martes, 30 de mayo de 2017

El caldo de cultivo del terrorismo yihadista

Desde mi picoesquina (La Opinión de Murcia, 30-05-2017)


Recientes aún las imágenes de la última masacre terrorista en Manchester, con sus terribles secuelas de víctimas inocentes, quiero invitarles a que compartan conmigo una serie de reflexiones.

Refiriéndonos a Europa, sólo en estos dos últimos años la sinrazón yihadista ha producido más de 430 víctimas mortales. Pero frecuentemente los medios de comunicación occidentales hablan poco del terrorismo de otras zonas. El Observatorio de atentados yihadistas nos advierte que, a finales del pasado año, éste estaba presente en 22 países de Asia, África y Europa. Sólo en el mes de diciembre pasado, se registraron 113 atentados con un saldo de 823 víctimas mortales, con actos tan repulsivos como el de Madagili, (Nigeria), el día 9 de ese mes, en que dos niñas con explosivos adosados a su cuerpo provocaron la muerte de 46 personas, en acción reivindicada por Boko Haram, y el de  Adén (Yemen), en que las acciones del ISIS en agosto y diciembre de ese año provocaron más de 12o muertes.
Primera consideración, pues: el terrorismo yihadista es un fenómeno global, que sólo ha sido percibido como un peligro real cuando ha empezado a afectar a Europa, pero con un tratamiento informativo que deja mucho que desear. En ese sentido, es interesante la reflexión del filósofo Peter Sloterdijk, que vincula el terrorismo con la cultura del entretenimiento, del espectáculo, lo que viene a suponer una cierta banalización del terror y el sufrimiento. En opinión de este autor, a la hora de informar de estos horribles atentados importa más el relato que la imagen, es decir, lo que mantiene hipnotizado al público es la narración que trasmiten puntualmente los diferentes canales. Eso es lo que buscan los terroristas: que cale en la población su relato de sangre y terror, que sólo nos preocupa cuando nos golpea de cerca.  Por ello cuando estos hechos luctuosos suceden a miles de kilómetros de aquí el impacto emocional y mediático es mucho menor, cuando no está ausente. Baste decir que las guerras provocadas por la agresiva política exterior norteamericana y europea en Afganistán, Iraq y Libia han provocado la muerte de más de 4 millones de seres humanos, según nos recuerda el politólogo británico Nafeez Mosadeeq Ahmed, cifra a la que habría que añadir las más de 250.000 víctimas mortales de la guerra de Siria y el desplazamiento forzoso de 5 millones de personas.  Sin embargo, la indiferencia de la ciudadanía europea ante este drama –al igual que ante el de los refugiados-  es lo habitual.

Es obligado, por lo demás, pararse a pensar en otro aspecto del fenómeno terrorista: la autoría de esos horribles crímenes. Los analistas vienen preguntándose qué lleva a estos jóvenes, muchos de ellos nacidos y educados aquí, a estar dispuestos a inmolarse. Si nos atenemos a Salman Abedi, nacido en Europa de padres libaneses y al que se le tribuye la masacre de Manchester, quizás es que nunca se haya sentido de aquí ni de allá. Por ello, muchos de estos chicos desarraigados, pobres, marginados y poco integrados en sus sociedades de adopción se sienten tentados y atrapados fácilmente por las redes terroristas.
Otro asunto de ineludible cita es el que se refiere al tráfico de armas, de las que son los mayores exportadores los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (a España le cabe el ‘honor’ de encabezar ese ranking, situándose en octavo lugar), armas que mayoritariamente van a parar a zonas ‘calientes’. El negocio del tráfico de armas es el segundo en importancia a nivel mundial, tras el del narcotráfico. Y recordemos que las armas se fabrican para ser usadas. Por eso, cuando, aquí, en la rica Europa, experimentamos de cerca el horror, sintiéndonos, al menos por unos días, en estado de shock, hemos de recordar que, gracias a las armas que fluyen con profusión de manera ‘legal’ o por medio del contrabando, la muerte es visitante asidua, en proporciones muchos mayores, en otras partes del mundo. 

