.  En la de arriba, en el centro, José Fuentes Yepes.

Esa acción reivindicativa tenía como objetivo que el mayor número de personas comprendan y asuman que no ha lugar al Olvido, sino que, por el contrario, es preciso seguir reivindicando con énfasis Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo y, en concreto, que el Ayuntamiento tenga en cuenta la petición de destinar una parte de la antigua prisión a la memoria de los presos de la dictadura franquista en el proceso de rehabilitación de este espacio. Por ello, Pedro Pina, presidente de dicha Asociación memorialista, declaraba a los medios: “Es un acto de justicia poder entrar aquí, acompañados de dos luchadores antifranquistas".

En la fachada del edificio, y junto a la puerta de acceso, miembros de MHMU-Tenemos Memoria habían colocado sendos listados con los nombres de las 282 personas fusiladas en Murcia y las 285, originarias de Murcia,  fallecidas en los campos de exterminio nazi de Mauthausen y Gusen 2.

Parte del listado, por municipios,  del total de víctimas murcianas (286) en los campos de exterminio nazi de Mauthausen y Gusen 2
 
Una parte del listado con las 282 personas fusiladas en Murcia a partir de 1939

Dos luchadores antifranquistas rememoran su pasado  en esta cárcel

Eran poco más de las 11 de la mañana cuando, con dificultad a causa de su avanzada edad, ayudados por miembros de esa Asociación memorialista, flanqueaban el  recinto dos luchadores antifranquistas condenados en 1939: José Castaño, maestro republicano depurado por el franquismo, y José Fuentes Yepes, exoficial del Ejército republicano, preso también desde esa aciaga fecha.  Junto a ellos, pudimos ver a otras personas represaliadas, que también pisaron los  patios de esta prisión en los últimos años del franquismo.

En la imagen, de izquierda a derecha, José Sánchez (MHMU-Tenemos Memoria), José Castaño  y José Fuentes Yepes.

Castaño y Fuentes quisieron recordar –y recordarnos- que ese lugar había sido un espacio para el horror.  Ambas personas, muy próximas  al centenar de años, dieron cuenta a los medios de comunicación allí congregados  de sus experiencias. José Fuentes Yepes nos dijo que, finalizada la guerra, se presentó ante las autoridades franquistas, que no le perdonaron su condición de comandante del Ejército republicano. Encarcelado en primer lugar en el convento murciano de Las Agustinas, recaló en la prisión provincial, un espacio calculado para 300 personas y que llegó a albergar a casi 4.000, en la época álgida de la represión franquista (1939-1945). Allí se encontró con José Castaño, maestro depurado por el régimen en 1939, y que nos recordó que permaneció en esa situación 36 años, hasta la muerte del dictador en 1975. Castaño, hasta una caída sufrida recientemente que le ha mermado su autonomía y movilidad, ha estado prestando servicios docentes, con carácter voluntario, en el colegio que lleva su nombre en el murciano barrio de San Antón durante estos últimos 30 años. Y evocó, cómo no, anécdotas y situaciones vividas: el enfrentamiento, inevitable, entre estudiantes católicos con los más activos y progresistas de la FUE;  su participación en la toma republicana de Teruel; su llegada a la cárcel, en la que compartió plato y cuchara con dos presos, una ración de comida que se consumió muy rápidamente;  el hacinamiento en que se encontraban, de tal modo que para poder cambiar de posición mientras dormían tenían que hacerlo al mismo tiempo…

Moción por un ‘Espacio para la Memoria’

Ante tales testimonios, y sabiendo que esa prisión albergó entre sus muros el horror de la represión y la muerte y no es posible silenciar ni olvidar tanto sufrimiento,  la MHMU-Tenemos Memoria decidió que ese edificio rehabilitado debía albergar un ‘Espacio para la Memoria’.

El pasado mes de febrero, la anterior Corporación municipal murciana expuso a los medios de comunicación su intención de convocar un concurso de ideas para decidir el destino de la Cárcel Vieja de Murcia. Este centro penitenciario estuvo en uso desde 1929 hasta el año 1981. En 1984, poco después de su cierre, se inician los estudios para la posible transformación del edificio en museo,  y se incoa la calificación como Bien de Interés Cultural.

