martes, 18 de marzo de 2014

CAMINANDO POR LA DIGNIDAD

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2014/03/18/caminando-dignidad/544364.html

Marchan con la frente bien alta, desdeñando el cansancio y las molestias físicas, desafiando al calor y al frío, con la convicción de que hay que luchar por conservar las conquistas que tanto costó conseguir. Por preservar la dignidad. Estos días las carreteras de todos los puntos cardinales de España registran la presencia de columnas de gentes procedentes de sus más remotos confines. Estudiantes, personas paradas, jubilados, autónomos… de  Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi, Aragón, Cataluña, Extremadura, Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana caminan en estos momentos en dirección a Madrid. Son las Marchas por la Dignidad. La capital del Estado acogerá, el próximo día 22 de marzo, la que se anuncia como la mayor concentración popular de rechazo de los últimos tiempos a las políticas de recortes y ataques a los derechos sociales y laborales impuestas por la Troika con la complacencia del Gobierno del PP.


Por razones personales, no me ha sido posible acompañar al medio millar de personas que iniciaron la marcha hacia Madrid el pasado domingo, día 9, desde el barrio murciano de Santiago El Mayor. Pero las redes sociales, a falta de una mayor difusión mediática (es vergonzoso el silencio que mantienen las grandes cadenas de televisión y  radio sobre la incidencia de estas marchas), nos permiten seguir el día a día de la columna murciana. Así, me llegaron noticias del caluroso recibimiento que estas entusiastas personas tuvieron en los distintos puntos de la Región, en las etapas iniciales. Y de testimonios tan sentidos como el del joven que dice que marcha hacia Madrid porque “tenía que hacer algo, pues se ríen de nosotros”. O el del jubilado que, reivindicativo y orgulloso, exhibe ante la cámara una pancarta en la que puede leerse: ‘Por mis nietos’. 

Conocimos el emocionado recibimiento en Molina de Segura. Y de que en La Algaida se obsequió a las personas caminantes con chocolate y medio bollo (“quizá por aquello de los recortes”, nos contaban con ironía). A la llegada a  Archena, a los caminantes les sorprendió la presencia de un ‘ciego con mucha vista’ (en alusión al conocido personaje local de ‘El Ciego del Empalme’). Cálida recepción también en Cieza, en el Club Atalaya; en Jumilla –donde no faltó el gazpacho, hasta el extremo de que algunas personas confiesan que, pese a la caminata, esas comidas les están haciendo ganar peso-, y en Yecla, donde, de paso, la comitiva se solidarizó con una persona amenazada de desahucio por  el BBVA. Me llegan testimonios de que la emoción desbordada se incrusta en los corazones de los caminantes y en las personas de apoyo. Y de que la solidaridad y la ayuda mutua están presentes en todo el trayecto.
La columna murciana abandonó la Región por Yecla en dirección a la localidad de Caudete,  en donde se unió a la procedente de la Vega Baja, Elche y Alicante (Por cierto, al alcalde de ese municipio albaceteño, José Miguel  Mollá,  se encaró en la puerta del ayuntamiento con las personas participantes en la marcha). En Tarancón, la columna valenciana confluirá con la murciana y alicantina, para, juntas,  hacer su entrada en Madrid, por el barrio de Vallecas.




‘Pan, trabajo y techo’ es el eslogan de estas marchas. Porque las gentes que nutren esas columnas exteriorizan el hastío hacia un sistema político que permite que más de tres millones de personas vivan en España en pobreza severa, intentando sobrevivir –eso quienes lo perciben- con apenas 300 euros al mes, mientras que el paro afecta a seis millones de personas. Protestan ante el hecho de que las grandes fortunas y las grandes empresas concentren el 71% del total del fraude fiscal en el país, mientras que, en virtud de la reforma ‘express’ del artículo 135 de la Constitución (bendecida por el PP y el PSOE), se dé prioridad al pago de la Deuda s0bre la prestación de servicios sociales a la ciudadanía. Esas gentes de bien que ocupan estos días nuestras carreteras no entienden por qué han aumentado en estos años en un 30% las diferencias entre ricos y pobres, y que, cuando los desahucios están a la orden del día, se rescate con dinero público a las entidades financieras. Critican abiertamente las subastas amañadas que se traducen en subidas escandalosas en el recibo de la luz. Les repugnan los casos diarios de corrupción. Se rebelan contra el amordazamiento de los derechos de expresión y manifestación. No llegan a entender por qué miles de jóvenes, formados en España, han de buscar trabajo en otros países. Repudian la sangría diaria de 105 millones de euros para satisfacer el pago de intereses de una Deuda ilegítima…

