martes, 24 de septiembre de 2019

Ahora que el Segura duerme

 https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/09/24/ahora-segura-duerme/1054684.html

"Voces expertas nos alertan de que nadie está preparado para soportar una tromba de agua capaz de descargar más de cuatrocientos litros/m2 en pocas horas. Sin embargo, esas mismas voces no dudan en achacar al factor humano gran parte de la responsabilidad de esas catástrofes"

 Diego Jiménez

Cuando estas líneas vean la luz se habrán celebrado en todo el mundo acciones contra el cambio climático, situación límite que voces expertas comienzan a calificar ya como emergencia climática. A las manifestaciones y huelgas juveniles que tuvieron lugar el pasado viernes, siguiendo la estela de la acción emprendida en solitario por la adolescente sueca Greta Thunberg en agosto de 2018, siguieron el foro juvenil por el clima en la ONU del pasado lunes y el encuentro de mandatarios mundiales. Y el próximo viernes, día 27, la ciudadanía mundial está convocada para emprender acciones de protesta con el mismo fin.

Ya nadie duda de que en la época en que vivimos, el Antropoceno, la acción humana sobre el planeta es directamente responsable de los cambios que está experimentando el mismo. Cuando, para caracterizar esos cambios, se habla de cambio climático, inmediatamente nos viene a la mente la imagen de calor, desertificación y sequías prolongadas. Pero la crisis climática es mucho más: huracanes destructivos, incendios forestales sin control, deshielo de los glaciares, lluvias torrenciales las más de las veces acompañadas de tormentas con mucha carga eléctrica, etc. Por desgracia, de esto último empezamos a saber bastante en el Sureste español. Y la cosa puede ir a peor.

Un estudio reciente del Observatorio de la Sostenibilidad establece que el Levante español, en torno al 2050, será unas de las regiones con un aumento espectacular de las precipitaciones intensas en el litoral. Las causas que provocan ese fenómeno han venido siendo explicadas didácticamente por las informaciones meteorológicas: el agua caliente del Mediterráneo lo está cada vez más (en el reciente episodio de la DANA, en el Mediterráneo occidental la temperatura se situaba sobre los 27-28ºC). La elevada evaporación y la entrada de aire frío en altura interactúan con un mar muy caldeado, lo que provoca las tormentas virulentas que, por desgracia, hemos soportado.

Voces expertas nos alertan de que nadie está preparado para soportar una tromba de agua capaz de descargar más de cuatrocientos litros/m2 en pocas horas. Sin embargo, esas mismas voces no dudan en achacar al factor humano gran parte de la responsabilidad de esas catástrofes.

En lo que toca a nuestra Región y a la Vega Baja, hubo une evidente falta de previsión de la Confederación Hidrográfica del Segura, al no realizar una limpieza exhaustiva de cauces de ríos y ramblas. Una fotografía aérea del 112 difundida por las redes sociales mostraba el cauce del río Segura taponado por cañas antes de su entrada a Murcia, lo que sin duda contribuyó a su desbordamiento en las zonas de huerta adyacentes, como las imágenes mostraban nítidamente.

En la supresión de meandros y el nuevo encauzamiento del Segura (un canal en realidad), realizado a partir del Plan de Defensa contra Avenidas de 1987 para acelerar la salida del agua hacia el Mediterráneo, no se tuvo en cuenta la tendencia natural del río a ocupar su espacio, cuando se producen crecidas extraordinarias como las que hemos conocido. Además, ese encauzamiento, en muchos puntos, está más elevado que las poblaciones circundantes, por lo que, cuando el río se desborda, el agua no puede regresar a su cauce.

La ocupación humana del territorio se ha producido obviando estas consideraciones. La Ley del Suelo de Aznar, al considerar urbanizable todo espacio que no estuviera especialmente protegido, es responsable en gran parte de la tragedia del Sureste español. Jorge Olcina, catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante, denuncia en un artículo reciente esa ocupación, durante décadas, de esas zonas inundables de la Región, como San Javier y Los Alcázares, en un contexto de inhibición y falta de diligencia (yo añadiría algo más) de las distintas administraciones. Según Olcina, en 2019 hay más territorio fluvial del Segura ocupado indebidamente que en 1987, pues se han urbanizado muchos espacios de antigua huerta y las ciudades se han extendido por lugares inundables.

Opina que si el ser humano hubiera respetado los espacios de los ríos, barrancos o ramblas (el caso de Los Alcázares es paradigmático en este sentido) inicialmente un episodio como el que hemos vivido en Murcia y Alicante no hubiera pasado de ser un proceso natural, propio de nuestras condiciones climáticas, recordando, sin embargo, que las inundaciones habidas en 1946, 1948, 1973 y 1978 fueron incluso más destacadas que esta última por sus efectos económicos y pérdida de vidas humanas.

