martes, 25 de octubre de 2016

El Ateneo Villa de Archena inauguró las actividades de su X aniversario con una mesa redonda sobre la Ley de Memoria Histórica

"No se puede poner el punto final donde uno quiera” y “La Ley de Memoria Histórica es un producto tardío de la Transacción, que no Transición, del Régimen del 78” fueron algunas de las reflexiones destacadas por las personas ponentes.

Diego Jiménez/Murcia.- El pasado viernes, día 21, tuvo lugar una mesa redonda organizada por el Ateneo Villa de Archena, con la intervención de Diego Jiménez, en representación de la Asociación para la Recuperación y Defensa de la Memoria Histórica de Murcia (MHMU-Tenemos Memoria), y Pepa Martínez, de la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, moderada por José Ángel Herrero, presidente de la Comisión Gestora de la Federación de asociaciones memorialistas de la Región de Murcia. Con este acto inicial, el Ateneo inauguraba las actividades del X aniversario de su constitución.

(Fotografía del blog de Pepa Martínez: enposidonia.blogspot.com)


Intervenciones

Abrió el turno Diego Jiménez quien, previamente, aportó unas cifras de lo que supuso, en los ámbito estatal y regional, la represión franquista: más de medio millón de personas exiliadas; igual número de víctimas de la Guerra Civil; casi 200.000 personas ejecutadas o muertas en las prisiones franquistas entre 1939 y 1944; más de 100.000 personas en fosas comunes… cifras que, en el ámbito regional, suponen 34.000 personas sometidas a  Consejos de Guerra sumarísimos, con cerca de 1.500 condenas a muerte de las cuales se ejecutaron 900; sin olvidar a las 420 personas murcianas en campos de exterminio nazis (Mauthausen, Gusen, Dachau…), de las cuales murieron 254, y a los esclavos del franquismo en campos de trabajo como Albatera, Totana, obras del Cenajo y restauración de las Adoratrices, en Cartagena.

Pasó, a continuación, a analizar algunos aspectos del articulado de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, de Memoria Histórica, a la que comenzó calificando como “un producto tardío de la Transacción, que no Transición, del Régimen del 78”. Recordó que los artículos 2 y 3 de ese texto legal declaran injustas las sanciones, condenas y otras formas de violencia personal y declaran la ilegitimidad de tribunales y jurados constituidos durante la Guerra Civil, pero en ningún momento se citan los términos ilegalidad y anulación de esas sentencias.

Criticó que los artículos 11, 12, 13 y 14 dejan en manos de las personas particulares las tareas de localización y exhumación de los cuerpos, sin que, en ningún momento, actúe de oficio el Estado, que es la petición expresa de la ONU.

Igualmente crítico se mostró con la tibieza con que se insta a las administraciones públicas a la retirada de escudos, insignias, símbolos… de la sublevación militar y la Dictadura, dejando de lado, por otra parte, a la Iglesia católica. Y en cuanto a incumplimientos, citó lo estipulado en el artículo 17, en referencia a la elaboración de un catálogo de edificaciones y obras realizadas por miembros de los batallones disciplinarios, así como el impulso de políticas públicas destinadas a la conservación y fomento de la Memoria democrática.
Hizo alusión a los diez suspensos de la ONU a España en esta materia, citando las palabras de Pablo de Greif,  relator especial de la ONU para la Verdad, Justicia y Reparación, cuando afirmara, a primeros de 2014, que “España hace poco (y mal) para la búsqueda de la Justicia”.

Por último, concluyó con un recordatorio de la presencia del monarca Felipe VI, el pasado 3 de junio de 2015 en París, invitado por la alcaldesa de esa ciudad, Anne Hidalgo, en los actos de homenaje a los supervivientes de La 9, la compañía que, al mando del general Leclerc, liberó la capital francesa en el verano de 1944, criticando que un miembro de la familia de Borbón, Felipe VI,  que debe su “legitimidad” a la franquista Ley de Sucesión de 1947 y al posterior nombramiento por parte del dictador de Juan Carlos como su sucesor, a título de rey, en 1969, no tuviera reparos en reconocer que “París ha sido siempre ciudad de acogida para un buen número de compatriotas”, omitiendo citar los motivos que llevaron a medio millón de republicanos españoles a ese exilio forzoso al país vecino.

