miércoles, 26 de enero de 2011

Multitudinaria manifestación en Murcia en contra del “tijeretazo” de Valcárcel, en silencio y con velas.













Es la séptima movilización habida desde el 22 de diciembre pasado, y congregó en las calles de Murcia a más de 60.000 personas, que demostraron su actitud cívica y el deseo de defensa de sus derechos de ciudadanía.

Diego Jiménez/Murcia.- Pese al bochornoso silencio mediático de los grandes periódicos de tirada nacional –con excepciones-, así como de las principales cadenas de TV, lo cierto es que las protestas contra la Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas, aprobada el pasado día 23 de diciembre en la Asamblea Regional de Murcia, han ido creciendo en intensidad. También en la diversificación de éstas. Hacía mucho tiempo que en Murcia, feudo electoral del PP, una Región hasta ahora sumida en la pasividad y la anestesia políticas, no se asistía en las calles a tal demostración ciudadana.

La manifestación que recorrió las calles de la capital de la Región el pasado martes, día 25, fue la más multitudinaria de las registradas hasta la fecha en la ciudad, si exceptuamos las protestas contra la guerra de Iraq de febrero y marzo de 2003. Con seguridad, más de 60.000 personas, no sólo empleadas y empleados públicos, sino también jóvenes, personas en paro, afectados por las hipotecas…, secundaron la convocatoria de los sindicatos UGT, CC OO, SATSE, Sterm La Intersindical, SAE, ANPE, CSIF y Sidi, para recorrer el trayecto que media entre la Plaza de la Fuensanta y la Plaza de la Cruz Roja de Murcia, logrando colapsar la Gran Vía murciana. El número de personas asistentes, procedentes de todos los puntos de la Región -y entre las que, según pudimos saber, se encontraban también pensionistas, funcionarios y sindicalistas venidos desde Castilla-La Mancha-  en lo que constituyó una hermosa lección de madurez cívica, era de tal magnitud que, cuando la cabeza de la manifestación alcanzó el lugar de llegada, la Plaza de la Cruz Roja, nos enteramos que aún había personas que iniciaban la salida en el punto de partida, distante casi kilómetro y medio de allí.

Velas y silencio contra acusaciones infundadas

Esta manifestación vino precedida, días atrás, por los claros intentos de criminalización de la izquierda social y política de la Región por parte del presidente regional, Ramón Luís Valcárcel, quien, a partir de la agresión sufrida por el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, acusó a la izquierda de ser “vil, canalla y cobarde” así como “poliédrica” y de estar detrás de esa agresión. Por ello, el día 25, los sindicatos convocantes, integrantes del llamado ‘Comité de crisis’, decidieron que, para dejar en evidencia esas injustas y graves descalificaciones, la manifestación sería silenciosa y sin pancartas, banderas o insignias de las organizaciones sindicales. Y así fue. A partir de las 18:30 (la manifestación esperó a los delegados sindicales que se entrevistaban en esos momentos con Valcárcel), la cabeza de la manifestación puso abrirse paso, con dificultad, entre las personas que, expectantes y ávidas de integrarse en la misma, esperaban en las aceras laterales, para iniciar el trayecto por la Gran Vía murciana. La música del “Réquiem” de Mozart abría la comitiva, junto con dos féretros, con leyendas tales como “'No al tijeretazo, dignidad y resistencia”, “Más recortes en Educación, menos futuro para la Región”, y “No dejaremos que entierren los derechos de los/as empleados públicos”. Esa preciosa obra de la música clásica y las velas que portaban las personas manifestantes, con una mayoría de ellas ataviadas de negro –tal como habían pedido desde la organización- confirieron a la marcha el aspecto de funeral que se quería mostrar.

El carácter cívico y pacífico de la marcha quedó demostrado cuando, a la altura del edificio en el que tiene su domicilio el presidente Valcárcel, varios sindicalistas, que habían previsto la presencia de una comisión de orden, se dispusieron en un cordón de seguridad ante la puerta del inmueble, por delante del notable número de fuerzas antidisturbios que la custodiaban. Al paso por ese lugar, los manifestantes alzaron las manos y las velas al aire, guardaron silencio y, con posterioridad, pudimos oír una emulación, adaptada, del canto litúrgico “Perdona a tu pueblo, señor…”, que trocaba la palabra pueblo por Valcárcel.

Y es que los escasos eslóganes que en estos últimos días se han ido coreando en las sucesivas muestras de protesta han sido adaptados para no incurrir en lo que Fiscalía entiende que pueden ser delito, a saber, airear frases reprobatorias hacia los miembros del Gobierno regional.

Cuando la cabeza de la manifestación alcanzó la plaza de Martínez Tornel, pudimos constatar el impresionante espectáculo que ofrecía una Gran Vía abarrotada y colorista, con miles y miles de velas que dejaron alfombrada la calzada con cera. Y, en ese punto, la pancarta inicial de cabecera, en la que podía leerse la escueta, pero significativa, frase “Los servicios públicos son de todos”, fue vuelta hacia los manifestantes, para, a continuación, seguir por la avenida Teniente Flómesta hacia la Plaza de la Cruz Roja. Allí se depositaron los féretros en el suelo y, sobre ellos, cientos de velas encendidas, escenificando el final del entierro simbólico de los servicios públicos.

