martes, 18 de diciembre de 2012

Aquellos años de adoctrinamiento

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/12/18/anos-adoctrinamiento/445207.html


Como dijera Machado, mi infancia son recuerdos de una húmeda y destartalada escuela, unitaria y de niños, por supuesto. Y  no había un  huerto claro en donde madurara el limonero. A un metro escaso de las puertas de aquel local privado, arrendado por un vecino de la Media Legua  al Ayuntamiento de Cartagena para poder impartir las clases  a aquellos niños del Hondón, se situaba la carretera que, aún hoy, conduce desde Cartagena a La Unión.  Don Antonio, el maestro, fiel a las consignas que emanaban de arriba, nos recibía a diario desde su pupitre con aquella fórmula “Sin pecado concebida”, como respuesta a nuestra obligada salutación en forma de “Ave María purísima”. El posterior izado de la bandera nacional, situada en una de las ventanas, era el preludio del comienzo de las clases.  La escuela, un local con un alto tejado a doble vertiente sujeto por vigas de hierro en el centro, alojaba a no menos de treinta chiquillos inquietos, mal vestidos y con frecuencia desnutridos. Aún retengo en mi pituitaria los olores de aquella cacerola de leche en polvo, calentada en un hornillo eléctrico, con la que las autoridades, en virtud de la ‘generosidad’ norteamericana,  trataban de suplir nuestras evidentes carencias alimenticias.
Nací en enero de 1953. El año en el que empezó a resquebrajarse lentamente el aislamiento internacional del régimen franquista en virtud de los acuerdos militares con los Estados Unidos. Y el año en que, el 27 de agosto, Alberto Martín Artajo  y Fernando María Castiella firmaron el Concordato que consolidaba un fuerte Estado confesional, y cuyo artículo 26 otorgaba a la Iglesia Católica, como en los tiempos de Isabel II, no sólo la supervisión de los contenidos educativos sino también la vigilancia de los centros docentes.  A esa escuela llegué en el curso 1960-61, con siete años de edad.
La obligada memorización de los himnos franquistas  y la reiterada presencia de lo religioso en nuestra existencia cotidiana intentaban moldear nuestras mentes infantiles. Crecimos, en aquellos años 60, con las orientaciones educativas dictadas por la férrea estructura educativa que impusiera Ibáñez Martín en 1945. 
Empero, le debo a Don Antonio, el maestro de aquella escuela, el que mis padres viesen conveniente darme estudios. Accedí al instituto en 1963,  superada la prueba de ingreso con diez años de edad. Eran los tiempos de la puesta en práctica de la Ley sobre Ordenación de la Enseñanza Media, de 26 de febrero de 1953. La que establecía dos bachilleratos, el elemental y el superior, separados por una reválida. Y  la que exigía otra reválida tras el bachillerato superior para acceder al Preu. No guardo muy gratos recuerdos de mi paso por el antiguo instituto Isaac Peral de Cartagena. Aquellos profesores y catedráticos aparecían ante nosotros con un autoritarismo que era una reproducción mimética del inherente al régimen político. Ese carácter tenían las tediosas y doctrinarias clases de ‘política’, cuya asignatura, la Formación del Espíritu Nacional [sic], impartía el falangista José Torrano. Pero mentiría si dijera que ninguno me dejó huella. Recuerdo, con cierta nostalgia, aquellos  buenos apuntes de la historia de la Reconquista de la profesora valenciana María Amparo Ibáñez. Como vienen a  mi  memoria, aún con cierta zozobra, los exigentes exámenes de matemáticas del catedrático Joaquín Dopazo. 
El nuevo instituto Isaac Peral lo inauguramos en 1968, año en que España se disponía a abandonar apresuradamente su provincia de Guinea Ecuatorial. Pero los estudiantes de entonces vivíamos ajenos a casi todo lo que acontecía a nuestro alrededor. Por lo que no nos enteramos del mayo del 68 francés, y sólo tuvimos vagas referencias de los sucesos de la primavera de Praga. Años ya finales del régimen franquista, pero con la sempiterna presencia de la religión católica en el currículum. En ese tiempo, coincidí en el instituto con el escritor Arturo Pérez Reverte, que recaló allí tras su expulsión del colegio marista. Un grupo de estudiantes entusiastas, bajo la supervisión (¡cómo no!) del cura Joaquín Casanova, dábamos vida a nuestra revista juvenil “Proa”, en cuya redacción ya destacaba la pluma de Arturo.  Años aquellos en que,   intentando romper las férreas barreras impuestas por las rígidas estructuras educativas, Antonio Gil y Gloria Sánchez Palomero, catedráticos respectivamente de Latín y Griego, nos inculcaron el gusto por las lenguas clásicas, Chelo Baíllo trataba de informarnos sobre las desconocidas leyes de Mendel, mientras que Juan Ros nos adentraba en el sugerente mundo de la literatura.
Aquellos años me resultan inolvidables. Pero sólo porque me retrotraen a una época de mi vida que me resulta irrecuperable.  Pese a los intentos del régimen, no lograron dejar totalmente planas nuestras mentes. Pero  lo intentaron. Por eso, cuando oigo las posiciones y principios ¿educativos? que defiende el ministro de Educación José Ignacio Wert,  un cierto escalofrío recorre mi cuerpo. No quisiera que, por nada del mundo, volviéramos a aquella época ni, por supuesto, a aquella escuela.

martes, 4 de diciembre de 2012

¿Cataluña dual?

