Anoche, día 5 de octubre, en El Objetivo de Ana Pastor, un general de división ya jubilado expuso que hay un 85% de posibilidades de que Rusia, cuyo Ejército, al parecer, está retrocediendo en el sureste de Ucrania, llegue al emplear el arma nuclear, en principio con armas tácticas de limitado y concreto alcance.
(Foto: Getty Images)
Todo el programa de Pastor estuvo dedicado al riesgo nuclear en el que estamos inmersos. Habrá que agradecer a EEUU, a la OTAN y al Reino Unido, que se ha alineado indisimuladamente con Occidente, el que hayamos llegado hasta aquí.
Porque, si bien es cierto que Putin, violando el Derecho internacional, ha invadido un país soberano, también lo es que la política de acoso que ha venido practicando Occidente hacia Rusia, aproximando la OTAN y la amenaza que esa organización militar supone hasta sus fronteras, y el fuerte apoyo militar a Ucrania, han determinado que Putin, cual jabalí herido, haya incrementado su nivel de agresividad hacia Occidente, pues llegó a afirmar que sus amenazas "no son un farol".
Estamos ante una evidencia: así como las dos guerras mundiales fueron un instrumento del capitalismo más salvaje para la readecuación de las fuerzas productivas a un nuevo escenario de crecimiento y consumo, en estos momentos una hipotética, y nada deseable, III Guerra Mundial tendría unas connotaciones semejantes. Porque, además de la guerra de Ucrania, las maniobras militares norteamericanas en el Mar de China, que anticipan un enfrentamiento EEUU-China por la situación de Taiwan, y la respuesta norcoreana con el lanzamiento de misiles no auguran nada bueno.
Creo que, aunque no lo queremos ver, estamos asistiendo a los prolegómenos de esa III Guerra Mundial que cité arriba.
Frente a este escenario bélico, más que nunca, los pueblos del mundo han de alzar la voz para lograr que se consolide la paz y la coexistencia pacífica en todo el planeta.