Por eso, personalmente el próximo día 22 me he propuesto estar en Madrid. Porque yo también creo que, pese a tantos atropellos, no podrán arrebatarnos la dignidad.


lunes, 17 de marzo de 2014

El pasado lunes día 17 se expuso en Murcia “La Transición de la Dictadura a la Monarquía”, tercera charla de las Jornadas de Memoria Histórica.

Corrió a cargo de Pedro María Egea Bruno, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Murcia, en un Salón de Grados de la Facultad de Derecho que, como viene siendo habitual, se hallaba abarrotado de público.
                                                                                       
Diego Jiménez/Murcia.- En su exposición, muy bien documentada y con un soporte audiovisual que ‘enganchó’ desde el primer momento al auditorio, Egea Bruno comenzó afirmando que la monarquía supuso la continuidad del franquismo sin traumas, de manera que, como en el testamento de Franco, todo quedara “atado y bien atado”. Pasó revistas a los hechos más destacados de esa Transición, como los cambios económicos, el nacimiento del movimiento vecinal, la nueva estructura de clases sociales y, en paralelo, el auge de los grupos de la extrema izquierda, sin olvidar las referencias a los cambios en la Iglesia y en el Ejército. Analizó las etapas de los últimos momentos del régimen, con los gobiernos de Carrero Blanco y Arias Navarro, para destacar que, tras la caída del régimen de los coroneles en Grecia y el fin de la dictadura salazarista en Portugal, el franquismo era la única dictadura que se mantenía en el continente. 

Los iniciales cambios políticos del tardofranquismo vinieron de la mano de la Junta Democrática y del renacido PSOE. Pero es tras la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975, cuando se inicia la transición a la monarquía, con la oposición de la izquierda social y política, que propugna la ruptura democrática y la lucha por las libertades y la amnistía. El régimen se resiste, con hechos tan lamentables como los sucesos de Vitoria y Montejurra, pero en abril de 1976 el nacimiento de la Platajunta supone la consolidación de una “ruptura pactada”, gracias, entre otras cosas, a las renuncias del PCE. Con el gobierno de Adolfo Suárez asistimos al proyecto de reforma política, presentada en las Cortes en noviembre de 1976 y votada en referéndum el 15 de diciembre.

El Congreso del PSOE, celebrado en España en diciembre de 1976 sin estar legalizado dicho partido, la posterior legalización del PCE en abril de 1977 y las elecciones legislativas de junio de ese año se producen en un contexto de la desaparición de la izquierda rupturista. Así, los grupos del franquismo residual aceptan la Transición a cambio de la amnistía. Otros retos del nuevo régimen son el diseño de las autonomías y la redacción de la Constitución.

Egea Bruno concluyó su intervención con una exhaustiva exposición sobre el desgaste del gobierno de Suárez, acosado por múltiples frentes, y con una referencia a la reunión de Lérida de finales de 1980, un precedente inmediato del golpe de Tejero de febrero de 1981, sobre el que se ha tendido un pacto de silencio que ha contribuido al fortalecimiento de la monarquía.

                

jueves, 13 de marzo de 2014

SI VALCÁRCEL SE VA, QUEREMOS VOTAR

Vídeo de la Campaña de Convocatoria por el Cambio de la Región de Murcia, exigiendo que la sucesión del dimisionario presidente Ramón L. Valcárcel se haga con transparencia, convocando un proceso electoral.