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/12/04/cataluna-dual/442620.html

Con una sonora pitada fue recibida la llegada del rey Juan Carlos I en el palco presidencial del estadio olímpico de Montjuic, el 25 de julio de 1992, en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos ‘Barcelona 92’. No era la primera vez que los Borbones españoles eran cuestionados en Cataluña. El pueblo llano tiene memoria histórica. Y el catalán no puede desprenderse de la carga emocional que conllevan ciertos hechos del pasado. Aun alejados en el tiempo, aún resuenan en las calles de la ciudad condal los ecos de aquel fuego de artillería con que el mariscal James Fitz-James, duque de Berwick, castigó a la ciudad a partir de la madrugada del 11 de septiembre de 1714. Rendida el día 13 de ese mes, los Decretos de la Nueva Planta, impuestos por la vencedora monarquía borbónica, desposeyeron a Cataluña de sus  fueros, e impusieron el español como la única lengua oficial.  Cataluña, a juicio del primer Borbón, Felipe V, era merecedora de tal castigo por el hecho de no haberse plegado a sus designios y por haber apoyado al candidato austriaco, el Archiduque Carlos, en aquella Guerra de Sucesión a la Corona de España a la que puso fin el Tratado de Utrecht (1713).

Un nuevo bombardeo de Barcelona, esta vez ordenado por el general Espartero, se produjo el día 3 de diciembre de 1842. El regente aplacó, con sangre y fuego, la rebelión de la ciudad provocada por la crisis del sector algodonero y la firma de un acuerdo de librecambio con Inglaterra que perjudicaba a la industria textil catalana. La justificación de este hecho de fuerza vino acompañada de su frase: “A Barcelona hay que bombardearla al menos una vez cada 50 años".

Ni que decir tiene que durante el franquismo Cataluña no corrió mejor suerte, como le ocurrió al resto de españoles. Hay, pues, motivos históricos suficientes  como para que el pueblo catalán se haya venido sintiendo agraviado respecto del centralismo de Madrid, por lo que un notable sector de la sociedad catalana abraza las tesis soberanistas. Pero, dicho esto,  es innegable que lo peculiar del soberanismo catalán  del siglo XXI es que parte de las reivindicaciones segregacionistas están siendo esgrimidas por una coalición, CIU, que representa sobre todo a la burguesía catalana y se presenta como heredera del espíritu que impregnó el inicial nacionalismo catalanista de  las Bases de Manresa de 1892  impulsadas por Enric Prat de la Riba, pero  muy alejado entonces de veleidades secesionistas.

A la hora de redactar estas líneas, siguen las difíciles negociaciones tendentes a conformar una mayoría estable de Gobierno en Cataluña tras las elecciones del pasado día 25 de noviembre. Voces interesadas deslegitiman la pretensión soberanista que sustentó  la campaña electoral de algunas formaciones políticas. Pero la consulta, aunque se ha desinflado un tanto a la luz de los resultados electorales,  no está descartada, en la medida en que, de renunciar a ella, CiU quedaría condenada políticamente ante  muchos de  sus  partidarios  que apuestan por la autodeterminación catalana.

Pero no puede atribuirse en exclusiva la burguesía catalana la bandera soberanista. En las pasadas elecciones ha sido perfectamente constatable que el voto nacionalista ha sufrido también un importante corrimiento hacia la izquierda, hacia las fuerzas que se oponen al proyecto de saqueo impuesto por el FMI y Berlín. Los votos y escaños que pierde CiU se trasvasan mayoritariamente hacia Esquerra Republicana de Catalunya. Y emerge con fuerza, con tres escaños, la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), una fuerza independentista con un programa de redistribución de la riqueza y opuesto frontalmente a los dictados de Merkel y Bruselas. No es tan clara, pues, la insistente afirmación de que estas elecciones nos han dejado una Cataluña dual. Recordemos que las fuerzas que sustentan a los gobiernos encargados de ejecutar los recortes y ajustes en Madrid o en Barcelona (CiU y PP) pierden 11 escaños, sumando un total de 1 millón 583 mil votos, mientras que, por el contrario, las fuerzas parlamentarias que se oponen a ellos suman 1 millón 653 mil, ganando más de 600 mil votos.