Llegados a este punto, ahora que las aguas bajan más calmadas, ahora que el Segura 'duerme', es tiempo de arbitrar soluciones.

El profesor Olcina aporta, entre otras, las siguientes:
1. Repensar el encauzamiento del Segura, especialmente en Orihuela y Rojales.
2. Construir en las ciudades colectores de gran capacidad, depósitos para aguas pluviales y parques inundables.
3. Preparar los territorios para la nueva realidad climática y educar a la población para situaciones de riesgo y emergencia.
4. Elaborar buenos mapas de inundación a la escala apropiada.
5. Contratar en los Ayuntamientos a profesionales preparados para la gestión del riesgo.

A lo que yo añadiría otras actuaciones que podrían mostrarse eficaces a corto y medio plazo:
1. Construir más embalses de laminación de avenidas en los cauces de ramblas y ríos que vierten sus aguas al Segura.
2. Repoblación forestal en zonas desertificadas, afectadas de pérdida de suelo, con especies autóctonas, para mitigar la erosión y las consiguientes avenidas.
3. Reconsiderar el modelo de agricultura intensiva en el entorno del Mar Menor.
4. Reconsiderar, asimismo, el modelo urbanístico seguido hasta ahora, más orientado a la especulación del suelo, para llenar los bolsillos de muchos, engañando a la población, que al interés social.
5. Estudiar la posible influencia de la AP7 Cartagena-Alicante en la retención de las avenidas de las ramblas del Campo de Cartagena, y búsqueda, en su caso, de soluciones.

Ahora que el Segura duerme es tiempo de generar un debate en torno a la responsabilidad personal e institucional de la terrible tragedia en la Región y en la Vega Baja. Pero también es el momento de expresar nuestro inmenso agradecimiento a las fuerzas del orden público, Protección Civil, bomberos, personal sanitario, UME y voluntarias y voluntarios que, con su esfuerzo, han contribuido a mitigar los efectos de esa tragedia.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

FUENTES Y MANANTIALES NOS AVISAN

 https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/09/11/fuentes-manantiales-avisan/1051322.html

 Fuentes y manantiales nos avisan


Cuando se constata que las aguas del Trasvase no cubren la demanda, comienza la extracción abusiva de las aguas subterráneas. Fuentes del Consejo para la Defensa del Noroeste denuncian que la CHS viene autorizando concesiones de riego a grandes propietarios o empresarios con inscripciones de superficies y volúmenes muy superiores a lo que tradicionalmente se venía regando, mientras que la Administración y la Fiscalía parecen mirar hacia otro lado. 

Para mí es un tremendo gozo dejarme llevar por veredas y caminos de nuestras sierras del olvidado Noroeste murciano auscultando el alma del monte en la quietud y el silencio. Cuando, en contadas veces, me es dado otear, a lo lejos, sobre unas peñas, la estampa de la cabra hispánica desafiando a la gravedad o el vuelo silencioso y también ingrávido del águila, esas bellas imágenes me recuerdan que no somos dueños exclusivos de la Naturaleza.

Nuestra soberbia y supina ignorancia nos han hecho creer que este bello planeta azul que empezamos a habitar no hace más de tres millones de años nos pertenece. Hemos usado y abusado de sus recursos. Nuestro modo de vida y consumo ha hecho que uno de ellos, el agua, esté empezando a escasear. Vaguadas y barrancos y el vientre del monte, preñado de rocas calizas, la acogen en su seno, delatada su presencia, las más de las veces, por juncos, zarzas y rosales silvestres. Y, siempre, una hilera de chopos, que en verano exhiben, inhiestos, su verde follaje, nos alerta de su existencia en superficie o en el subsuelo. Junto a fuentes y manantiales se establecieron familias en cortijadas hoy abandonadas en muchas comarcas de nuestra Región. Por ello, el abandono de esos cortijos ha ido parejo al de esas fuentes y manantiales, muchos de ellos hoy secos.