Por su parte, Pepa Martínez comenzó afirmando que “los grandes problemas que actualmente nos encontramos para llevar a buen término nuestra lucha por la consecución de la Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo no son paliados por la Ley de Memoria Histórica”, porque “ésta no proporciona VERDAD, no proporciona JUSTICIA, no proporciona REPARACIÓN”. Esa Ley “supuso para el Estado un paso atrás, al no asumir ninguna responsabilidad por los crímenes que se cometieron durante la guerra civil y el franquismo”. Denunció que “lo que nació fue una ley en la que no se daban pasos significativos para resarcir a las víctimas, ignorando el Convenio para la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Lesa Humanidad, y no estableciéndose la anulación de las condenas dictadas tras juicios injustos”.

Recordó las advertencias de Amnistía Internacional (AI) en este sentido e hizo alusión a un artículo de Celia Amorós: “Una deuda debe ser satisfecha para despertar entre deudores y acreedores la posibilidad de alianza";  así lo planteó, hace tres años, en su artículo "Perdón e inscripción", en el que afirma que el punto final no se puede poner donde uno quiera”.

Recordó que “quienes hoy ejercen el poder son los mismos que lo ejercitaron ayer, y están volviendo a pasos agigantados a su postura de implacables violadores de los derechos humanos, como autores de una legislación represiva, como artífices de un sistema económico injusto que condena a la miseria a la mayoría de la población, y de un sistema judicial que persigue a quienes se le oponen”. Recordó, así mismo, que “el gobierno socialista de Zapatero promulgó en 2007 una ley, la de la Memoria Histórica, que además de no reconocer la condición jurídica de las víctimas del franquismo, relega al ámbito familiar o grupal su memoria individual y colectiva, dejando en manos privadas -que borran las huellas judiciales de los crímenes al tratarse de exhumaciones extrajudiciales-  las exhumaciones de los asesinados, sirviendo de coartada para la vigencia de una ley de impunidad y de punto final, como es la ley de Amnistía de 1977, en pleno vigor en la actualidad”.

Culminó su intervención con un fragmento de un artículo del investigador Floren Dimas, que hablaba en este sentido: “Mientras el Gobierno del PP escucha y apoya a las víctimas del terrorismo y legisla y pergeña atenciones de todo tipo para acompañarlas en su dolor, las “otras víctimas”, las de Franco, son despreciadas y olvidadas social e institucionalmente, incurriendo, como lo hace la Justicia española, en un acto de prevaricación continuada, omitiendo el deber de socorrerlas con la misma entrega y servidumbre con que lo hace para con estas víctimas de lujo de la democracia española”.






martes, 18 de octubre de 2016

Pensiones: Que no nos engañen. Son viables

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2016/10/18/pensiones-son-viables/775489.html

La sostenibilidad del sistema público de pensiones viene siendo un tema recurrente en estos tiempos de crisis, con la interesada contribución de toda una legión de medios de información-persuasión dispuestos a ser los voceros de la patronal. La CEOE, utilizando las cifras del INE, alerta del preocupante aumento de las personas inactivas. Unos ejemplos: si en 2002, por cada cien personas en edad de trabajar había veinticinco con más de 65 años, en 2015, la ratio se había elevado a veintiocho y en el horizonte de 2050 las personas mayores de 65 años serían 74, o lo que es lo mismo, por cada cuatro personas en edad de trabajar habrá tres fuera del mercado laboral. Cifras para sembrar la inquietud social y justificar los recortes, pero que no tienen en cuenta otros datos objetivos.

Lo primero que hay que aclarar es que el Pacto de Toledo estableció una distinción en el sistema público de pensiones español: las pensiones no contributivas serían financiadas vía Presupuestos Generales del Estado (PGE), mientras que las contributivas lo harían mediante las cotizaciones sociales. Es claro colegir que, en ese caso, llegado el momento de crisis, la financiación de estas últimas se resentiría. Pese a ello, las agoreras previsiones que hablan de lo insostenible del modelo actual no tienen fundamento. Según datos de Eurostat, el gasto de pensiones en relación al PIB en España fue de un 11,4% en 2012 (en 2016, además, ese porcentaje descenderá al 10,4%), por debajo de trece países de la UE15, siendo Francia (14,9%) e Italia (16,1) los que dedican más presupuesto. Luego es falso que España gaste mucho en pensiones. Incluso a la altura de 2050, según Eurostat, el gasto del Estado español igualaría al actual de Francia (un 14%). 

