Por tercer año consecutivo, como en otras cincuenta ciudades españolas y en más de un centenar de países de todo el mundo, se pide a los mandatarios mundiales el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, suscritos en las Naciones Unidas en el año 2000.
Diego Jiménez. Murcia, 21-10-2007.- La Alianza Regional contra la Pobreza de Murcia ha sacado a las calles de Murcia a unas 600 personas, que, en la tarde del pasado sábado día 20 de octubre, han pretendido llamar la atención de la sociedad y de los gobernantes sobre la paralización de las promesas habidas en el seno de la ONU en el año 2000, cuando 189 jefes de Estado y de gobierno suscribieron un documento en el que se comprometían a erradicar, para el 2015, la pobreza extrema y el hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad medioambiental y promover una Asociación mundial contra el desarrollo. En el ecuador de la fecha prevista, nada se ha hecho, por lo que manifestación de Murcia es una de tantas que alzan sus voces de protesta en el planeta para la consecución de esos objetivos.
La marcha, que ha circulado por las calles de la capital partiendo de la murciana plaza de Santo Domingo, lugar en el que ha concluido con la lectura de un comunicado, ha contado con el apoyo de personas integrantes de las ONGs que integran la coordinadora, de señalados dirigentes de IURM -organización que también ha participado en los trabajos de la convocatoria-, así como del PSRM-PSOE, y miembros del Foro Social y Foro Ciudadano.
Al término de la manifestación, cuya cabecera exhibía una pancarta alusiva al lema de la convocatoria ‘Pobreza Cero’, mientras que muchas personas llevaban globos con este mismo requerimiento, se dio lectura al comunicado de denuncia por parte de Eva León, del colectivo ‘El Candil’, Joaquín Sánchez, del Foro Social de Murcia, y John David Babyack, presidente del Consejo de la Juventud de Murcia. En el comunicado, se evidenciaba, entre otras cuestiones, el incumplimiento de esas promesas por parte de los países desarrollados y se criticaba el hecho de que los países empobrecidos no influyen en las instituciones de gobierno mundial, pues tanto el FMI como el BM imponen políticas que perjudican a los países pobres, con la amenaza de cortarles el acceso a los créditos si no pagan sus deudas.
Especial mención se hacía en dicho documento en el hecho de que tanto el G8 como la OCDE, la OMC y el resto de instituciones multilaterales vienen facilitando la economía especulativa y recortando la realmente productiva, así como la imposición por los países más ricos de normas comerciales injustas, pensadas para su propio beneficio, por lo que las crisis las pagan siempre los países más empobrecidos.
En el comunicado se exige del gobierno español la puesta en marcha de medidas coherentes y decididas, en la línea de las presentadas por la Alianza estatal contra la pobreza en 2005. “Es preciso invertir, llegar al 0,7% de nuestro PIB cuanto antes y destinarlo exclusivamente a proyectos de lucha contra la pobreza y desigualdad, cancelar la deuda externa de los países más empobrecidos y eliminar las herramientas con las que España continúa aún endeudando a esos países”, se dice en el documento, que exige de nuestros representantes en las rondas negociadoras internacionales “que nos representen a nosotros y nosotras, ciudadanos de a pie, solidarios y justos, preocupados por detener la locura de un mundo derrochador y depredador, consumista e insolidario, en el que vivimos a costa de la terrible pobreza de la mitad de la población del planeta”.
La marcha, que ha circulado por las calles de la capital partiendo de la murciana plaza de Santo Domingo, lugar en el que ha concluido con la lectura de un comunicado, ha contado con el apoyo de personas integrantes de las ONGs que integran la coordinadora, de señalados dirigentes de IURM -organización que también ha participado en los trabajos de la convocatoria-, así como del PSRM-PSOE, y miembros del Foro Social y Foro Ciudadano.
Al término de la manifestación, cuya cabecera exhibía una pancarta alusiva al lema de la convocatoria ‘Pobreza Cero’, mientras que muchas personas llevaban globos con este mismo requerimiento, se dio lectura al comunicado de denuncia por parte de Eva León, del colectivo ‘El Candil’, Joaquín Sánchez, del Foro Social de Murcia, y John David Babyack, presidente del Consejo de la Juventud de Murcia. En el comunicado, se evidenciaba, entre otras cuestiones, el incumplimiento de esas promesas por parte de los países desarrollados y se criticaba el hecho de que los países empobrecidos no influyen en las instituciones de gobierno mundial, pues tanto el FMI como el BM imponen políticas que perjudican a los países pobres, con la amenaza de cortarles el acceso a los créditos si no pagan sus deudas.
Especial mención se hacía en dicho documento en el hecho de que tanto el G8 como la OCDE, la OMC y el resto de instituciones multilaterales vienen facilitando la economía especulativa y recortando la realmente productiva, así como la imposición por los países más ricos de normas comerciales injustas, pensadas para su propio beneficio, por lo que las crisis las pagan siempre los países más empobrecidos.
En el comunicado se exige del gobierno español la puesta en marcha de medidas coherentes y decididas, en la línea de las presentadas por la Alianza estatal contra la pobreza en 2005. “Es preciso invertir, llegar al 0,7% de nuestro PIB cuanto antes y destinarlo exclusivamente a proyectos de lucha contra la pobreza y desigualdad, cancelar la deuda externa de los países más empobrecidos y eliminar las herramientas con las que España continúa aún endeudando a esos países”, se dice en el documento, que exige de nuestros representantes en las rondas negociadoras internacionales “que nos representen a nosotros y nosotras, ciudadanos de a pie, solidarios y justos, preocupados por detener la locura de un mundo derrochador y depredador, consumista e insolidario, en el que vivimos a costa de la terrible pobreza de la mitad de la población del planeta”.