miércoles, 13 de mayo de 2015

TRAS LOS PACTOS DEL MONEO

Artículo publicado en la edición impresa de La Opinión de Murcia en fecha 12-05-15

Con la que está cayendo, el último sondeo del CIS para la Región de Murcia dibuja un panorama desalentador para quienes esperábamos un cambio de ciclo político en nuestra tierra. El PP, el partido hegemónico en la Región en los últimos 20 años y responsable por tanto de la situación de colapso en que estamos, aun perdiendo la mayoría absoluta, obtendría de 21 a 22 escaños; el PSRM-PSOE, de 11 a 12; Ciudadanos y Podemos, 6, mientras que Ganar la Región podría quedarse incluso sin representación parlamentaria. Nada de cambio,  pues. Si se consolidan esos resultados, es fácil colegir qué apoyos puede tener el PP. Se lo ha puesto fácil la izquierda murciana, un sector de la cual ha venido expresando claramente sus reticencias a consolidar un frente común. Por ello, en este contexto hay que darle el valor que se merece a los intentos de la sociedad civil de situarse por encima de la pugna partidista para intentar sacar a esta Región del marasmo en que se encuentra.

Por iniciativa del Foro Ciudadano,  casi todos los partidos que concurren a los próximos comicios del 24 de mayo suscribieron hace unos días el Pacto del Moneo, esto es,  un acuerdo general para regenerar la vida política, con unos compromisos concretos: reformar la ley electoral regional, rechazar los pactos con formaciones políticas que mantengan imputados en sus listas,  y regular la Acción Legislativa Popular.

Sólo unos días después, y esta vez por iniciativa de los colectivos que integran la Marea Blanca, el Moneo fue también el marco en el que la casi totalidad de las formaciones políticas de la Región sellaron con su firma el compromiso, adoptado días atrás, de llevar a la práctica las propuestas de la Marea Blanca si logran formar Gobierno. Acuerdo que está justificado en la caída del gasto sanitario autonómico en un 22,4%, por encima del 20,3% de la media nacional, según datos de la Fundación BBVA.

Estos Pactos, que se han negado a suscribir tanto el PP como Ciudadanos, contienen unas propuestas novedosas, aunque de mínimos. Tras el 24M, habría que complementarlas con otras actuaciones:   establecer  mecanismos de dación de cuentas de los representantes electos, la revocabilidad de éstos a requerimiento ciudadano, revisión de la financiación de los partidos… Pero, además de que echamos en falta un pacto por la mejora de la Educación, hay situaciones dramáticas que exigen una inmediata respuesta a partir del 25 de mayo.

Un tema lacerante: el de la pobreza.  Según el último Informe sobre el Estado de la Pobreza en España, de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), más de 500.000 personas  se encuentran, al día de hoy, en esa situación.  Entre 2009 y 2013, la tasa de pobreza (en todas sus modalidades) pasó en la Región del 33,3% en ese primer año al 34,1% en 2013. Al finalizar éste, uno de los colectivos más afectados era el de los jóvenes entre 16 y 30 años. Especialmente lacerante es el hecho de que uno de cada tres niños convive a diario con esa lacra. Urge, pues, aprobar un plan de choque contra la pobreza. Hay que diseñar políticas activas de empleo y consolidar un nuevo modelo productivo con una apuesta decidida por la Educación y la inversión en I+D+i. Es precisa una reforma fiscal que genere los recursos necesarios para invertir la tendencia actual…

Un asunto que, en gran medida está relacionado con el anterior, es el de los recortes que se han venido dando en las prestaciones por la dependencia. La pobreza que viene afectando a un importante número de personas dependientes tiene relación directa con la suspensión o disminución de esas prestaciones.

No menos urgentes es legislar para impedir que el derecho básico a la vivienda venga siendo conculcado sistemáticamente por las entidades bancarias. Los desahucios son también, al día de hoy, un tema lacerante y que exigen una solución inmediata. Según el Consejo General del Poder Judicial, la Región de Murcia, con un 17 por mil  de ejecuciones hipotecarias en el periodo 2008-2013 (media estatal del 10,6 por mil) comparte el ‘honor’ de situarse en los puestos de cabeza de todo el Estado, sólo por detrás de Almería, Tarragona, Alicante, Castellón y Girona (nótese que esas provincias coinciden con la geografía del ‘pelotazo’ urbanístico). Y según el Instituto Nacional de Estadística, sólo en el primer trimestre de 2014 el número de ejecuciones hipotecarias sobre fincas urbanas registradas en la Región ascendía a 926.

En resumen. Es loable que la mayor parte de los partidos democráticos de esta Región haya dado el paso de sanear la vida pública y de defender el sistema sanitario. Pero, como hemos visto, quedan otros muchos asuntos pendientes. Sólo la presión de la sociedad civil, con mecanismos de fiscalización y control,  podrá conducirnos a un nuevo modelo de Región en la que el protagonismo, al margen del resultado de las urnas, resida en la ciudadanía.  


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