En Cataluña, pues, parece que, a la luz de los resultados electorales, podría empezar a consolidarse un amplio frente de izquierdas entre las fuerzas que realmente se oponen a los recortes sociales, y para las cuales la marcha hacia la independencia debería ser, dada la situación actual, una cuestión secundaria.  La dificultad puede estar en que en ese proceso de sumar y acumular fuerzas parece descolgarse ERC, obcecada en persistir en una consulta soberanista que le arroja, inevitablemente, en manos de CiU. Pero, insisto, el nuevo mapa político surgido de los pasados comicios está bastante alejado de lo que ha venido denominándose una Cataluña dividida (dual).

martes, 20 de noviembre de 2012

¿RATAS DE LABORATORIO?

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/11/20/ratas-laboratorio/439887.html

Está aflorando una rebeldía ciudadana que, a menos que nos desprendamos de la miopía y ceguera propia de quienes desean ocultar la realidad, es un fenómeno creciente


 
DIEGO JIMÉNEZ
 
Creo que los griegos y los españoles son como ratas de laboratorio para ver qué nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se rebele». Esta reflexión la expuso en una entrevista reciente la conocida politóloga norteamericana Susan George, activista de ATTAC, con ocasión de la visita a nuestro país el pasado mes de octubre. En esos momentos, estaba ya convocada la huelga general del 14 de noviembre (14N) y la entrevistada era conocedora del resultado de la huelga realizada el 29 de marzo pasado. Pues bien: a tenor de lo ocurrido el 14N en el Estado español, está claro que el pueblo llano está dando muestras de iniciar una incipiente „pero, con seguridad, cada vez más contundente„ rebelión. Y en este punto discrepo de las voces interesadas que hablan de una huelga con seguimiento dispar, desigual, escaso€ (aunque esas voces reconocen, eso sí, que fue notable en los sectores industriales clave y en el transporte).
Quienes así hablan parecen ignorar el hecho de que lo que se había convocado para el pasado 14N era, más que una huelga al uso, un paro con las connotaciones de protesta social y de huelga de consumo. Por ello creo que las expectativas creadas antes de esta protesta se cumplieron con creces.
En el caso de nuestra región sólo había que darse una vuelta la tarde del 14 por las calles de Cartagena, Yecla y las del centro de Murcia. En la capital, una auténtica riada ciudadana se adueñó de la Avenida de la Constitución y la Gran Vía, además de las calles aledañas. Vi a muchas gentes de todo tipo, banderas, consignas varias, pancartas multicolores€ Pero, sobre todo, la muchedumbre que pobló las calles aireaba, en silencio o a viva voz, la rabia contenida; la desazón ante el futuro incierto que atenaza a las nuevas generaciones; el desdén hacia una clase política que quiere condenarnos a la miseria; la ira contra unas instituciones bancarias gobernadas por directivos sin alma que dejan, sin miramiento alguno, en la calle a familias enteras; el desprecio hacia una alta clase empresarial que sólo mira hacia sus bolsillos; la severa crítica hacia una delegación del Gobierno que viene permitiendo, si no alentando, actuaciones policiales desmesuradas, que rayan en los límites de lo que es consustancial a regímenes fascistas€
Ante tantas agresiones está aflorando, pues, una rebeldía ciudadana que, a menos que nos desprendamos de la miopía y ceguera propia de quienes desean ocultar la realidad, es un fenómeno creciente. Las miles de personas que están saliendo a las calles de todo el país, cada vez con más frecuencia, están pidiendo a gritos, no sólo un protagonismo político, sino que, como opina Susan George, si actualmente el círculo de mayor influencia son las finanzas, luego la economía y, finalmente, el entorno y la sociedad, hay que revertir la situación, de manera que la economía y las finanzas estén al servicio de la gente, y no al revés.
Miles de personas, pues, están clamando por constituirse en un nuevo sujeto político que reoriente el rumbo de la deriva en que está sumido nuestro país. Quedan, es cierto, sectores sociales que, aparentemente, permanecen ajenos a este compromiso de lucha por el cambio. Hay mucho conservadurismo en la sociedad española, como lo demuestra el notable apoyo que viene disfrutando el PP. Un dato que hay que tener en cuenta a la hora de valorar el seguimiento de una huelga. Pero, además, muchos trabajadores, precarios o no, ignoran el requerimiento a la huelga porque sencillamente pesa sobre sus cabezas la amenaza del despido fulminante. A otros (buen número de funcionarios, la pequeña empresa familiar, los comerciantes€) pareciera que eso de las huelgas no va con ellos. Hay muchas razones que pueden explicar su pasividad. Entre ellas, la consideración de que su problemática es ajena a la que soportan los sectores sociales más desfavorecidos. Craso error. La crisis golpea con saña, y por igual, a la inmensa mayoría de la población. Por tanto, es urgente incorporar a todos los sectores afectados por la misma a la tarea de reorientar el rumbo de la economía y de la política.
Ojalá la próxima protesta ciudadana sea unánime. Entre otras cosas, para que nadie se atreva a experimentar con todos nosotros, como ratas de laboratorio.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

