martes, 24 de enero de 2017

El franquismo sobrevive

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/01/24/franquismo-sobrevive/800221.html

En estos más de cuarenta años transcurridos desde la muerte del dictador Franco, parece innegable que, a la luz de ciertos comportamientos y actitudes, hay un franquismo sociológico incrustado en una parte significativa del pueblo español que no ha logrado soltar del todo las amarras que le ataban a ese aciago periodo de nuestra Historia más reciente. Franquismo sociológico al que hay que añadir el que, sin duda alguna, perdura en algunos partidos e instituciones del Estado. Por ejemplo en el PP. El hecho de la inexistencia en España de una formación política que sea la nítida expresión de la extrema derecha hace posible que personas identificadas con esa ideología hallen cobijo en las filas del partido del Gobierno. Unos cuantos hechos.
El pasado mes de diciembre, por la prensa conocimos el homenaje tributado por la Fundación Francisco Franco a tres cargos del PP por honrar la memoria del caudillo, con la concesión de los diplomas de Caballero y Dama de Honor. Los ´méritos´ de Antonio Pozo, alcalde popular de Guadiana del Caudillo, y de Ana Rivelles, alcaldesa de la localidad toledana de Alberche del Caudillo, fueron, como cabe suponer por la denominación de sus respectivas localidades, el negarse a suprimir, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, el nombre del dictador.
Otro homenajeado, Juan Antonio Morales, diputado de la Asamblea de Extremadura, se unió a las personas anteriores. Una y otros coincidieron en defender su supuesta ´verdad histórica´ relativa al dictador, y afirmaron que la Historia del franquismo ha sido tergiversada en los manuales escolares. El asunto tiene su enjundia. Una broma sobre Carrero Blanco de la tuitera murciana Cassandra lo entiende la Fiscalía como enaltecimiento del terrorismo. Entonces, ¿me quieren explicar qué denominación le damos al hecho de ensalzar la figura de un dictador sanguinario, donde los haya? Si hay franquistas camuflados en el seno del PP (que, dicho sea de paso, se ha venido negando a condenar el franquismo y que ahora niega que el Valle de los Caídos sea un memorial para la exaltación de la memoria del dictador), a lo mejor es que estamos siendo gobernados por un partido que sólo formalmente abraza ciertas posiciones democráticas. Y digo formalmente con toda rotundidad. ¿Recuerdan a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, defender hace un año la figura de Millán Astray, al que consideró benefactor? Sí, el mismo que interrumpiera el discurso de Unamuno en la Universidad de Salamanca al grito de ¡Muera la Inteligencia, viva la Muerte! y que capitaneaba una Legión que masacró a sangre y fuego la revolución de Asturias de octubre de 1934 y posteriormente se alineó gustosamente con los generales golpistas del 36.
En otro orden de cosas, cuando arriba citaba que el franquismo aún seguía también incrustado en el seno de las instituciones, me refería, por ejemplo a la Audiencia Nacional. A estas alturas, con una democracia que está haciendo aguas (La Ley Mordaza y el reciente caso Cassandra son algunos de los ejemplos más nítidos), coincidirán conmigo en que las actuaciones y resoluciones de este alto Tribunal nos retrotraen a etapas anteriores que creíamos superadas. Unos ejemplos.
La Audiencia Nacional se negó a extraditar a Argentina, en la causa contra el franquismo que instruye la jueza María Servini, al exinspector de policía Juan Antonio González Pacheco, ´Billy el Niño´, al considerar que los trece delitos de torturas que se le atribuyen no pueden considerarse de lesa humanidad. De haber sido reconocidos como delitos de genocidio, no hubieran prescrito, pero, al ser ´sólo´ torturas, el plazo ya se ha cumplido, pues se cometieron entre 1971 y 1975. También se rechazó la extradición del exguardia civil Jesús Muñecas Aguilar, por el mismo motivo. Y recientemente, hemos conocido que un militar argentino, responsable de torturas en la dictadura militar de aquel país, campa a sus anchas por España. El excoronel Rodolfo Wagner, reclamado por 48 delitos por el Juzgado Federal de Mendoza, fue detenido por la Policía española e ingresó el 9 de marzo del pasado año en los calabozos de la Comisaría General de Información, en Canillas, pero fue puesto inmediatamente en libertad por orden de la Audiencia Nacional, al considerar que dichos delitos habían prescrito.
La Audiencia Nacional es una ´tachuela´ incrustada en el seno de un Estado formalmente democrático. Recordemos que se creó por Decreto Ley el 4 de enero de 1977, el mismo día en que fue disuelto el Tribunal de Orden Público (TOP) franquista, con unas funciones similares. Recordemos que, a su vez, el TOP vino a sustituir la labor desempeñada por los tribunales militares y asumió la totalidad de las actuaciones propias del Tribunal Especial de la Masonería y el Comunismo. Y recordemos también que, según el articulista Enrique Roldán, hasta 16 jueces del TOP (esto es, el 62,5% del total) fueron magistrados en la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo durante la democracia y mantuvieron la Cruz de Raimundo de Peñafort, una medalla al mérito jurídico instituida en 1944.
En resumen: franquismo sociológico, franquismo institucional y tics al menos autoritarios (por calificarlos eufemísticamente) en dirigentes del PP. El franquismo sobrevive.