Puesta en contacto con los grupos políticos municipales, MHMU les presentó una Moción en ese sentido, que iba a ser defendida conjuntamente por  Ahora Murcia, Cambiemos Murcia y PSOE. En reunión celebrada en el Ayuntamiento, Ciudadanos ya expresó su negativa a apoyar el texto tal como iba redactado, por reticencias hacia los términos represión franquista y otros, contenidos en la moción , mientras que el PP adelantó  claramente a los miembros de la Asociación que no pensaba apoyar dicha moción. En la misma, se establecía la necesidad de, por un lado, iniciar un proceso de  consultas para decidir el uso final de la Cárcel Vieja de Murcia, llamando para ello, entre otros colectivos, a la Asociación MHMU-Tenemos Memoria;  por otra parte, se solicitaba que una parte del edificio se dedique en un futuro próximo, y con carácter permanente, a erigir un espacio-museo que honre la memoria de las víctimas de la represión franquista y  del exilio, y en defensa de los derechos humanos, así como que se solicite la cofinanciación de esta obra con fondos europeos.

Debatida esa moción conjunta en el Pleno municipal del pasado jueves día 29, los grupos proponentes, a la vista de la falta de apoyo del equipo de gobierno del PP del Ayuntamiento y de Ciudadanos, decidieron posponer su defensa y votación a la espera de que una nueva reunión conjunta con todos los grupos municipales y el Alcalde pueda conducir a que ese espacio para la Memoria en la Cárcel Vieja remodelada  pueda ser una realidad.



martes, 27 de octubre de 2015

Palomares por Morón

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2015/10/27/palomares-moron/687356.html


Palomares por Morón
Palomares por Morón
Acababa de cumplir trece años unos días antes y me encontraba cursando tercero de aquel bachillerato franquista en el instituto Isaac Peral de Cartagena en la fatídica fecha del 17 de enero de 1966, día en que chocaron en vuelo en la zona de Palomares dos aviones norteamericanos, un B52 cargado de bombas H y un KC135 nodriza, mientras el primero repostaba. La censura de prensa del momento y la manipulación mediática que se daba sobre todos los temas de las relaciones bilaterales España–EE UU condujeron a que nada supiéramos entonces sobre la extrema gravedad de ese incidente, que se saldó con la muerte de siete de los tripulantes de aquellos dos aparatos.
A punto de cumplirse cincuenta años, sabemos que ese accidente nuclear podría haber sido de mayor envergadura si las bombas H hubieran estado cargadas (el potencial explosivo de aquellos artefactos era muy superior al de la bomba de Hiroshima). Como es sabido, tres bombas cayeron a tierra, mientras que una cuarta lo hizo en el mar. Un pescador tarraconense afincado en Águilas, Francisco Orts Simó, la localizó 81 días después. Desde entonces, sería conocido como ´Paco el de la Bomba'. Uno de los héroes de aquel lamentable suceso. Otro ´héroe´ fue el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, que, en compañía del embajador norteamericano, se dio un baño (real, pese a la temperatura del agua) y de multitudes (pues la TVE en blanco y negro del momento nos inmortalizó esa ´gesta´) en las aguas de Palomares, según se nos dijo. Hoy sabemos que no fue así. Pero el franquismo era un régimen proclive a que se obraran esos ´milagros´.
Han pasado casi cincuenta años y ya no llegan a nuestras escuelas aquellas latas con leche en polvo, mantequilla y queso cremoso y amarillo que alegraban nuestros estómagos vacíos en los tristes días invernales de aquella España también en blanco y negro. ´Generosa´ contribución yanqui llamada a mitigar tanto nuestra menguada como monótona dieta alimenticia (¿recuerdan aquel «Yo sí, yo sí como patatas»?). Por lo demás, poco ha cambiado. Desde los acuerdos militares y comerciales de Franco con EE UU de 23 de septiembre de 1953, la historia de las relaciones bilaterales ha mantenido la constante de nuestra subordinación al Imperio, hasta el extremo que muchas veces más pareciera que somos el 51 Estado de la Unión que un país libre y soberano.
Hace unos días, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, firmaron en Madrid una declaración de intenciones por la que se comprometen a alcanzar «tan pronto como sea posible» un acuerdo para rehabilitar la zona de Palomares, con el compromiso del traslado de esas tierras contaminadas a un emplazamiento adecuado en los EE UU (se habla del desierto de Nevada). Por LA OPINIÓN, sabemos que dicha actuación implica la futura construcción de una carretera para traer esos residuos contaminantes al puerto de Cartagena. La opacidad con que se llevan estos asuntos no nos permite saber en qué condiciones. Se sabe que, entre esos residuos, hay restos de americio, material altamente radiactivo y de larguísima vida útil.
La ´generosa´ oferta norteamericana, tras varios intentos por parte de España de proceder a la descontaminación de esa zona, tiene, sin embargo, una contrapartida. Aunque todo lo relacionado con las relaciones bilaterales en asuntos militares no es un tema que precisamente ocupe las portadas de la prensa, se ha conocido que, tras la vía libre del Congreso de los Diputados el pasado mes de julio (con los votos en contra de Izquierda Plural, Amaiur y Geroa Bai), España autoriza a EE UU al despliegue de hasta 3.000 marines en la base de Morón de la Frontera (hasta ahora había 850), que pasará a ser la sede permanente de la fuerza del Mando de EE UU para África. Si a ello le sumamos la conversión de Rota en base también permanente para el despliegue de un escudo antimisiles y la presencia de la OTAN en la base británica de Gibraltar, podemos constatar que el sur de España, convertido en una región de alto interés geoestratégico para las veleidades militaristas foráneas, no es precisamente un área que quedaría al margen, sino todo lo contrario, de futuras agresiones dirigidas hacia nuestro territorio.
La presión de la sociedad civil andaluza, perseverante pero casi testimonial (en Rota vienen celebrándose, anualmente, varias marchas de protesta, todo un símbolo vivo del antimilitarismo), el desconocimiento social de los peligros que nos acechan por el incremento de la presencia militar en nuestro suelo y, por qué no decirlo, el tupido velo de silencio -también mediático- que se alza sobre todo lo que tiene que ver con lo militar y, por ende, con las relaciones bilaterales con EE UU  han contribuido a que se vea como una conquista de nuestra diplomacia (la descontaminación del suelo de Palomares) lo que no es sino una muestra más de nuestra subordinación a la potencia yanqui. Antes fueron leche en polvo, mantequilla y queso, a cambio de las bases; hoy, Palomares por Morón.