HUELGA GENERAL DEL 14N: RESPONDE EL PEQUEÑO COMERCIO

A las doce de la noche del día D, en el inicio de una jornada de huelga general que pueda romper hitos históricos, me ha resultado sumamente estimulante comprobar la adhesión a la misma -anunciada a través de carteles bien visibles- de los bares de copas más señeros del centro histórico de la ciudad de Murcia.

También me ha resultado gratificante comprobar lo que -¡ojalá no me equivoque!- puede ser una respuesta notable del resto del pequeño comercio. En las fotos, puede comprobarse el anuncio del cierre de un comercio de la calle Rambla de Murcia, cercano a la zona de las tascas, decisión adoptada por la asamblea de trabajadores del centro. Y es que muchos pequeños comerciantes han entendido que en esta huelga existe, más que nunca, una comunión de intereses entre ellos y los sectores asalariados de la sociedad.

 Repito: a estas horas de la noche, por lo que he podido ver en la calle, en el recorrido que ha realizado con el piquete que ha partido de la plaza de Santo Domingo, parece que el seguimiento de la huelga puede romper hitos históricos.




jueves, 8 de noviembre de 2012

REGIÓN DE MURCIA: MARCHA CONTRA EL PARO, LA PRECARIEDAD Y LOS RECORTES SOCIALES

Marcha contra el paro, la precariedad y los recortes sociales. Vídeo de la salida esta mañana desde Moratalla. 
El próximo domingo, día 11, apoya con tu presencia la marcha desde Molina (a partir de las ocho de la mañana) hasta Murcia, ciudad en la que concluirá esta semana de movilizaciones con una magna manifestación. No puedes faltar. La situación en que está sumida la Región hace que tu presencia resulte imprescindible. 
Y no lo olvides: el próximo 14N, a la huelga general.

martes, 6 de noviembre de 2012

La Región se hunde

 http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/11/06/region-hunde/437368.html

Quién nos iba a decir, hace unos pocos años, cuando el Gobierno regional de Murcia se enorgullecía del crecimiento anual del PIB por encima del 3%, que hoy nos encontraríamos en la situación en la que estamos. Porque es evidente que la gente lo está pasando mal, muy mal. Tan mal que sólo el colchón amortiguador de la familia viene retardando el estallido de un conflicto social. El declive económico (el propio consejero de Economía, Juan Bernal, admite que el decrecimiento para el 2013 va a ser del 0,5 % del PIB regional) y el deterioro de los parámetros que miden el bienestar social es de tal dimensión que resulta sorprendente la pasividad y atonía de un importante sector de la población a la hora de plantar cara y exigir respuestas contundentes a los responsables del desaguisado en que nos han metido. Pareciera que vuelve a reeditarse aquella Murcia decimonónica del régimen de la Restauración, en que campaban a sus anchas terratenientes y caciques. Hoy, en pleno siglo XXI, la sociedad murciana, víctima de un evidente déficit democrático, secuestrada y amordazada en virtud de la mayoría aplastante  que posee el Partido Popular desde hace unos años, parece no haber abandonado esa secular sumisión a los que mandan.
En efecto, sorprende que en una Región en que languidecen en los despachos judiciales indicios que imputan nada menos que a diecinueve alcaldes por delitos urbanísticos la exigencia social de responsabilidades políticas y penales casi brille por su ausencia. Como preocupante resulta la escasa respuesta solidaria de los bancos y de las instituciones a la situación a la que continuamente se ven abocadas cientos de familias desahuciadas de sus viviendas en virtud de expedientes redactados desde los despachos de banqueros sin escrúpulos. Sólo la perseverante y tenaz labor de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PHA) ha logrado mitigar, en parte, este drama atroz que amenaza con cebarse cada vez con más personas. Y, en ese sentido, la marcha contra el paro, los recortes sociales y la precariedad, convocada por  la PHA y el Foro Social en varios municipios de la Región entre los días 5 y 11 del presente mes, se me antoja totalmente oportuna, por necesaria.
Porque, en nuestra Región de Murcia la pobreza avanza imparable,  afectando a un 30,9 %, es decir, a cerca de medio millón de personas, según datos de Eurostat. Pero el Gobierno regional no reacciona con la puesta en marcha de un plan de choque. Choca ver a un presidente regional, absentista, paseándose por los despachos de Bruselas, mientras un importante sector de la población asiste impotente, día a día,  a la merma de sus posibilidades  de mera supervivencia. Como resulta preocupante que, aparentemente, a ninguno de los consejeros regionales parezca quitarle el sueño que el paro en la Región pueda dispararse hasta el 30% a corto plazo. Frente a esto, el Gobierno regional responde con la disminución de las partidas presupuestarias destinadas al Servicio de Empleo y Formación en un 45%, recorte que se suma a los que afectan a Sanidad, Educación, Dependencia…
Frente a tal estado de cosas, no hay síntomas de que desde las altas instancias del poder político y de los sectores empresariales se reaccione. Todo se fía a proyectos faraónicos y megalómanos de difícil ejecución y de dudosa rentabilidad social: el macropuerto de contenedores de El Gorguel; la Paramount; la  insistencia en convertir Cabo Cope en una marina destinada al fracaso (como en Castellón); el aeropuerto de Corvera, presumiblemente inviable (como el de Castellón), cuando ya teníamos plenamente operativo el de San Javier…
La situación sabemos que es grave. Muy grave. A ella han contribuido desde los bancos alemanes que financiaron la burbuja inmobiliaria en la Región, pasando por Angela Merkel que impone condiciones al gobierno central para recuperar esos créditos, y, desde luego, las draconianas medidas de ajuste de los gobiernos de Rajoy y Valcárcel. Y, en ese sentido, contra quienes tratan de recortar derechos, penalizar la disidencia y retrotraernos, con ello, a periodos aciagos de nuestra historia más reciente, creo que la próxima huelga general del 14 de noviembre -por primera vez simultánea en varios países europeos del área mediterránea-, en la medida que es la expresión del cabreo y la desesperación de la ciudadanía, merecería tener en Murcia un seguimiento masivo. Porque quienes nos gobiernan han de oír el clamor de la calle, el grito desesperado de una población que no se resigna a ver cómo se hunde la Región, sin atisbar en el horizonte un futuro inmediato para las nuevas generaciones.

