La asquerosa y denigrante situación que soportamos, con el ataque brutal a los derechos laborales -que nos retrotrae a los inicios de la Revolución Industrial-, la parálisis y recortes de las prestaciones sociales, el renacimiento de un nacionalcatolicismo de viejo cuño, la ficción del mantenimiento de una división de poderes que, en realidad, enmascara la hegemonía y el dominio del capital financiero sobre las instituciones y asociaciones de la sociedad civil... harían necesaria no ya una simple respuesta movilizadora sino, lo que creo que es más urgente, una rebelión ciudadana en toda regla, que debería incluir acciones contundentes de desobediencia civil.
El problema es que el actual partido que dicen tiene la ¿responsabilidad de Gobierno?, con una aplastante mayoría, se presenta dotado de la legitimidad que le han otorgado las urnas para practicar uno y otro dislate sin fin. Ante ello, ¿percibís, como yo, una especie de sumisión ciudadana y una aceptación de las políticas que practica el PP, en la convicción que las mismas vienen dadas por las prácticas de ZP, por lo que parece que "todo vale"? ¿Ayuda, para invertir tal estado de cosas, la tibia respuesta sindical ante los ataques sin fin a los derechos laborales largamente conquistados? ¿Es hora de que, como en Grecia, intensifiquemos todos los esfuerzos para consolidar una necesaria, por olvidada, lucha de clases?
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