martes, 13 de octubre de 2015

Cuarenta años de impunidad

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2015/10/13/cuarenta-anos-impunidad/683797.html

Cuarenta años de impunidad
El pasado sábado, día 3, se produjo en Murcia un encuentro entre asociaciones de Memoria Histórica de la Región, con representantes de AGE – Región de Murcia  (Archivo- Guerra Civil, Exilio y Resistencia), Asociación Memoria Histórica de Cartagena, Asociación Memoria Histórica de Murcia-Tenemos Memoria, Ateneo Villa de Archena  y Grupo Republicano 14.4 de Calasparra. A  punto de cumplirse los 40 años de la muerte del dictador Franco, el objetivo era debatir sobre la necesidad de una actuación coordinada en el ámbito regional, informar sobre la entrevistada mantenida con la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, preparar el contenido de la próxima reunión que estas asociaciones van a mantener con los portavoces de los grupos parlamentarios de la Asamblea y, por último,  trabajar sobre los documentos que van a debatirse en el próximo encuentro estatal que se celebrará el próximo día 17 en Madrid.

Estos encuentros son necesarios por cuanto las reivindicaciones memorialistas, por desgracia, no están, al día de hoy, en la agenda prioritaria de las formaciones políticas ni son un asunto sentido por el resto de la población. Quizá tenga mucho que ver en ello  el desconocimiento histórico de lo que supuso aquel tremendo drama humano de la guerra y la posguerra, con su secuela de feroz represión, sin olvidar el empeño que, desde la Transición, han puesto instituciones, grupos políticos y mediáticos en que todo quede relegado al olvido.  
En la Región de Murcia, la represión franquista se inicia tras la Guerra Civil con la aplicación masiva de toda una serie de instrumentos administrativos, jurídicos, judiciales y políticos:  Bandos de Guerra, el Código de Justicia Militar, la Ley de Responsabilidades Políticas, la Ley contra la Masonería y el Comunismo…Las cifras de personas afectadas por tales disposiciones son escalofriantes. Según Antonio Martínez Ovejero, las personas procesadas sometidas en Murcia a Consejo de Guerra Sumarísimo, por su desafección a la Causa Nacional fueron más de 34.000; los condenados a pena de muerte tras el juicio sumarísimo previo, 1408; los fusilados, 892, y los indultados “por la gracia de SE el Generalísimo”, 520. Aproximadamente, dos de cada tres condenados a la pena de muerte fueron fusilados, y el tercero indultado.

