Desde mi picoesquina
Una
provocación. ¿La primera?
Se veía venir. El choque de
trenes. Tan pronto como el delegado del Gobierno en la Región anunciara, en línea
con las reiteradas reivindicaciones vecinales, la fecha del segundo semestre
del 2020 para la llegada del AVE soterrado a la ciudad de Murcia, se ha
producido la respuesta del presidente regional, F. López Miras, haciendo algo que no debe hacer un presidente que
se dice representante de todos-as los murcianos y murcianas: un llamamiento a
la (“su”) sociedad civil murciana (porque, ¿cuántas personas caben en el Auditorio Víctor Villegas?) contra lo que
considera el ‘robo’ del AVE. Al adoptar
esa nefasta decisión, no sólo está confundiendo la parte con el todo, porque
está claro que de esa sociedad civil está excluyendo interesadamente a los
miles de vecinas y vecinos que llevan cientos de días de lucha en las vías,
sino que se ubica en una posición de deslealtad hacia el Gobierno del Estado que,
por lo que se ha visto hasta ahora, parece ser el inicio de una cadena de
confrontaciones permanentes.
Me van a perdonar el símil,
pero la postura del presidente regional y de su gabinete me recuerda mucho a la
del jabalí herido. Es evidente que el PP no ha digerido aún la forma en que Mariano Rajoy ha debido de abandonar la
Moncloa y se apresta, pues, con malas artes, a denostar todo cuanto proceda del
campo socialista y de la izquierda. Los exabruptos de su portavoz parlamentario
en las Cortes, Rafael Hernando, y
este disparate de llamar ‘robo’ a una decisión del Gobierno que sintoniza con
los vecinos y las vecinas de las vías, cuando con la gestión del PP no se daban
plazos concretos para la llegada del AVE soterrado, así lo demuestran.
Y, además, otra consideración.
El día elegido. Pudiera parecer casual convocar un acto en una fecha
aparentemente ‘inocente’ como la del 18 de julio, el día del alzamiento
fascista contra la República. Pero, a lo mejor, no lo es. Cuando desde el
Gobierno central se ha anunciado el inicio del proceso para una reforma
integral de la Ley de Memoria Histórica, con actuaciones que no debieran
haberse dilatado en el tiempo, como la nulidad de los tribunales franquistas,
la ‘resignificación’ del Valle de los Caídos, la ilegalización de fundaciones y
asociaciones que ensalzan al dictador, las exhumaciones a cargo del Estado,
etc., parece fuera de toda duda que la fecha elegida --por parte de un partido,
el PP, que ha venido mostrándose más que refractario al cumplimiento de esa ley
y ha exhibido públicamente su desprecio no sólo a las reivindicaciones
memorialistas sino a las víctimas del franquismo-- me parece un dislate.
Además, cuando por parte de señalados dirigentes del PP ha venido denunciándose
que la izquierda, precisamente, desea revivir cierto ambiente ‘guerracivilista’, la fecha elegida me suena a provocación. ¿Será
la primera de una serie de encontronazos graves con el Gobierno del Estado?
Por último, una reflexión más
sobre la sociedad civil a la que se refería López Miras. En ella, claro,
incluye a la CROEM. Una organización empresarial que ha venido situándose,
interesada e indisimuladamente, en una clara posición de defensa del interés
particular sobre el general. Porque me van a decir ustedes a quiénes, sino a
los que tienen los bolsillos llenos, puede beneficiar una obra faraónica que,
amén de llenar unos cuantos bolsillos más –ya saben, por los posibles
sobrecostes y las posibles comisiones-, va a condenar al común de los mortales
murcianos a viajar a la capital del Reino a un coste superior al del tren
convencional. Ese entusiasmo con el AVE de nuestra clase empresarial me
gustaría verlo también para exigir, con idéntico énfasis, la apertura de la
variante de Camarillas, pero con vías desdobladas y electrificadas desde
Chinchilla hasta Cartagena, que harían posible el trayecto de Murcia a Madrid
en algo más de tres horas. O para reivindicar una mejora urgente de las líneas
de cercanías, que, por lo que he leído, registran una pérdida constante de
viajeros por el mal estado de los trenes. ¿Acaso el disponer de trenes modernos
y cercanías mejoradas no es de interés general?
Me gustaría que la CROEM
aclarara también su posición sobre esos convoyes del Corredor Mediterráneo, de
casi un kilómetro de longitud en algunos casos, que van a atravesar la ciudad,
a veces cargados de mercancías peligrosas. No he visto a esta organización
empresarial defender un trazado alternativo para esos trenes, por ejemplo, en
paralelo a la autovía A7, para evitar los centros urbanos (alguien lo sugirió
en su momento).
Para mí queda muy claro,
vistas las posiciones coincidentes estos días del Gobierno regional y del
empresariado murciano en relación con el AVE, que hay una comunión de intereses
entre ambas instancias que atentan contra el interés general de todas y todos los
murcianos. Algún día, la sociedad civil, esa a la que apela López Miras, conocerá,
vía Auditoría u otras actuaciones, qué se escondía detrás de esta obcecación en
traer el AVE a cualquier precio.
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