Otro dato. Cuando se relaciona el problema de las pensiones con la baja natalidad de este país no se tiene en cuenta que: 1. España no tiene un problema de jóvenes dispuestos a trabajar y sostener el sistema; el problema es que tienen que emigrar fuera de nuestras fronteras. 2. Según los expertos, a la altura de 2050, el baby boom de los años 70 y 80 será ya historia pasada, y se notarán los efectos de la actual transición demográfica, de baja natalidad, que está originando un descenso poblacional, que llevaría también a menos personas perceptoras de pensiones. 3. En todo caso, se obvia interesadamente que ese descenso poblacional del país y de la población activa se verá compensado con un incremento de la productividad. 

No es el componente poblacional, pues, el más influyente. El mayor ataque a las pensiones han sido las políticas neoliberales impuestas por los Gobiernos del PSOE y PP, que han llevado a un deterioro enorme de las condiciones laborales, con altos niveles de paro, precariedad, bajos salarios y contratos 'basura'. A este respecto, LA OPINIÓN daba cuenta, hace unos días, de que uno de cada cuatro contratos de trabajo dura sólo siete días o menos. El problema, pues, no es el elevado número de pensionistas ni, por supuesto, la cuantía de las pensiones, de las más bajas de la UE15, sino la menor recaudación de la Seguridad Social. A este respecto, Vicenç Navarro afirmaba en un artículo reciente que si en España hubiera el mismo porcentaje de población (hombres y mujeres) que trabajan en Suecia, y con los mismos salarios y carga fiscal, no tendríamos problema alguno. 

Por último, un elemento a considerar, nada desdeñable, es la injusta política redistributiva de este país. En España, las rentas del capital han alcanzado, en este momento, casi la mitad de las totales del país, con una excesiva dependencia del Estado de las rentas del trabajo. Cuando desde Bruselas se insta al Gobierno español a corregir la desviación del déficit para situarlo en el 3,1% y cuando el Gobierno se apresta, pues, a recortar el gasto en 5.500 millones de euros, hay que oír a los expertos.Héctor Illueca, doctor en Derecho, inspector de trabajo y profesor de la Universidad de Valencia, afirmó hace unos días, en charla impartida en Murcia organizada por los yayoflautas, que si las cotizaciones sociales fueran más progresivas, eliminando las subvenciones a los empresarios y el techo de cotización para las rentas salariales más altas, y se aplicara una política de persecución del fraude en los contratos a tiempo parcial, los ingresos destinados a las pensiones podrían incrementarse en unos 10.000 millones euros/año. 

Las pensiones no son una limosna del Gobierno, sino un derecho constitucional consagrado en los artículos 41 y 50 de nuestra Carta Magna. Por eso, su defensa exige de todos nosotros y nosotras, actuales perceptores y futuros pensionistas, información y, sobre todo, movilización, porque hay toda una gigantesca operación orquestada para entregarlas a grupos financieros y siniestros fondos de inversión, de dudosa rentabilidad.

Hace unos días asistimos en Murcia a la primera manifestación convocada por los yayoflautas que pretendía concienciar de este hecho a la ciudadanía murciana. Que no nos engañen: las pensiones son viables.

lunes, 10 de octubre de 2016

Los yayoflautas de Murcia se manifiestan en defensa del sistema público de pensiones

Consideran  que la insistencia en su inviabilidad es una estrategia del Gobierno y de los grupos financieros y empresas aseguradoras

Diego Jiménez/Murcia.- Los yayoflautas de Murcia, ante la inquietud y alarma social motivadas por el vaciado sistemático por parte del Gobierno del PP de la ‘hucha’ de las pensiones,  llevan  todo lo que va de otoño inmersos en una campaña cuyo lema es ‘Defendiendo el sistema público de pensiones’. A la colocación de mesas informativas en varios puntos de la capital siguió el pasado viernes una charla informativa, impartida en el salón de actos del Centro Cultural del Carmen por Héctor Illueca, inspector de trabajo y profesor de la Universidad de Valencia, con el título ‘Qué pasa con las pensiones’, que despertó bastante interés, hasta el punto que el local se llenó por completo.


El pasado lunes, día 10, organizaron una concentración, y posterior manifestación, secundada por algo más de un centenar de personas, desde la puerta del INSS, en Alfonso X El Sabio, que recorrió la plaza de Santo Domingo, calle Trapería y plaza del Cardenal Belluga, hasta la Glorieta. Las personas manifestantes portaban pancartas criticando el ‘pensionazo’.  Se contó también con una representación de la Asociación de Exmigrantes Jubilados de Callosa de Segura (Alicante).

