En tiempos pasados, criticamos duramente la posición belicista adoptada por el 'Trio de las Azores" (Bush, Blair y Aznar) y fuimos capaces de movilizarnos en el país, en febrero y marzo de 2003, con una intensidad no recordada en mucho tiempo desde las manifestaciones masivas contra la entrada de España en la OTAN a lo largo de 1985.
Avión de combate C-15. Ejército del Aire español
Entonces creíamos que el belicismo era un patrimonio exclusivo de la derecha. Pero hete aquí que una ministra del Gobierno progresista del Reino de España, la titular de Defensa Margarita Robles, se descuelga diciendo que va a enviar cazas a Bulgaria, país fronterizo con Ucrania, mientras que la fragata 'Blas de Lezo' se unirá a la flotilla de la OTAN en el Mar Negro. Eso no hace sino reforzar la presencia de las tropas españolas desplegadas en países fronterizos con Rusia, lo que incrementará la escalada de la tensión.
Esta ministra ¿socialista? se desmarca, así, de la línea negociadora que defienden algunos países con peso en la UE y se alinea claramente con las tesis belicistas de una OTAN liderada por EEUU, país que, escarmentado en sus 'aventuras' en Iraq y Afganistán, intenta resarcirse alimentando la tensión con Rusia.
Margarita Robles, ubicada como otras y otros ministros en el ala más conservadora del Gobierno de coalición, no puede, por tanto, seguir un día más ostentando la cartera de Defensa. En ese sentido, a los socios de Gobierno del PSOE, comenzando por Unidas Podemos (UP), compete exigir su destitución. Si ello no ocurriera, comprometería muy seriamente la continuidad de UP en el Gobierno.
Porque UP ha de retomar, en estas circunstancias, el eslogan NO A LA GUERRA.