lunes, 5 de noviembre de 2012

MACIZO DE REVOLCADORES EN NOVIEMBRE

Macizo de Revolcadores: Collado de los Cuernos (1.800 m. de altitud), con sendero que conduce a a los picos de los Obispos y Revolcadores.

Impresionante lapiaz kárstico en el camino hacia Revolcadores, a unos 1.800 metros de altitud.

Otra vista del lapiaz

Macizo de Revolcadores: vista del Pico de Los Odres (1.880 m. de alitud), con nubes que anuncian la lluvia que caería, dos horas después, de manera generosa sobre estas altas tierras del Noroeste murciano.

jueves, 1 de noviembre de 2012

REGIÓN DE MURCIA: MARCHA CONTRA EL PARO, LA PRECARIEDAD Y LOS RECORTES



Etapas de la Marcha contra el Paro, la precariedad, los recortes:

1ª JORNADA: Salida de Alcantarilla 8 h. desde Plaza de la Constitución - Llegada a Librilla 14 h., Ambulatorios. Salida de Librilla 16 h. desde Ambulatorios - Llegada a Alhama 18:30 h. Plaza del Ayuntamiento
2ª JORNADA
Salida de Alhama 10:30 h. Plaza del Ayuntamiento - Llegada a Totana 18:30 h. Plaza del Ayuntamiento
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3ª JORNADA (7 de noviembre): Totana-Lorca
Salida de Totana 10:30 h. Plaza del Ayuntamiento - Llegada a Lorca 18:30 h. Plaza del Teatro
(Coincidiendo con el recibimiento por la ciudadanía de Lorca, tendrá lugar una Gran Manifestación por distintas calles y barrios de la ciudad, como el Barrio de la Viña, en recuerdo con los daños causados por el terremoto)
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4ª JORNADA (8 de noviembre): Moratalla-Calasparra
Salida de Moratalla 10:30 h. Plaza del Ayuntamiento - Llegada a Calasparra 18:30 h. Plaza del Ayuntamiento
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5ª JORNADA (9 de noviembre): Calasparra-Cieza
Salida de Calasparra 8:00 h. Plaza del Ayuntamiento - Llegada a Cieza 18:30 h. Esquina del Convento
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6ª JORNADA (10 de noviembre): Cieza-Molina del Segura
Salida de Cieza 8:00 h. Esquina del Convento - Llegada a Molina del Segura 18:30 h. Plaza del Ayuntamiento
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7ª JORNADA (11 de noviembre): Molina del Segura-Murcia
Salida de Molina del Segura 8:00 h. Plaza del Ayuntamiento - Llegada a Murcia 12:00 h. Plaza Circular
(Coincidiendo con el recibimiento por la ciudadanía de Murcia, tendrá lugar una Gran Manifestación por calles de la ciudad. A la altura de Espinardo -Jardín frente Estrella de Levante- se sumarán a la marcha las personas pertenecientes a la Universidad de Murcia que estén allí concentradas (10:00 h): estudiantes, personal de administración y servicios, docentes e investigadores).
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martes, 23 de octubre de 2012

REVOLCADORES EN OTOÑO

Pista que, desde Inazares, lleva a la base del pico de Los Obispos (Revolcadores)

Vista del pico de Los Obispos (2017 m. de altiud). Al fondo, se acercan las nubes de un frente atlántico que descargaría su lluvia unas dos horas después.