Lectura del comunicado
Al finalizar el acto, Juan Gómez dio lectura a un comunicado en el que, entre otras cosas, se critica la inseguridad y zozobra sobre el futuro de las pensiones, pues “intentan reiteradamente, por todos los medios, hacernos creer en la inviabilidad del sistema público de pensiones (…) y estamos convencidos de que ello es un burda estrategia manipuladora orquestada desde el Gobierno y muy hábilmente dirigida desde los grandes grupos financieros y aseguradoras”.  



Por ello consideran que “es urgente y necesaria la movilización de todas las personas que se sientan agredidas por esta situación”, pues “creemos que tenemos el derecho y el deber de hacernos oír, por el peligro que corren nuestras pensiones y las de nuestros hijos”. A ello obedecen estas movilizaciones, pues “defendiendo nuestro sistema público de pensiones también defendemos nuestra dignidad”, concluye el comunicado, apoyado por Yayoflautas de Murcia, Asociación de Jubilados y Pensionistas-La Intersindical, Área de Mayores de IU-Verdes de la Región de Murcia, PSRM, Círculo de Mayores de Podemos Región de Murcia, Asociación de Jubilados y Pensionistas-USO, Yayoflautas de Lorca, Cambiemos Murcia, Ahora Murcia, Asociación de Exemigrantes Jubilados, y Federación de Enseñanza de CCOO Región de Murcia.


viernes, 7 de octubre de 2016

El Ayuntamiento de Murcia homenajea a la Sociedad Religiosa de los Amigos (cuáqueros), que actuaron durante la Guerra Civil

Al acto, consistente en la colocación de una placa en el antiguo Hospital infantil de la calle Puerta Nueva, asistieron ediles de la oposición, miembros de la Asociación de Memoria Histórica de Murcia,  y José Castaño y José Fuentes.

Diego Jiménez/Murcia.- Presidido por el alcalde de Murcia, José Ballesta, el pasado jueves, día 6, tuvo lugar el acto de descubrimiento de una placa conmemorativa en el antiguo Hospital de Niños/as de la calle Puerta Nueva (hoy, sede de dependencias administrativas municipales) para recordar su fundación durante la Guerra Civil por la Sociedad Religiosa de los Amigos (cuáqueros). Por la parte institucional, asistieron, además, la concejal socialista Begoña García Retegui, impulsora de la iniciativa hace diez meses, su compañero de grupo, José Ignacio Gras, el concejal de Cambiemos Murcia, Nacho Tornel, así como una persona contratada del grupo municipal de Ciudadanos. 

Las personas asistentes posan tras finalizar el acto

José Castaño y José Fuentes posan con representantes de los grupos municipales de oposición



Descubriendo la placa















  El emotivo acto contó también con la presencia de los veteranos y centenarios republicanos Juan José Fuentes y José Castaño, que fueron los encargados de descubrir la placa, así como una nutrida representación de la Asociación de Memoria Histórica de Murcia (MHMU-Tenemos Memoria).


Quiénes fueron los cuáqueros

Francesca Wilson, de la asociación inglesa de los cuáqueros, es un ejemplo de la labor desarrollada por éstos en España en ambas zonas beligerantes. Entre 1936 y 1942, atendieron a unos 150.000 niños y niñas. Incluso siguieron unos años más en la España de Franco (en Murcia, hasta 1942). De las cartas e informes de la asociación se deduce que trabajaban más cómodamente en la zona republicana, aun no haciendo distinción alguna con los niños de una zona u otra.

Los cuáqueros tomaron dos ciudades como centro para su actuación: Barcelona y Murcia.  Francesca Wilson llegó a Murcia en febrero de 1937. Se encontró con una población de 60.000 habitantes entre los que se encontraban unos 20.000 refugiados, repartidos entre la ciudad y el resto de la provincia. Hubo de afrontar dificultades inmensas. En primer lugar, los refugiados desconfían de los extranjeros por creer que se van a llevar a sus niños fuera del país. Además, y ella lo expresa con claridad, Francesca encontró grandes diferencias de nivel político y cultural entre Barcelona, con una población de mentalidad civil republicana, y Murcia, en que no se daba esa situación. Es más, califica duramente a las muchachas y mujeres adultas de la burguesía y de la alta clase murciana al no encontrar colaboración ni ayuda de éstas para atender, cuidar, alimentar, curar… a esos niños/as “piojosos”, “rojos”, que llegan llenos de sarna, enfermedades, malnutridos… Por ello, Francesca se ve compelida a buscar ayuda fuera. En los años siguientes llegan más cuáqueras, que, al no encontrar mucha colaboración, hubieron de buscar personas capacitadas para la asistencia a esos niños. El apoyo lo encontraron, sobre todo, en el alcalde de Murcia, Fernando Piñuela.