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martes, 11 de marzo de 2014

A PROPÓSITO DEL X ANIVERSARIO DEL 11M

CÓMO LO VIVÍ

La noticia de la horrenda matanza del 11M me llegó aquella mañana en la voz de Inaki Gabilondo, a la altura del Puerto de La Losilla, cuando me desplazaba, como cada día, al IES de Blanca. En un primer momento creí que fue ETA. Algunos aún lo siguen creyendo. Afortunadamente la dignidad de las víctimas y sus familias está por encima de esas miserias morales que algunos exhiben. Descansen en paz las personas fallecidas. Y que igual sentimiento acompañe a sus familias.

LA ¿HOMILÍA? DE ROUCO

Por cierto que el dimisionario obispo-cardenal-primado de España, Rouco Varela, se ha despachado a gusto esta mañana en la Almudena. Aprovechó su homilía para incidir en la que llaman 'teoría conspiranoica' sobre el 11M y, de paso, pretextando la defensa de la vida, lanzar un órdago antiabortista. Tengo ganas, de verdad, de que la jerarquía católica deje de mangonear nuestras conciencias.

(P.S. Y ganas también de que estos actos dejen de estar organizados bajo el paraguas de la Iglesia. Teniendo en cuenta que en la misa funeral de esta mañana había personas de otras confesiones religiosas y, con seguridad, no creyentes. ¿por qué se empeñan en hacer actos religiosos cuando lo más coherente, en un país cuya Constitución lo declara aconfesional, sería celebrar este triste aniversario del 11M con una ceremonia cívica?)

lunes, 10 de marzo de 2014

HOY LUNES, DÍA 10, SEGUNDA CHARLA DE LAS 'JORNADAS DE MEMORIA HISTÓRICA'


A las 7 de la tarde, en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de Murcia, el investigador Antonio Martínez Ovejero, licenciado en Historia por la UAM, disertará sobre la represión franquista en la Región, dentro del ciclo que, sobre la Memoria Histórica de Murcia, se celebra durante todo este mes de marzo y primeros de abril en la ciudad de Murcia.

viernes, 7 de marzo de 2014

El grupo de personas mayores de STERM se acercó a Cieza para otra jornada de convivencia

El Museo del Esparto, el de Medina Siyasa y la contemplación de la floración de los árboles frutales de la huerta, objetivos destacados de la visita.



Diego Jiménez/Murcia.- Siempre es gratificante compartir buenos momentos con compañeros y compañeras con los que se ha coincidido a lo largo de nuestra etapa docente. En esta ocasión, un grupo de personas mayores de STERM, jubilados y jubiladas de la Enseñanza, pero a quien acompañaban personas simpatizantes e incluso otras que no pertenecían al ámbito docente,  se desplazó a Cieza el pasado jueves, día 6. 



El encuentro, planteado con una finalidad cultural pero también de sana convivencia, resultó muy interesante. En el Museo del Esparto, Pedro, un veterano trabajador de ese sector, nos informó detalladamente sobre una actividad hoy en desuso, pero que fue la seña de identidad del municipio de Cieza en fechas pretéritas, no tan lejanas.

















Juan, por otro lado, ejerció de cicerone en nuestra visita al muy bien montado Museo de Medina Siyasa. Un paseo por la huerta de Cieza, para contemplar in situ (aunque desde el coche) la explosión multicolor que supone la floración de los árboles frutales de su huerta (el colorido del melocotonero en flor es particularmente atrayente) precedió a una comida con viandas propias de la zona en un restaurante de las afueras, en la que no faltaron los canapés de pipirrana  y unos arroces exquisitos. En suma, una jornada inolvidable.

martes, 4 de marzo de 2014

SECUELAS DEL 23F

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2014/03/04/secuelas-23f/540422.html

La tarde del 23F regresaba en coche hacia Cartagena, después de cumplida mi jornada laboral en el colegio. La noticia del “tejerazo” me llegó a través de la radio del coche. Recién licenciado en Historia unos años antes, inmediatamente advertí que aquello era un golpe de Estado en toda regla. No era posible, pensé,  que en esa España en que habíamos empezado a idealizar los frutos de la llamada Transición democrática volviéramos a los tiempos de los pronunciamientos militares. Con distinto signo, progresista o reaccionario,  todos ellos supusieron la interrupción y/o reforma del orden político vigente durante los siglos XIX y XX. Sin ánimo de ser exhaustivo, enumeremos la cronología de los más significativos de aquéllos. 