Cerrando la manifestación, pudimos ver también carteles y pancartas portados por militantes de CGT con la leyenda “Los recortes nos afectan a todos”. Se hicieron visibles también en la misma integrantes de la Plataforma de afectados por las hipotecas, así como de la Asamblea de personas paradas, mientras que un grupo de jóvenes exhibía una pancarta, en negro, con las leyendas “Contra los desahucios, desobediencia civil” y “PP$OE=la misma mierda, no los votes”.

Valcárcel se reunió previamente con los sindicatos

Como se ha indicado arriba, la manifestación retrasó su inicio para esperar a la representación sindical que estaba entrevistándose con Valcárcel, quien adoptó esa decisión tras seis movilizaciones anteriores, en lo que algunas personas veían un claro intento de desactivar el movimiento de protesta.

Según noticias que hemos recogido de Europa Press, el consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, manifestó que el encuentro "ha puesto de manifiesto la voluntad de diálogo, de negociación y de llegar a un acuerdo" porque, a su juicio, "existe margen en la interpretación, en el desarrollo, en la aplicación de la Ley y en la modificación de aquellos aspectos que estimemos conveniente modificar".

Por su parte, Daniel Bueno, secretario general de CCOO de la Región de Murcia, ha confirmado que este encuentro ha servido para tener "un primer intercambio de impresiones, algunas de las cuales ya eran bien conocidas". No obstante, ha destacado que, por primera vez desde la aprobación de la Ley, "se abre la posibilidad de modificar la Ley".

Así, ha planteado que los sindicatos "tienen que analizar ahora en qué condiciones se puede afrontar ahora esa negociación", y ha anunciado que "en breves fechas veremos si hay posibilidad de avanzar en ese proceso de negociación y de llegar a un acuerdo que ha calificado como "difícil" porque la distancia "es enorme sobre las medidas adoptadas y cómo se afrontan los problemas derivados del control del déficit". Por ello, ha resaltado que el acuerdo va a significar "un esfuerzo por parte de todos, y del Gobierno regional, para poder cambiar la situación y para poder darle un mensaje a los trabajadores de la Comunidad de que se gobierna pensando en el bienestar de los ciudadanos y de los trabajadores".

Por su parte, el secretario general de UGT en la Región, Antonio Jiménez, ha recordado que la Ley "ha tenido una gran contestación social" y ha augurado que "la va a seguir teniendo, en tanto en cuanto no seamos capaces de llegar a una solución del gravísimo problema que ha generado esta Ley". "Puesto que grande es el problema, rápida tiene que ser la negociación y la eventual solución", según Jiménez, quien ha dicho que la negociación se va a iniciar inminentemente "con la ilusión y la responsabilidad que tenemos todas las organizaciones sindicales".

Al respecto, ha explicado que los empelados públicos de la Administración regional "nos piden la regresión de esta Ley y que las medidas recogidas en la Ley no tengan eficacia y se pueda recuperar el clima de relaciones laborales que siempre ha existido". Jiménez ha reconocido que "es complicado negociar, porque no es igual dialogar con los acontecimientos que han tenido lugar, y no es igual que sea una propuesta, o que sea una Ley ya aprobada". No obstante, ha mostrado su esperanza en que esas medidas "no tengan eficacia práctica". A su parecer, hay "otras alternativas", y ha puntualizado que los sindicatos "son capaces de plantearlas en este proceso de diálogo". Así, espera que se alcance una solución "con carácter inmediato".

Tras la reunión, ANPE y SATSE mantenían la necesidad de suspender la vigencia de la ley mientras se negocia.

Toni Carrasco, representante del STERM-Intersindical afirmó estar "enormemente preocupado" por el hecho de que Valcárcel también haya dicho que esta Ley "no es revocable", por lo que ha mostrado su escepticismo en llegar a un acuerdo "a menos que el Gobierno regional cambie y dé muestra de que se puede confiar en su palabra, que rompió con la aprobación de la Ley". Lamentó que Valcárcel haya dejado claro que «la ley no es revocable», a pesar de que considera que su aprobación sin negociación previa «fue una agresión, la segunda agresión en poco tiempo». Añadió que el presidente también dio «la palabra a acuerdos que luego nos quitó». Carrasco defendió en esa reunión los criterios que considera básicos para que la negociación se fundamente en pilares sólidos: en primer lugar, el reconocimiento de que el horizonte de la negociación debe ser a derogación efectiva de esa ley; en segundo lugar, que el planteamiento de la negociación debe ser global y no sectorizada, es decir, en ningún caso se aceptarán estrategias de divide y vencerás ni en las formas ni en el fondo de la negociación. Para ello, STERM-Intersindical considera que el único interlocutor válido por parte del Gobierno Regional debe ser el mismo Presidente atendiendo a la falta de palabra y la incapacidad mostrada por los diferentes Consejeros del ramo. En tercer lugar, la negociación debe ser unitaria, y fundarse en el principio de buena fe negociadora, sin intervenciones manipuladoras.

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