martes, 27 de junio de 2017

Caminos hacia La Moncloa


http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/06/27/abrazar-cuartel/840682.html

Los analistas políticos y los propios medios de propaganda del PSOE vienen repitiendo que del último proceso de primarias, en los que la militancia ha tenido un gran protagonismo, ha surgido un partido renovado, con una posición de fuerza del nuevo secretario general que ha podido, por fin, desprenderse del lastre del excesivo peso de las baronías territoriales, que venían encorsetando el margen de maniobra desde Ferraz. Otros analistas, como Manolo Monereo, se preguntan, así mismo, cuál es el Pedro Sánchez que ha regresado con nuevos bríos a la política: ¿El del acuerdo con Ciudadanos? ¿El que se abre a un acuerdo con Unidos Podemos? ¿El que hará de la hegemonía del PSOE el objetivo central? El nuevo secretario general socialista se ha apresurado a afirmar que su objetivo inmediato es su llegada a La Moncloa, 'metro a metro' decía hace unos días en su comparecencia ante el grupo parlamentario. Pero varios obstáculos se interponen en ese camino. 
En primer lugar, está la necesidad de contar con un aliado fundamental de la izquierda: Unidos Podemos. Pero la relación del PSOE con la coalición de Pablo Iglesias Alberto Garzón se asemeja a la de aquellos socios de una entidad mercantil que se necesitan mutuamente, pero que también desconfían mutuamente. El encuentro que se producirá cuando estas líneas vean la luz estará presidido, pues, por esa circunstancia, agravada por el hecho de que Pedro Sánchez, en contra de lo que afirmara en la entrevista que le hizo Jordi Évole en La Sexta, vuelve a poner encima de la mesa el necesario acuerdo con Ciudadanos. Y es sabido que Ciudadanos y Unidos Podemos se vetan mutuamente.
En relación con lo anterior, otra dificultad no menor es la distinta percepción que del encaje territorial de Cataluña en el resto de España tienen las distintas fuerzas de la oposición. Conocida la postura centralista a ultranza de Ciudadanos, la necesidad de preservar o de incrementar (en el caso del PSOE) sus respectivas 'cosechas' electorales en los territorios históricos de Cataluña y Euskadi lleva a que Unidos Podemos defienda claramente el derecho a decidir, mientras que en el PSOE han desempolvado la vieja noción de 'nación de naciones', para no distanciarse demasiado de sus socios del PSC, propugnando un Estado federal.

Pero la auténtica dificultad para un cambio de inquilino en La Moncloa viene dada, como es sabido, por la aritmética parlamentaria. José Miguel Contreras, en su columna de infoLibre, asimila esos obstáculos de la aritmética parlamentaria a varios caminos que el líder socialista debe escoger en el bosque perdido para llegar al poder: 1. El Gobierno en solitario, para lo que una valla le impide el camino: los 176 diputados-as. 2. La Gran Coalición. Sería suicida que tomara esa opción: la militancia le ha dicho que nones. 3. La alianza de la izquierda: 85 del PSOE + 71 de Unidos Podemos. Faltan 20 diputados. 4. El camino de la independencia, en el que cada grupo entra por una puerta distinta. Al final, resulta que, con PNV, ERC, EH Bildu y PdCAT, podrían sumar 180. Pero cada grupo votaría por separado si siguen juntos o no.  5. El camino de las fuerzas del cambio. Sin embargo, Pedro Sánchez observará que, a medida que se acerque a la puerta, los grupos que le acompañan (Unidos Podemos y Ciudadanos) se marchan cada uno por su lado, dejando libre la entrada del camino.

Además de las dificultades aritméticas, hablaba arriba de la mutua desconfianza de las dos fuerzas llamadas a liderar la izquierda. Para Manolo Monereo está claro que con Pedro Sánchez se puede ganar a la derecha y neutralizar a Unidos Podemos, cosa en la que coincido con este analista. Tengo claro que la alusión Somos la izquierda nos revela a un PSOE que pretende ser hegemónico, dejándole a Unidos Podemos, según Monereo, el papel de formación política minoritaria, predispuesta a apoyos externos y con limitadas capacidades alternativas. «Es la nostalgia del 'viejo orden', de la estabilidad del bipartidismo perdido», dice este analista.
Un PSOE dispuesto, en su opinión, a definir espacios de convergencia y unidad con las demás fuerzas políticas democráticas y de izquierdas en aspectos tales como la denuncia del nuevo modelo de sociedad que progresivamente se va imponiendo en nuestro país, con desigualdad, trabajo precario, pobreza, exclusión social...

Empero, cambiar el patrón productivo y de poder; confrontar con los Tratados y directivas que vienen de la UE; defender un modelo de relaciones laborales basado en el pleno empleo, derechos sociales y laborales de las clases trabajadoras; proponer un nuevo sistema fiscal progresivo que grave a las grandes rentas y fortunas... ésas ya son tareas de mayor dificultad. Pienso que para ello se requeriría, usando un término gramsciano, que se consolide un nuevo sujeto histórico, ahora en construcción y que arrancó de las protestas del 15M, una auténtica mayoría política y social de izquierdas con posibilidad de llegar al poder.

Por la Historia sabemos que todos los cambios son procesos lentos. Desmontar la 'arquitectura' de la Transición de 1978 no es tarea fácil. Y, con seguridad, el PSOE tampoco está, hoy por hoy, por la labor.



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