Diego Jiménez/Murcia.- Los jóvenes Daniel y Raquel,
como cientos de personas convocadas por la Marcha de Mareas de Murcia,
acudieron al pasado 14 de diciembre al Palacio de Congresos Víctor Villegas de
Murcia, lugar en que se celebraba la Convención Regional del Partido Popular, en
un acto que contó con la asistencia de Mariano
Rajoy. La protesta transcurrió con total normalidad. Pero, a juicio de
muchas de las personas asistentes, era claramente visible el nerviosismo de los
componentes del numeroso despliegue de fuerzas antidisturbios, hecho que viene
repitiéndose en la Región de Murcia con demasiada frecuencia en los últimos
tiempos y con actuaciones que rayan los límites de lo permisible en un Estado
que se dice democrático. Al terminar el acto, y cuando ya la mayor parte de las
personas presentes en la protesta marchaba a sus casas, la policía procedió a
la detención arbitraria de Daniel y Raquel, hecho que vino precedido de
agresiones y empujones que no venían a cuento, habida cuenta del carácter
pacífico que había tenido la protesta y de que, en ningún momento, dichos
jóvenes mostraron resistencia ante dicha acción.
Por ello, pasados
unos días, ayer sábado, 21 de diciembre, más de un centenar de personas se
concentraron en frente de la Delegación del Gobierno de Murcia para mostrar su
apoyo a Daniel y Raquel. La
concentración y rueda de prensa había sido convocada por la Coordinadora Anti
Represión de la Región de Murcia (ARM) y contaba con el apoyo de multitud de
organizaciones políticas y sociales de la Región. Las personas presentes mostraron, durante el desarrollo de la rueda de prensa, fotografías de la arbitraria y desproporcionada acción policial contra estos jóvenes que, tras la detención, quedaron en libertad pero con cargos, concretamente los de "atentado a la autoridad".
Pedro Luis López, portavoz de la Coordinadora
Antirrepresión de la Región de Murcia, comenzó la rueda de prensa señalando “que la protesta del
pasado 14 de diciembre tuvo en todo momento un carácter pacífico” y
que las detenciones se produjeron
cuando ésta ya había terminado, por lo que podrían haberse evitado de
haber mediado más colaboración por parte de la policía.
Posteriormente,
en relación con la versión policial publicada en diferentes medios afirmando que “cuarenta manifestantes se abalanzaron
contra la policía cuando estos intentaron identificar a dos personas concretas”,
Pedro Luis López insistió en que las imágenes emitidas en diferentes medios “desmienten claramente esta versión” y
explicó que los allí presentes no tenían una actitud de no identificarse, todo
lo contrario, estaban solicitando “que se identificaran a cada una de las cerca
de cuarenta personas que permanecían retenidas”. Respecto a los cinco policías
heridos, explicó que, terminadas las detenciones, “no había ni siquiera algún
policía que se quejase de alguna parte de su cuerpo”, ni tampoco acudieron
ambulancias.
Terminó su
intervención exigiendo la dimisión
del Delegado del Gobierno, Sr. Joaquín Bascuñana, alegando falta
de credibilidad e incapacidad de control de las actuaciones policiales, y la retirada de los graves cargos que se
imputan a Daniel y Raquel, anunciando, además, que “la Coordinadora Antirrepresión está elaborando un dossier con imágenes, vídeos, partes de
lesiones y reveses judiciales de la Delegación del Gobierno que entregará a
organizaciones estatales e internacionales de Derechos Humanos, incluido el
Comisario Europeo de Derechos Humanos”, ya que, según Pedro Luis López, “lo que pasa en esta región no es normal”.
A continuación intervino Daniel, muy
emocionado, quien resaltó que ellos no
se identificaron pues no se les requirió hacerlo en ningún momento, ya que “la
policía en realidad quería identificar a otras dos personas”. Por último habló Raquel, que apenas pudo
articular palabra, para decir que no entiende las acusaciones tan graves que se
les imputan, cuando “no había ocurrido nada en toda la protesta y habían
mantenido una actitud pacífica en todo momento”.
Finalmente, la
rueda de prensa se cerró agradeciendo los apoyos y muestras de solidaridad de
todas las organizaciones y colectivos que así lo habían manifestado
públicamente, y también a los presentes en la concentración.