Vista del cortijo de Puerto Hondo, desde el camino que conduce al valle de la Rogativa, por el este,  y a Cañada de la Cruz, por el oeste.

Vista desde el macizo de Revolcadores. Al fondo, la Sierra del Segura.

CARTA ABIERTA A JOSÉ IGNACIO WERT

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/10/23/carta-abierta-jose-ignacio-wert/434638.html

Señor José Ignacio Wert: Me hubiera gustado encabezar esta carta con la consabida fórmula de ‘estimado señor’, pero he de advertirle que no manifiesto por usted aprecio alguno, aunque tampoco tengo motivos personales para expresarle lo contrario, habida cuenta de que no tenemos el gusto de conocernos. Pero, si he de referirme al juicio que me merecen sus actuaciones políticas, he de decirle que siento unas tremendas náuseas, que, pese a los actuales avances de la Medicina, vengo soportando durante estos últimos días.
Señor ministro, una vez llegado a la política, me asombra su capacidad para olvidar aspectos esenciales de su trayectoria profesional. O, al menos, no parece haberle servido de mucho su paso por empresas especializadas en sondeos de opinión (tales como Demoscopia, empresa que fundó y de la que fue presidente entre 1987 y 2003)  y análisis de audiencias. Y digo esto porque ha demostrado una tremenda capacidad para, con sus declaraciones y, lo que es peor, con sus acusaciones enervar a la comunidad estudiantil y a sus familias. Le cabe el mérito de haber sido el primero en lograr que las asociaciones de padres y madres de los centros públicos hayan apoyado, sin tapujos, la pasada huelga de la enseñanza. Quizás a usted, educado en el elitista Colegio del Pilar de Madrid, esta situación no le quite el sueño. Pero me va a permitir que le exprese que, con sus pretensiones de imponernos a todos, sin consenso alguno, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), nos manifiesta un absoluto desprecio. Quizás quiera pasar a la Historia como uno de tantos reformadores educativos que ha habido en este país (más próximo, desde luego, al franquista Ibáñez Martín que a otros), pero de la lectura de ese anteproyecto de ley se extraen situaciones preocupantes.
Preocupante es, por ejemplo, que del currículo de Primaria desaparezca la materia de Conocimiento del Medio. Quizás porque su intento de españolizar a los catalanes vaya más allá y, con ello, se proponga españolizar, así mismo, a vascos, gallegos, y, por si acaso, a andaluces, extremeños, murcianos…  
En el currículo de cuarto curso de la ESO sólo figuran como materias fundamentales la Educación Física, la Lengua, las Matemáticas y una lengua extranjera. La desaparición de la Educación Musical, a título de ejemplo, revela su profunda repugnancia a materias que inculquen algo más que unos  conocimientos meramente instrumentales.
¿Y qué decir de su olvido de la Historia? Un alumno o alumna va a cursar esa materia en segundo curso de la ESO, con 14 años. Y, si elige estudiar Ciencias, no va a volver a ver la Historia hasta el segundo curso de Bachillerato. O sea: un salto en el vacío de cuatro cursos sin que nuestros alumnos y alumnas sepan de la existencia de hechos históricos tan importantes como la Revolución Francesa, la revolución industrial, las revoluciones liberales del siglo XIX, las dos guerras mundiales, la eclosión de los fascismos, la caída del Muro de Berlín… No me sorprende. Usted mismo ha afirmado que no es esencial saber sobre revoluciones ni totalitarismos. ¿Acaso teme que el conocimiento de la historia de las revoluciones predisponga a nuestros alumnos a emular a sus antepasados para hacerse dueños de las calles?  
Usted, señor Wert, concibe la enseñanza como una etapa destinada a seleccionar a los mejores, dejando a muchos alumnos y alumnas en el camino. Refractario a la idea de una Educación pública de calidad, considera que ésta ha de constituirse en una ‘factoría’ al servicio de la empresa privada (de ahí su repugnancia por materias del ámbito de las Humanidades), a la que se incorporan conceptos como la excelencia y  la competencia [versus competitividad]. Me recuerda usted a aquellos liberales del pasado siglo que, aun reconociéndoles el mérito de que lograron romper con las ataduras y atavismos del Antiguo Régimen, concebían el ejercicio de la política como una actividad reservada a los ‘notables’, esto es, a aquellos que disponían de suficiente capacidad económica.
Con sus pretensiones, señor Wert, está usted comenzando a destrozar la labor que, día a día, estamos intentando desarrollar tantos y tantos profesionales de la educación que creemos en ella como un instrumento privilegiado para la superación de barreras de todo tipo, sobre todo las derivadas de la distinta extracción social de origen. Por ello, soy uno más que le pide su dimisión.