En ese contexto, el reciente acuerdo de Donald Trump con Arabia Saudí para la venta de armamento a ese país por importe de 110.000 millones de dólares, seguido de otro para combatir el terrorismo, y sus apelaciones a la búsqueda de la paz nos parecen actos de hipocresía pura y dura. La monarquía saudí no sólo no respeta los derechos humanos, sino que ha venido sosteniendo en Siria a algunos grupos terroristas que combaten a El Assad, sigue siendo el aliado preferente de EEUU, junto con Israel, para frenar el expansionismo iraní en Siria y Yemen, y acoge en su territorio al fundamentalismo wahabí, la ‘escuela’ de muchos grupos yihadistas.

Armas que destruyen viviendas. Armas que siegan vidas. Por ello, siempre habrá alguien que, aleccionado y manipulado convenientemente por otros, esté dispuesto a la venganza. Y por ello, mientras el objetivo de la política exterior de EEUU y la OTAN sea el desestabilizar esos países, por puro interés geoestratégico, el odio y el rencor, de allí o de aquí, seguirán siendo un perfecto caldo de cultivo para el terrorismo yihadista. Pero Occidente mira para otro lado.


martes, 16 de mayo de 2017

Olvidados de la democracia

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/05/16/olvidados-democracia/829532.html

(Inserto aquí mi artículo de La Opinión de hoy, con algunas correcciones de estilo y tipográficas, a  partir de la detección de algunos errores en el texto original,, añadido que va en negrita y cursiva.)

El periodista y escritor Carlos Hernández de Miguel (al que más abajo me referiré), en un artículo publicado en eldiario.es afirmaba que nuestros políticos de la democracia han tardado 41 años en darse cuenta de que Franco, uno de los mayores sátrapas de la Historia reciente, no merecía el honor de yacer en un mausoleo construido expresamente para ensalzar su 'obra'. Durante estos años de democracia tutelada inicialmente por los aparatos residuales del franquismo, y que nació de un Transición bajo la amenaza permanente del ruido de sables, está claro que no se ha logrado romper del todo las amarras con ese aciago periodo de nuestra Historia. En el debate del Congreso de días pasados, que aprobó una Proposición no de Ley con un carácter meramente simbólico, el diputado Xabier Domènech resumía la situación afirmando que no podemos considerar a España un Estado de Derecho mientras no se anulen los juicios sumarísimos y las sentencias extrajudiciales de la dictadura que llevaron a la muerte a miles de personas.

La sociedad española no ha logrado aún desprenderse del miedo inculcado durante décadas de manipulación y tergiversación de nuestra Historia contemporánea, pero parece recobrar el aliento en virtud del empuje reivindicativo, hoy, de las asociaciones memorialistas. Aunque, todo hay que decirlo, en paralelo ha surgido todo un movimiento revisionista que tiene su expresión, por poner unos ejemplos, en las obras de Pío Moa, Pérez Reverte y, más recientemente, en el libro 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular, del que son autores Manuel Álvarez Tardío Roberto Villa, obra desmontada, sin embargo, punto por punto, por José Luis Martínez, catedrático de Historia de la UAB.

Está claro que la llegada al poder del Partido Popular ha supuesto un freno respecto de los tímidos avances que se dieron en los siete años anteriores. Dos hechos preocupantes: en mayo de 2013, la delegada del Gobierno en Cataluña participó en un homenaje a los voluntarios de la División Azul. Ese mismo mes, el PP utilizó su mayoría parlamentaria para evitar que el Congreso de los Diputados declarara el 18 de julio como 'Día de la condena del franquismo', tal y como pedía Izquierda Unida.