Turno de intervenciones

Tras la apertura protocolaria del acto por parte del alcalde, tomó la palabra la concejala Begoña que recordó que, más que impulsora, fue el vehículo que hizo posible esta iniciativa. Hizo un reconocimiento a la labor solidaria de las personas que se desplazaron a Murcia durante la Guerra Civil, lamentando que no pudiera estar presente Elisa Smilg, que, junto con su hermana Clara, desarrolló un notable trabajo humanitario en las colonias infantiles. Recordó también la aportación de Juan José Fuentes y José Castaño, presentes en el acto. Terminó diciendo que hay muchos más edificios en el municipio que merecerían el mismo reconocimiento para completar la Memoria Histórica de la ciudad.

Por su parte, el alcalde Ballesta alabó la encomiable labor desarrollada en Murcia durante la Guerra Civil por esta asociación religiosa, con presencia en esta ciudad y en Barcelona, en donde atendieron a más de 150.000 niños y niñas. Tuvo también palabras de reconocimiento a la presencia de los dos veteranos republicanos presentes y a la labor desarrollada en Murcia en esas fechas por el último alcalde republicano de Murcia, Fernando Piñuela. (Como es sabido, detenido cuando regresaba de Elche a Murcia, fue internado en un campo de concentración y sometido a un Consejo de Guerra sumarísimo. Condenado a muerte el 1 de julio de 1939, fue ejecutado el 7 de noviembre de ese año).

La intervención más emotiva fue la del maestro José Castaño, próximo a cumplir la centena de años. Castaño, que, pese a su edad,  prefirió hacer su intervención de pie ante el micrófono, recordó los años de  su colaboración con las colonias infantiles, en compañía de personas como Clara Smilg y Encarnación Zorita,  primero en la Casa del Pino (casa de La Cierva),  y en otra segunda colonia en Buenavista, en La Paloma, con  Carmen Tapia, Clara Smilg y Pilar Barnés.  No se olvidó de citar al padre de Clara, chófer de los cuáqueros, razón por la que, después de la guerra, denunciado por unos vecinos, acabó en la cárcel.


Reivindicaciones de MHMU-Tenemos Memoria

El protocolo no previó que la Asociación de Memoria Histórica de Murcia (MHMU-Tenemos Memoria) pudiera tomar la palabra en el acto. No obstante, al final del mismo, la presidenta, María Jesús García, se dirigió al alcalde para hacerle entrega de un escrito reivindicativo. En el mismo, además de agradecer la iniciativa del grupo municipal socialista y a Begoña García su esfuerzo por llevarla a término, se recoge que, como adelantó esta concejala en su intervención, hay más edificios en Murcia merecedores de ser tenidos en cuenta como sitios de la Memoria. Uno de ellos es el edificio de los ‘Nueve Pisos’ que, a la llegada de Francesca Wilson, albergaba a 4.000 personas refugiadas, en unas duras condiciones de habitabilidad.
En el texto se recuerda que “identidad de los pueblos y también su prosperidad y desarrollo se forja a partir del conocimiento de la Historia y su reconocimiento y puesta en valor”, por lo que el Ayuntamiento de Murcia debe apoyar cualquier iniciativa en este sentido porque “forma parte del patrimonio de esta ciudad y de sus habitantes”.




martes, 4 de octubre de 2016

Cárcel Vieja, ante todo, espacio de la Memoria

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2016/10/04/carcel-vieja/772007.html



Desde que en 1981 cerrara sus puertas y tras la firma de un acuerdo de permuta con la Agencia Tributaria, titular del inmueble, la Cárcel Vieja de Murcia, transferida al municipio en 2011, ha permanecido cerrada y en estado de semirruina. Inaugurada el domingo 26 de mayo de 1929, estaba ubicada entonces en las afueras del núcleo histórico de la ciudad, con acceso a través de un camino conocido como Portillo de San Antonio, cerca de otras instalaciones importantes de la capital murciana como la estación ferroviaria de Zaraiche, el manicomio y el asilo de ancianos, estos dos últimos ya desaparecidos, en terrenos rodeados de extensas zonas de huerta, según nos cuenta el joven profesor murciano de la Universidad de Valencia Francisco José Medina Albaladejo. La cárcel, con una capacidad para 400 presos, cobró protagonismo con la dictadura de Primo de Rivera, al absorber el aumento de detenidos por razones políticas «durante esos años en que no se permitió ni un respiro a la presencia de anarquistas o comunistas, severamente perseguidos», en opinión de este profesor. 