martes, 9 de octubre de 2012

MURCIANOS EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZIS

Interesante actividad de la Asociación de Vecinos de Puente Tocinos (Murcia), para tener siempre presente la Memoria histórica.


PROCESO NEOCONSTITUYENTE

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/10/09/proceso-neoconstituyente/432156.html


Mi licenciatura del servicio militar coincidió, con escasos días de margen, con el primer mitin que en libertad organizó el PCE en el Parque de Torres de Cartagena en los días previos a las primeras elecciones a Cortes constituyentes, celebradas el 15 de junio de 1977. Recuerdo que, aún con mi cabeza semirrapada –exigencias de la mili de aquellos tiempos-, acudí a esa fiesta democrática. En las gradas del auditorio del Castillo de los Patos, miles de banderas rojas, con la enseña del partido, eran agitadas por gentes entusiastas que esperaban, aun con la incertidumbre del momento, que la formación política que había tenido más protagonismo en la clandestinidad para traer la democracia a España tuviera una representación en aquellas primeras Cortes acorde con el peso político que había demostrado, tanto en el exilio como en el trabajo clandestino en el interior.
Las urnas hablaron. Y la izquierda, fragmentada, no obtuvo la representación que se esperaba. Y aunque, paralelamente a los debates constitucionales, la postura de muchas fuerzas de izquierda era claramente rupturista, pronto muchos advertimos que aquella Transición se convertía en una transacción. Quien más cedió fue la izquierda, que hubo de abandonar señas de identidad como la reivindicación republicana. Pero, además, aquel régimen de la Transición supuso la intangibilidad de la estructura económica vigente en el franquismo, para lo que era imprescindible diseñar un marco de relaciones democráticas con algunas carencias que aún hoy se arrastran.
En efecto, con el pretexto de la crisis económica, aquella frágil democracia española está dando síntomas alarmantes de caminar hacia una estructura de Estado cuasi policial. La intolerable criminalización que, con ocasión de esa crisis  –un pretexto más para desmantelar gradualmente la democracia y el bienestar social en nuestro país- se ha dirigido en primer lugar hacia las cúpulas sindicales, luego a los liberados, para continuar con los funcionarios y, al día de hoy, con los movimientos sociales, tiene un objetivo claro: desarmar cualquier atisbo de contestación social. La vergonzosa represión de los  recientes –y crecientes-  episodios de protesta social es un síntoma preocupante, en la medida en que parece renacer ese franquismo residual que nunca nos abandonó del todo. La reciente propuesta de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, de ‘modular’ [sic] las protestas -lo que se concreta en el propósito del Gobierno de dar  luz  verde a una ley que nos convierte a todas las personas en potenciales sospechosos- y la afirmación de Marcelino Oreja de que la transmisión televisiva de las manifestaciones ciudadanas no hace sino alentar éstas son hechos que nos retrotraen, inevitablemente, a épocas que creíamos superadas. Y en ese marco, la razón por la que la desproporcionada acción policial del 25S y días siguientes no ha cristalizado en una protesta más contundente y generalizada tiene que ver no sólo con el miedo que se ha inculcado a amplios sectores de la población, sino también con la escasa raigambre de una auténtica democracia en nuestro país. La democracia renquea cuando el Estado es incapaz de garantizar una vivienda para todos (artículo 47 de la Constitución), con expedientes de desahucio que llevan a la desesperación a personas como nuestro paisano José Coy -en huelga de hambre en el momento de redactar estas líneas-; cuando el derecho al trabajo (artículo 35) es pisoteado sistemáticamente; cuando no se establece un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad (art. 31); cuando se viola gravemente el derecho de manifestación (artículo 21), alegando razones de desórdenes públicos que sólo están presentes en las mentes enfermizas de quienes tratan de coartar esos derechos fundamentales… Ante tal estado de cosas, las reivindicaciones secesionistas del nacionalismo burgués defendido por Artur Más, profusa y machaconamente repetidas por los mass media, suenan a cortina de humo para esconder problemas más graves.
Hubo un tiempo en que algunos exigíamos el cumplimiento estricto de esta Constitución, aunque no terminaba de convencernos del todo. Hoy, la evidente fractura entre unos gobernantes que obvian hacer efectiva esa Constitución y el resto de la población hace necesario caminar hacia un proceso neoconstituyente que devuelva a la ciudadanía  el protagonismo que durante estos años se le  ha venido hurtando. Hay foros varios y colectivos sociales y políticos que vienen demandándolo. De todos y todas depende que sea algo más que un desiderátum.