En ese contexto, los aparentes gestos del Gobierno, indudablemente de cara a la galería, para recordar a las víctimas del franquismo han caído hasta la fecha en saco roto. Un ejemplo. García Margallo, exministro de Exteriores, no tuvo empacho alguno en prometer en mayo de 2015, en Mauthausen, con motivo del setenta aniversario de la liberación de ese campo de exterminio, que el Gobierno rendiría un homenaje a las más de 9.000 personas deportadas a ese campo y a otros, como Gusen, Buchenwald, Ravensbrück (un campo sólo para mujeres)... de las que murieron más de 5.500. Promesa incumplida hasta la fecha, pese al visto bueno del Parlamento.

Otro ejemplo nos sitúa en el evidente desprecio del Estado hacia la España del exilio republicano. Tras la inauguración en París, en mayo de 2014, por parte de la alcaldesa Anne Hidalgo, del Jardín de la Nueve (una compañía totalmente española que, al mando del general Leclerc, liberó esa ciudad en el verano de 1944),
tuvo que ser la alcaldesa de Madrid, y no el Estado,  la que hiciera lo propio hace unos días. En el homenaje, Manuela Carmena estuvo acompañada de familiares de aquellos republicanos heroicos; de la alcaldesa de París; de Rafael Gómez, el único superviviente de La Nueve, y de Eveleyn Mesquida, autora precisamente de La Nueve, entre otras personas. El acto culminó con el depósito de las cenizas de otro héroe de esa compañía, Luis Royo, en la Almudena de Madrid.

Quienes propugnamos que el franquismo quede enterrado definitivamente, para lo que es esencial no caer en el olvido, somos tildados inmediatamente de revanchistas. Nada más lejos de la realidad. No tenemos ningún reparo en reconocer los errores del periodo republicano y de la Guerra Civil, y las indudables acciones de venganza cometidas por unos y por otros. Pero sin que ello implique olvidar que, cuantitativa y cualitativamente, fue más abominable y atroz la represión llevada a cabo por el régimen franquista. De ahí que sean necesarios actos explicativos y mucha labor pedagógica para que esta ominosa etapa de nuestra Historia (por cierto, bastante ausente de los libros de texto, en los que no figura nada del exilio republicano y la represión franquista) no quede en el olvido.

En la noche del pasado jueves, la Asociación de Memoria Histórica de Murcia organizó un encuentro con Carlos Hernández de Miguel, que impartió una emotiva charla reseñando aspectos de su obra, arriba citada, Los últimos españoles de Mauthausen y, la más reciente, Deportado 4443, un libro con formato de cómic, ilustrado por Ioannes Ensis, y que versa sobre la figura de su tío, Antonio Hernández Marín, ya fallecido, uno de los deportados a Mauthausen. Obras como éstas son imprescindibles para conocer la tragedia de los exiliados republicanos, los grandes olvidados de la democracia. Un total de 420 murcianos, de los que murieron 254, fueron llevados a los campos de exterminio nazis. Como dijo el joven historiador Víctor Peñalver, que presentó el acto arriba citado, tenemos pendiente un reconocimiento en nuestra Región hacia ellos.

domingo, 14 de mayo de 2017

Murcia en la calle para exigir un AVE soterrado



Diego Jiménez/Murcia.-  Convocadas por la Plataforma Pro Soterramiento del Ferrocarril, unas 6.000 personas desfilaron el pasado sábado, día 13 de mayo,  por las calles de Murcia, hasta el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional, para protestar, una vez más, por la prevista llegada del AVE en superficie a la Estación de El Carmen.


Vista de la manmifestación a su paso por la Gran Vía de Murcia
La manifestación partió del paso a nivel de Santiago el Mayor y transcurrió, en un tono reivindicativo, pero festivo, animada incluso por una batucada juvenil, por las calles de Murcia, con presencia de familias enteras, políticos de los partidos de la oposición (que, sin embargo, cedieron esta vez el protagonismo a la ciudadanía) y colectivos sociales de apoyo.