La modalidad de agricultura intensiva destinada a la exportación es la responsable de ese irracional consumo de nuestras aguas subterráneas, una vez constatada la escasez (y no sólo por el cambio climático) del agua disponible en superficie. Por ello, un artículo de LA OPINIÓN de abril del 2017 ya nos advertía que, según lo estipulado por la Directiva Marco del Agua y las Aguas Subterráneas, todas las masas de agua que en 2027 no alcancen los niveles óptimos de explotación deben dejar de ser 'pinchadas'. Y según los datos de un estudio del profesor Emilio Custodio, de la Universidad Politécnica de Cataluña, el bombeo de los acuíferos sobreexplotados murcianos era de 460 hm3/año, frente a unos recursos de sólo 110 hm3. El profesor advertía de que las zonas más afectadas por las restricciones de agua serán, precisamente, las más secas de la Región (Altiplano, el centro, el Campo de Cartagena y el Valle del Guadalentín-Águilas). A mayor abundamiento, la sobreexplotación de nuestros acuíferos corre pareja al vaciamiento de nuestros embalses, sobre todo en ciclos de larga sequía.

Dense una vuelta por los pantanos de la Cuenca del Segura y comprobarán en qué estado se encuentran; o mejor: en qué estado los han dejado. A fecha 3/9/2019, embalsaban 245 hm3 (el 21,49% de su capacidad) cuando en la misma semana de hace diez años la media era de 486 hm3. Ante esa evidencia, la Comunidad Autónoma de Murcia y la Comunidad Valenciana se unen en defensa del Trasvase, mientras Castilla-La Mancha quiere ponerle fecha de caducidad. Lo cierto es que la cuenca del Tajo también sufre los efectos del cambio climático y, al día de hoy, no puede ceder ilimitadamente los recursos que se le piden. Unos datos: con una capacidad total de 11.012 hm3, embalsaba en esa primera semana del mes 4.332 hm3 (39,34%). Y nuestros proveedores a la cuenca del Segura, los embalses de Entrepeñas y Buendía, no están precisamente boyantes, con unas reservas en esas fechas de 255 hm3 (sobre 835 de capacidad) y 226 hm3 (¡sobre 1639!) respectivamente.

Si a estos datos incontestables se une el hecho de que se obvia que la Región de Murcia es una zona árida y sigue incrementándose sin control el perímetro regable, la polémica está servida. Y es que casa mal seguir reivindicando recursos hídricos externos cuando crecen sin cesar las plantaciones de hortalizas en tierras otrora de secano. Según datos de Proexport, desde la Región de Murcia se comercializa el 72% de toda la lechuga española, con destinos preferentes hacia Alemania, Reino Unido y Francia, por ese orden. En 2018, además, las exportaciones de frutas y hortalizas murcianas superaron los 2.500 millones de euros (el 20% del total nacional), con un incremento del 3% respecto a 2017.

Por eso, cuando se constata que las aguas del Trasvase no cubren la demanda, comienza la extracción abusiva de las aguas subterráneas. Fuentes del Consejo para la Defensa del Noroeste denuncian que la Confederación Hidrográfica del Segura viene autorizando concesiones de riego a grandes propietarios o empresarios con inscripciones de superficies y volúmenes muy superiores a lo que tradicionalmente se venía regando, mientras que la Administración y la Fiscalía parecen mirar hacia otro lado.

Esto está conduciendo a la pérdida de caudal de fuentes y manantiales. Los que siguen brotando hoy generosamente, como Las Tosquillas (Barranda, Caravaca de la Cruz) y la Fuente de Arriba (Benizar) corren serio peligro, denuncian, si continúan extendiéndose los regadíos ilegales en zonas de secano del Noroeste de la Región.

Ya es evidente que las Fuentes del Marqués, en Caravaca, han visto reducido su caudal de 300 a 150 litros/segundo, según un estudio de hace un par de años de Francisco López Bermúdez, catedrático emérito de Geografía Física de la UMU. Advertía, además, del peligro de la desaparición de un recurso hídrico que ha venido depositándose en el subsuelo desde el Pleistoceno, en el Cuaternario Superior, cuando los grandes periodos pluviales dejaban en la Región precipitaciones de hasta 800 mm/año.

El ingeniero, periodista y ambientalista Pedro Costa Morata, premio nacional de Medio Ambiente, lo tiene claro: «En esta comarca la larga mano del poder agrario incluye a empresarios relacionados con los regadíos degradantes del Mar Menor, que buscan su expansión por el Noroeste una vez enfrentados a las limitaciones de agua y la vigilancia judicial en el entorno de la famosa laguna salada», sentenciaba en un artículo reciente.

Los gobernantes de esta Región, los mismos que parecen atender, como en tantas otras actuaciones, más al interés particular de unos pocos aguatenientes que al general, vienen haciendo oídos sordos a estas voces expertas. Por eso cabe a la sociedad civil alzar la voz y movilizarse. Porque las fuentes y manantiales de nuestra Región nos están lanzando un serio aviso.