Por otra parte, los trabajos del investigador Floren Dimas Balsalobre, de AGE-Región de Murcia, y de Pedro María Egea Bruno, catedrático  de Historia Contemporánea de la UMU,  nos permiten conocer, de primera mano, la cifra de personas fusiladas en Murcia, Lorca, y Cartagena entre los años 1939 y 1945 (en 1948 se dio el último fusilamiento: Macedonio Serrano Ortega, yeclano).  En la lápida del pabellón de los Caídos por la Libertad del cementerio de Espinardo figuran los nombres de 377 personas ejecutadas,  así como el de 200 no identificadas, cuyos restos fueron trasladados allí en 1997 tras ser exhumadas las fosas comunes en que estaban; en Lorca fueron ejecutadas en ese periodo de tiempo 45 personas, mientras que en Cartagena la lista asciende a 157 víctimas, la mayor parte de las cuales pertenecían a la Marina republicana.

No hay que olvidar tampoco a quienes fueron asesinados en cárceles, hospitales, en campos y parajes aislados, que murieron víctimas de trabajos forzados (como los penados del Cenajo, que conocemos gracias a las investigaciones del joven ceheginero Víctor Peñalver) y cuyos cuerpos no fueron nunca localizados. Egea Bruno nos recuerda otras abominables actuaciones: la represión ejercida contra las mujeres (humilladas, paseadas desnudas y rapadas por las calles, obligadas a ingerir aceite de ricino…, a veces, por ser esposas de republicanos); los conventos de Murcia convertidos en campos de concentración; las sentencias del Tribunal de Orden Público que afectan a 176 murcianos; los niños robados del franquismo; las persecuciones a gays, gitanos e insumisos…  Sin olvidar, tampoco, a los murcianos que sufrieron en sus carnes el horror de los campos de exterminio nazis. Las investigaciones  de Carmen González, Fuensanta Escudero y José Andújar nos permiten conocer que,  tras la derrota francesa en 1940, durante el inicio de la ocupación nazi, la Gestapo - en colaboración con las autoridades de Vichy y enviados especiales del general Franco- procedió al arresto masivo de republicanos de esos campos. Muchos pudieron integrarse en la Resistencia, pero otros fueron trasladados a diversos campos de concentración (Mauthausen-Gusen II, Buchenwald y Dachau). De los 420 murcianos deportados a Mauthausen-Gusen II, fallecieron 254 y sólo fueron liberados 146.

 En el Encuentro estatal del próximo día 17, y al que acudirá una delegación murciana, van a debatirse las reivindicaciones a presentar a  los partidos políticos que concurren a las próximas elecciones. La lista, exhaustiva, puede resumirse en pocas palabras: Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo; cumplimiento, por parte del Estado, de la legislación internacional que protege a las víctimas de ese aciago régimen y de los requerimientos de la ONU en ese sentido; derogación de la Ley de Amnistía de 1977,  y, ante todo, el fin de cuarenta años de impunidad. Porque los terribles delitos cometidos por los torturadores y asesinos franquistas (a uno de los cuales, ‘Billy el Niño’ le pusimos rostro hace unos días), civiles y militares,  son imprescriptibles.


miércoles, 7 de octubre de 2015

El pasado fin de semana se reunieron en Murcia asociaciones memorialistas de la Región

En el encuentro se decidió impulsar la necesaria coordinación entre ellas de cara a plantear conjuntamente sus reivindicaciones ante las instituciones


Diego Jiménez/Murcia, 7-10-2015

El pasado sábado día 3, tuvo lugar en Murcia el segundo encuentro de coordinación y puesta en común de experiencias de las asociaciones de Memoria Histórica que trabajan en la Región.  Representantes de AGE – Región de Murcia  (Archivo - Guerra Civil, Exilio y Resistencia), Asociación Memoria Histórica de Cartagena, Asociación Memoria Histórica de Murcia-Tenemos Memoria, Ateneo Villa de Archena  y Grupo Republicano 14.4 de Calasparra acudieron a ese encuentro con el fin de, en primer lugar, debatir la programación del Plan de Coordinación Regional, informar acerca de la entrevista mantenida con doña Rosa Peñalver, Presidenta de la Mesa de la Asamblea Regional, y preparar la cercana reunión con la junta de portavoces de los grupos políticos de dicha Asamblea. 

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Foto:    Pedro Pina

En segundo lugar,  se trató acerca del encuentro de asociaciones memorialistas que, en el ámbito estatal, tendrá lugar el próximo 17 de octubre en Madrid, para el que se debatieron los documentos  propuestos. Se tratará de consensuar entre todas las asociaciones de Memoria Histórica de España una estrategia de medidas transversales para presentarlas a los partidos políticos que se presentan a las próximas elecciones, con la vista puesta en que las incluyan en su programa electoral.