Durante el recorrido se corearon cánticos y consignas tales como ‘Sí se puede, pero no quieren’, ‘Nosotros por arriba, el “pajarraco” (el tren) por abajo’, ‘Embusteros’, ‘Ni un paso atrás, el soterramiento lo vamos a ganar’, ‘Ballesta (en alusión al alcalde de Murcia),el muro en tu puerta’, ‘La oposición, si quiere soterrar, que haga presión’ y ‘El consejero es un embustero’, entre otros.

Abría la marcha una gran pancarta con la leyenda “Soterramiento de las vías ya. Basta ya de promesas incumplidas”,  de la Plataforma Pro Soterramiento, que era portada por vecinas y vecinos de los barrios afectados del sur de Murcia, como La Purísima-San Pío X, Santiago el Mayor, Los Dolores, El Carmen, Ermita del Rosario, Los Garres, Torreagüera, Los Ramos y Nonduermas, entre otros, que desde hace treinta años vienen negándose, y ahora también con la llegada de la alta velocidad, a que el ferrocarril siga partiendo en dos la ciudad y creando guetos. Además, la Plataforma Pro Soterramiento, que aglutina y defiende los intereses de los vecinos y vecinas más afectados del Sur de Murcia, entiende que la llegada del AVE en superficie es también un problema de toda la ciudad.


Visita relámpago, el día anterior,  del presidente de ADIF

Curiosamente, Juan Bravo, presidente de ADIF, giró una visita relámpago a Murcia el día anterior de la manifestación, en desplazamiento realizado en avión, lo que, a juicio de la Plataforma no sólo dice mucho del atraso ferroviario de la Región de Murcia, sino que se interpretó como un gesto tendente a desactivar la manifestación en que se exigía que se cumplan los compromisos pactados, y de los que hablaremos más abajo.

Bravo, en un reunión con los vecinos y vecinas en el Ayuntamiento de la capital, les prometió que el AVE llegaría soterrado a Murcia en 2020, y que, antes, lo haría en periodo de pruebas, pidiendo disculpas al vecindario por las molestias que dichas obras puedan causarles.

Pero los ánimos están soliviantados porque esas obras suponen algo más que molestias. La erección de una pantalla de cinco metros de altura mientras se abordan las obras del soterramiento va a suponer que ese muro quede, en algunos casos, a menos de un metro de las viviendas. Ante ello, Fomento plantea dos posibilidades: alquiler provisional para las personas afectadas o expropiación, sin más.

Promesas incumplidas

Recordemos que los treinta años de lucha vecinal por el soterramiento del ferrocarril a su llegada a Murcia condujeron, en 2006, a la firma de un Convenio a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma y el Ministerio de Fomento, convenio que, desde esa fecha, no se ha ejecutado. Dicho acuerdo preveía, entre otros temas, el soterramiento del ferrocarril en el tramo Los Dolores-Nonduermas, con una cota de menos ocho metros, y la construcción de una estación intermodal aprovechando la actual de El Carmen.

Esas obras han venido sufriendo retraso tras retraso, en medio de una polémica, pues las sucesivas modificaciones no han contado con el preceptivo impacto medioambiental y, además, las obras tropezaron con colectores de aguas residuales y hasta con los restos de alguna acequia.

Al día de hoy, Fomento sólo contempla el soterramiento inicial de un tramo de 500 metros, desde Los Dolores hasta el paso a nivel de Santiago el Mayor, cerca de la estación de El Carmen, mientras promete, como decíamos arriba, abordar la obra en torno al 2020, solución provisional que, por descontado, no contenta a los vecinos y vecinas, pues ya nadie se fía de nada, a la vista de la gran cantidad de veces que han visto las promesas incumplidas, acumulándose retraso tras retraso.