lunes, 1 de octubre de 2012

HA MUERTO ERIC HOBSBAWM

 
 
 
Ha muerto Eric Hobsbawm. Un referente intelectual de primer orden en este convulso inicio de siglo.Su análisis marxista de la realidad histórica, política y social del siglo XX cobra plena actualidad, en estos tiempos en que los nacionalismos de viejo cuño pugnan por cobrar protagonismo, paradójicamente cuando retrocede la soberanía de los Estados, ésa que reclaman quienes se aferran a la indentidad nacional para ocultar su querencia por caducas estructuras neoliberales que condenan a la mera supervivencia a pueblos enteros.
De la extensa obra de este autor recomiendo, cómo no, la "Historia del siglo XX", centuria que, en realidad, Hobsbawn la reduce al periodo comprendido entre 1914 -en que los antagonismos nacionales y los conflictos de clase desembocaron en la Primera Guerra Mundial- y el final de 1989, cuando la caída del Muro dio paso, según él, a una nueva etapa histórica.

Descanse en paz una de las mentes más lúcidas de nuestra Historia contemporánea más reciente.

jueves, 27 de septiembre de 2012

ÚLTIMOS FUSILAMIENTOS DE FRANCO



HOY HACE 37 AÑOS
 
En septiembre de 1975,  Franciso Franco era un dictador agonizante: a sus problemas de salud, que terminarían por llevarle a la tumba dos meses después, se sumaban sus preocupaciones y desvelos por mantener en pie una dictadura que empezaba a mostrar que estaba tan enferma como su propio jefe.

Nerviosos por la salud del dictador y acosados por las crecientes demandas de libertad y por la tensión entre los que propugnaban una apertura y los más acérrimos franquistas —"los del búnker" les llamaban—, los prebostes de la dictadura necesitaban dar un golpe de autoridad. Lo hicieron de la única forma que sabían: matando.
 

El 27 de septiembre de 1975 cinco jóvenes izquierdistas fueron fusilados. Tenían cara y nombre: Juan Paredes Manot, Angel Otaegui, José Luis Sánchez Bravo (paisano nuestro, de Murcia, Ramón García Sanz y José Humbero Baena Alonso. Sus nombres pasaron a la historia por ser los últimos ejecutados por una larga dictadura de casi 40 años que empezó matando por la "Gracia de Dios" y terminó haciendo lo mismo. Los dos primeros pertenecían a ETA; los tres últimos militaban del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), la organización creada por el PCE (m-l).

Estaban acusados de participar en varios atentados contra policías y guardias civiles. Algunos de los acusados habían empuñado un arma pero otros no. La única prueba con la que contó el tribunal fue la propia declaración de los acusados, obtenida bajo tortura.
 

Todos estaban condenados de antemano: el Consejo de Guerra que les condenó a la pena capital fue una farsa, sin ninguna garantía jurídica, sin pruebas. Las últimas ejecuciones del régimen tuvieron una enorme repercusión en toda España y en toda Europa. Hubo una enorme movilización, sobre todo en Europa, para evitar aquellas muertes. Hasta el Papa Pablo VI pidió clemencia a Franco, pero éste, pese al pavor que le producía una hipotética excomunión papal, firmó las penas de muerte.
 

En la madrugada del 26 al 27 de septiembre, España vivió su noche más larga. Luis Eduardo Aute inmortalizaría aquel suceso en una célebre canción: Al alba.


Paredes Manot y Otaegui, los miembros de ETA, fueron ejecutados en Burgos y Barcelona, respectivamente. Sánchez Bravo, García Sanz y Baena Alonso fueron trasladados desde la cárcel de Carabanchel hasta un cuartel en Hoyo de Manzanares (Madrid), donde poco antes de las ocho de la mañana  fueron acribillados por el pelotón de fusilamiento.


Pocos días después, y como si nada hubiera ocurrido, Franco, acompañado del joven Borbón Juan Carlos, comparecía en la plaza de Oriente, aclamado por los siempre presentes camisas azules falangistas.


Pasados ya 37años, aquel franquismo agonizante parece empezar a resucitar con nuevos bríos,  con acciones que tratan de deslegitimar y, sobre todo, criminalizar a la resistencia civil organizada. Y es que, en el fondo, el partido que nos gobierna nunca ha abandonado su querencia por aquel régimen. La prueba está en que no lo ha condenado.