Durante la II República y Guerra Civil albergó, junto a los presos comunes, a un buen número de personas acusadas de rebelión. La llegada masiva a Murcia, ciudad de la retaguardia, de personas huidas de zonas de guerra, como la vecina Jaén, y la ira popular por las consecuencias de la rebelión militar de julio de 1936 están en el origen de los lamentables sucesos de 13 septiembre de 1936, día en que se produjo el asalto popular a las instalaciones carcelarias y el fusilamiento de diez condenados a la última pena (el Gobierno de la República estudiaba la concesión de un indulto), entre ellos el cura Sotero

Pero fue con la victoria del bando nacional cuando ese centro se significó como un lugar de represión, tortura y escarmiento. Las investigaciones de Carmen González, Fuensanta Escudero, Pedro María Egea Bruno, Floren Dimas, Antonio Martínez Ovejero... han documentado el alcance de esa represión en la Región. En lo que toca a la ciudad de Murcia, la Prisión Provincial se convirtió en uno de los principales centros de internamiento de republicanos y 'rojos', junto a otros habilitados para ello como los conventos de las Isabelas y las Agustinas. La situación de hacinamiento (el recinto, calculado para albergar a 400 personas, llegó a alojar a 3.000) era insostenible, por lo que las personas internas tenían que dormir literalmente pegadas e incluso de pie. Juicios sumarísimos y ejecuciones extrajudiciales estaban a la orden del día. Fuensanta Escudero data en 543 el número de ejecuciones habidas entre 1939-1942, cifra con seguridad mucho mayor hasta el fin del periodo álgido represivo, esto es, el año 1945, fecha de la derrota del fascismo en Europa. Además de esos fusilamientos, se produjeron violaciones, vejaciones y delaciones  por parte de los mismos presos, con una frecuencia tal que, según Isabel Marín Gómez, la prisión provincial de Murcia llegó a constituirse en «uno de los regímenes carcelarios más duros de toda la posguerra española». 



Con esos triste precedentes, como miembro de la Asociación de la Memoria Histórica de Murcia (MHMU-Tenemos Memoria), tenía interés en asistir el pasado miércoles, día 28, al acto celebrado en la Cárcel Vieja de Murcia, en el transcurso del cual el alcalde José Ballesta y el decano del Colegio de Arquitectos de la Región, Rafael Pardo, firmaron el convenio por el que se pone en marcha un concurso de anteproyectos para la rehabilitación y puesta en valor de ese antiguo centro penitenciario, hecho del que ha dado cumplida cuenta la prensa regional. 

La persistente reivindicación de MHMU-Tenemos Memoria, con el apoyo de los grupos municipales de Ahora Murcia, Cambiemos Murcia y PSOE, de que las obras de remodelación de ese edificio contemplen un espacio que recuerde a cuantas personas sufrieron abusos, torturas o incluso la muerte dentro del recinto ha sido recogida parcialmente en la redacción del convenio arriba citado. Y digo parcialmente porque queda relegada a la segunda fase de las obras, cuando, con los precedentes expuestos arriba, creemos que debería incluirse en la primera fase del proyecto. Pero es que, además, la pretensión de que esa primera fase contemple la creación de un espacio gastro-cultural en el que se combinen la gastronomía, el ocio y el arte nos parece una propuesta no sólo descabellada (por el aspecto gastronómico) sino una falta de respeto a las víctimas y sus familias. La Región de Murcia aún debe un tributo de admiración y recuerdo a quienes, por defender la legalidad republicana, sufrieron tras los muros de esa prisión, sin olvidar a los murcianos y murcianas asesinadas del otro bando, a las víctimas de Mauthausen, a los esclavos del franquismo que sufrieron penalidades sin cuento o perdieron la vida en los campos de concentración de Totana, Albatera, en las obras de El Cenajo...

MHMU-Tenemos Memoria no va a cejar en su empeño de que la Cárcel Vieja de Murcia sea, ante todo, un espacio para la Memoria Histórica.