La oposición criticó la reunión de ADIF

Según recogió la publicación digital ‘Crónica del Pajarito’, la oposición política al PP -partido que gobierna el municipio y la Región merced el apoyo que le presta Ciudadanos-,  aun agradeciendo la visita del presidente de ADIF, manifestó que, como así ha sido, iba a estar presente en la manifestación ciudadana.

Así, José Ignacio Gras, del PSOE, lamentó que la reunión con el presidente de ADIF no sirviera para nada, al aparentar que se avanza pero sin tomar decisión alguna que contribuya a dar respuestas a reivindicaciones históricas como la del soterramiento integral.  

Poor su parte, la formación municipalista Cambiemos Murcia dijo que el único fin de la reunión convocada por el Ayuntamiento con ADIF y las entidades del Consejo Social sobre la llegada del AVE al municipio de Murcia era “desmovilizar” a la ciudadanía de cara a la manifestación convocada por la Plataforma Pro Soterramiento.

El concejal Nacho Tornel criticó que este no fue sino el enésimo anuncio de fechas, pero sin aportar documentación alguna ni desmostrar que estas fases anunciadas cuentan con presupuesto para su ejecución”. Para el concejal, la adecuación de la conexión ferroviaria Cartagena-Murcia-Madrid "es mucho más que el AVE", y el retraso que sufre la Región en materia de infraestructuras es fruto de un proceso de marginación por parte del Gobierno central.
Intervención de Joaquín Contreras

Al término de la manifestación, Joaquín Contreras, portavoz de la Plataforma Pro Soterramiento, tomó la palabra para dar lectura a un comunicado. En el mismo, afirmó que “paradojas de la vida, llegó en avión el responsable máximo de ferrocarril español, demostración palpable de las pésimas infraestructuras ferroviarias regionales”, para seguir afirmando que “ojalá nos hubiéramos ahorrado esta movilización  que  hubiéramos desconvocado gustosos si nos hubiera traído lo que a otros españoles  ha llevado: los de Logroño, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Cádiz, Castellón y un largo etcétera”.


Joaquín Contreras, portavoz de Pro Soterramiento, se dirige a los vecinos y vecinas ante San Esteban.

Criticó el retraso de las obras y la falta de voluntad política para abordarlas, al afirmar que “la terquedad, el empeño, la cabezonería de una llegada en superficie a la estación de  El Carmen no es comprensible,  ni es necesaria ni ha ocurrido en todos los casos. En  Valencia el AVE llegó a su debido tiempo pero no a su ubicación definitiva; llegó a  una localización previa y provisional la Estación Joaquín Sorolla- sin partir la ciudad,  y recientemente se ha resuelto su llegada a la estación definitiva. Es lo que aquí  debería hacerse para no correr riesgos en la propia fabricación de la estructura  necesaria, el soterramiento desde Los Dolores.  Con la ventaja de que nosotros  disponemos ya de la estación previa necesaria, sin necesidad de costo alguno: Beniel, tan sólo a 7 minutos de la Estación de El Carmen. La llegada en superficie con muros que parten la ciudadinfranqueables, para  después soterrar –siguió afirmando- es la que ofrecieron a  Valladolid, ciudad que  permanece dividida  después de 10 años  de AVE  y finalmente Fomento dice que no hace el soterramiento prometido”.

En el comunicado, Joaquín  enfatizó  que “es hora de pedir lo que es nuestro, porque esta Región se merece mucho más de lo que nos dan. Queremos un tren de cercanías a Cartagena, el mantenimiento de los cercanías de Alicante-Murcia, una vía de Camarillas desdoblada, electrificada y en uso; que se solucione el cuello de botella del Corredor con una circunvalación de mercancías para Murcia y Alcantarilla; la conexión directa a Cartagena, un tren de media distancia con Albacete y cercanías con Cieza. Deseamos una estación intermodal asociada al soterramiento de las vías del tren en la ciudad de Murcia.  Y todo esto pasa ineludiblemente por evitar la llegada en superficie a la Estación Murcia-El Carmen que propone Fomento y admite el gobierno dócil y sumiso de Murcia”.