En enero de 1820, la sublevación en Cabezas de San Juan del entonces teniente coronel Rafael de Riego obligó a Fernando VII a restablecer la Constitución de 1812, con aquella cínica alusión de “marchemos todos juntos, y yo el primero, por la senda constitucional”. En 1836, la rebelión de los sargentos de La Granja impuso a la regente María Cristina la vuelta a la Constitución de 1812. En 1854, el golpe militar de los generales Leopoldo O´Donnell y Domingo Dulce (la “Vicalvarada”) puso fin al gobierno moderado, accediendo al poder los progresistas. En septiembre de 1868, la sublevación de la escuadra en Cádiz al mando del almirante Topete (la “Gloriosa”) obligó  a la reina Isabel II a cruzar la frontera rumbo al exilio, inaugurándose la etapa del Sexenio Revolucionario. En enero de 1874, la entrada de Pavía en las Cortes, donde se votaba una moción de censura contra el presidente Emilio Castelar, condujo al final de la primera etapa republicana. A finales de ese año, la restauración de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso XII vino precedida del pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto.

Los pronunciamientos militares tuvieron su continuidad el siglo XX. Así, en septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, da un golpe de mano e inaugura una dictadura de casi siete años, con la connivencia de Alfonso XIII. En diciembre de 1930 se produce la sublevación en Jaca, a favor de la República,  de los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández, condenados luego a muerte. En el verano de 1932, se subleva en Sevilla contra la II República el general Sanjurjo, contrario a las reformas militares impulsadas por Azaña y a la discusión en esos momentos en las Cortes  del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En julio de 1936, la sublevación del Ejército de África, al mando de Franco,  con apoyo en la península de los generales Mola, Saliquet, Goded, Queipo de Llano… iba a suponer, como sabemos, el inicio de la Guerra Civil.

Respecto al 23F de 1981, señalaré muy sucintamente las secuelas de esa asonada militar en un régimen, el de la Transición, que no había roto del todo amarras con el pasado franquista. Y me interesa destacar, sobre todo, la pasividad popular: durante esa tarde-noche, todo el mundo anduvimos pegados al televisor, esperando al rey ‘salvador’. Por lo que su comparecencia a primeras horas de la madrugada del día 24 sirvió para consolidar a la Corona. El ‘éxito’ del 23F, por otra parte, recogía los frutos de los primeros años de una Transición que defraudó muchas expectativas populares, entrándose en un proceso de desafección hacia la política, hoy más que evidente. Ese golpe militar legitimó, además, la entrada de España en la OTAN y produjo un vuelco hacia la derecha, con la LOAPA (Ley de armonización del proceso autonómico) como estandarte antinacionalista. A mayor abundamiento, la posterior ley de partidos políticos consolidó el bipartidismo que hoy sufrimos. Consecuencia directa de ese intento de golpe fue también el reforzamiento del Ejército como garante del orden constitucional y de la unidad de España, lo cual supuso la paralización del debate sobre la articulación del Estado en un sentido más federal. Y algo, cómo no, preocupante: la no revisión del pasado criminal del régimen franquista, esto es, la negación de la Memoria Histórica.


En la Región de Murcia, por ello,  han surgido iniciativas cívicas en este sentido. Los trabajos que, en este campo, viene realizando la Asociación de la Memoria Histórica de Cartagena se suman a los del Ateneo de la Villa de Archena y a otros colectivos que trabajan en Cieza, Calasparra… Hoy, martes, la conferencia sobre la Escuela en la República que imparte el profesor Antonio Viñao Frago en el paraninfo de Derecho es el inicio de un ciclo de charlas en Murcia, que, durante este mes de marzo y primero de abril, contará con la presencia del catedrático Pedro María Egea Bruno y los investigadores Floren Dimas Balsalobre y Antonio Martínez Ovejero. Se trata de dar impulso a la Asociación de la Memoria Histórica de Murcia. Porque hay que honrar a las víctimas del franquismo, ese régimen que comenzó con una más de las asonadas militares que han jalonado la Historia reciente de este país.