martes, 10 de enero de 2017

RETROSPECTIVA DE 2016

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/01/10/retrospectiva/796611.html

Cuando estas líneas vean la luz, se cumplirán nada menos que diecisiete años de mi colaboración estable con LA OPINIÓN al que, cada vez más, considero mi propia casa. Diecisiete años en que, con algún parón veraniego, me he asomado quincenalmente, desde mi picoesquina, a algunos de los temas que nos marca la actualidad. Procurando, eso sí, enfocar mis análisis con rigor y apego a fuentes documentales para dotarlos de credibilidad. Y como es bueno, a veces, detenerse para echar una mirada atrás, me he propuesto en esta primera columna quincenal de 2017 relatar sintéticamente el contenido de algunos de los artículos del pasado año.
El tema del laicismo lo abordé en sendos escritos de marzo y diciembre pasados, citando, respectivamente, la moción de Cambiemos Murcia, que no prosperó en el Pleno municipal, y la mesa redonda organizada en el Moneo por Europa Laica-Región de Murcia, en la que se puso en evidencia, entre otras cuestiones, el peso excesivo que aún mantiene la confesionalidad católica en un país que, formalmente, según el artículo 16 de nuestra Carta Magna, es aconfesional.
La denuncia social y política tuvo cabida en artículos como Titiritero, profesión de riesgo, El presidente desprecia a Moratalla (con alusión a una visita de PAS a esa localidad en la que no se avino a reunirse con la alcaldesa del municipio) y Europa resquebrajada, una reflexión sobre el drama de la inmigración y la ruptura del proyecto europeísta que alumbraran personalidades de la talla de Adenauer, Winston Churchill, Alcide de Gasperi€ entre otros.

La Cultura no podía estar ausente. Y así, en mi artículo Ruta Argárica, del pasado mes de febrero, di cuenta de la visita que, acompañado de un nutrido grupo de personas, giré al yacimiento de La Bastida en Totana, citando el loable trabajo de recuperación de los restos de la que llegó a la ser la capital de un extenso territorio, y que conocemos gracias a profesores de la Autónoma de Barcelona como Rafael Micó y Robert Risch y la murciana Eva Celdrán. Por su parte, artículos como Marcos Ana, el poeta recientemente fallecido que fue el preso político que más tiempo pasó en las cárceles franquistas, y La trompeta de Isidro, una reseña del libro de Isabel María Abellán sobre el campo de concentración de Albatera, tienen, junto al indudable tinte cultural, una innegable dosis de reivindicación de la necesidad de preservar la Memoria Histórica.
Memoria Histórica que traté expresamente en los artículos Cárcel Vieja, ante todo, espacio de la Memoria, sobre la prevista rehabilitación de la antigua Prisión Provincial, y Abriendo brechas, de octubre y noviembre, respectivamente, del pasado año.
En Banqueros sin alma y en Incumplimientos, de los pasados septiembre y diciembre, expuse con nitidez cómo se conculcan el derecho constitucional a la vivienda así como la Ley 10/2016, reforma de la Ley 6/2015, ambas de ámbito regional, lo que se traduce en los desahucios sin fin y en el afloramiento de uno de los aspectos más lacerantes de la pobreza: no poder hacer frente al pago de suministros básicos como el agua y la electricidad.
El análisis de la actualidad política quedó reflejado en los artículos La pelota en el tejado del PSOE, de primeros de enero de 2016, en el que analizaba el escenario que se abría tras las elecciones del 20D de 2015, y en Por una izquierda rupturista, de finales de ese mismo mes, artículos en los que intuía hechos como los obstáculos que los barones territoriales del PSOE iban a oponer a Pedro Sánchez en sus pretensiones de formar un Gobierno de progreso; la dificultad añadida de un eventual pacto de las formaciones de izquierda tendente a ello; la posible repetición electoral, por las dificultades aritméticas y políticas citadas, y la previsible conformación de un tripartito, hoy consolidado, entre PP, PSOE, y Ciudadanos, el que ha venido denominándose la Gran Coalición. Por otro lado, en A la calle que ya es hora, del pasado mes de julio, a la luz del análisis de la jornada electoral del 26J, y en vista de que no quedaron colmadas las expectativas electorales de la coalición Unidos Podemos, propugnaba la necesidad de recuperar, junto al trabajo institucional, la presencia en la calle.

Pero si hay una artículo que tuvo una notable repercusión, según la página web de LA OPINIÓN, fue Las pensiones: son viables, del pasado octubre, artículo en el que traté de desmontar la falacia de la insostenibilidad del sistema público de pensiones apoyándome en datos de Eurostat y en la voz de personas expertas como Héctor Illueca, quien, en su conferencia en Murcia, afirmó que el mayor ataque a las pensiones no es el componente poblacional de la sociedad española, sino las políticas neoliberales impulsadas por los Gobiernos del PSOE y del PP.
Empezamos un Año Nuevo. Como en los diecisiete años anteriores, seguiré en la brecha, aportando mi modesta reflexión a cuantos temas la merezcan. Siempre que, claro, siga disfrutando de la confianza de todas y todos ustedes, amables lectoras y lectores.