 “Por la dignidad de esta regiónno podemos seguir consintiendo a nuestros gobernantes de la Región y de los ayuntamientos la sumisión servil y dócil a los intereses de Madrid ni de su partido, que hasta hoy han puesto por delante de los intereses generales de esta región.  Desmontaron paulatinamente la red regional de ferrocarril, nos desconectaron de  un Corredor Mediterráneo básico existente, cortando las vías en Almendricos-Baza,  en 1985 y suprimiendo el tren a Granada. Y ahora nos quieren obligar a ir a Madrid  danto tumbos por la Comunidad Valenciana, abandonando nuestro ferrocarril histórico”, concluyó.

  







martes, 2 de mayo de 2017

Cárcel Vieja y el ordeno y mando

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/05/02/carcel-vieja-ordeno-mando/825864.html

La participación ciudadana en los asuntos públicos es un precepto constitucional consagrado en el artículo 23 de nuestra Carta Magna. Además, la OCDE, en su Manual sobre información, consulta y participación, recomienda que la Administración pública reconozca la capacidad autónoma de la ciudadanía para discutir y plantear alternativas. La activa participación ciudadana es una nueva frontera de las relaciones entre instituciones públicas y sectores populares que algunos países, como Canadá, en donde es una prioridad fundamental, y Holanda, en donde la participación interactiva de la ciudadanía es fundamental en la toma de decisiones,  han empezado a explorar. Quizá sea en el ámbito municipal, dada la cercanía de la Administración a los vecinos y vecinas, donde esa deseada participación sea más viable. Pero ¿son éstas las líneas de actuación del PP en la Región de Murcia? Veamos.

El BOE del pasado 19 de abril publicaba el anuncio del Ayuntamiento de Murcia de la convocatoria del concurso de anteproyectos con intervención de jurado para la rehabilitación y puesta en uso del edificio de la antigua prisión provincial de Murcia, convocatoria que nace viciada en su origen: tanto el propio concurso como las bases administrativas que rigen el mismo han obviado la necesaria participación popular en ese proceso. Si, como se expresa arriba, el protagonismo de las ciudadanas y ciudadanos debiera ser el eje conductor en las actuaciones de los gestores públicos, ese planteamiento está puesto hoy en cuarentena claramente, pues los gobiernos del PP, en sus distintos ámbitos, están acostumbrados a considerar lo público como su particular patrimonio y, por lo mismo, son tremendamente refractarios a todo cuanto huela a participación y control popular. Recientemente, además, el Colegio de Arquitectos de Murcia (COAMU) organizó una jornada con expertos  para debatir sobre ese asunto, pero eminentemente técnica, y en la que a la actuación ciudadana se le reservaron 30 minutos.

Pese a tantos inconvenientes, la presión social, aunque menor de la deseada, ha influido, sin duda, para que el tema de la Cárcel Vieja se haya abierto un hueco en la agenda política y social. Recordemos que la apertura simbólica de las puertas de esa prisión, en octubre de 2015, en acto organizado por la Asociación de la Memoria Histórica de Murcia-Tenemos Memoria (MHMU), con la presencia de dos personas, hoy centenarias, que penaron en sus estancias, D. José Fuentes Yepes y el maestro D. José Castaño, fue el punto de arranque de la reivindicación de la rehabilitación y puesta en valor de ese edificio. Pero no puede caerse, como pretende el Ayuntamiento, en la banalización de ese espacio con una indefinición, al día de hoy, de usos futuros en los que, nos tememos, la Memoria Histórica ocupe –si es que lo ocupa- un lugar residual. Porque, como expuso el profesor Medina Albaladejo en el acto del COAMU (y yo mismo recordé en mi artículo la Cárcel Vieja, ante todo Espacio para la Memoria, del 3 de octubre de 2016 en este periódico), la antigua prisión provincial fue testigo de la ejecución de más de 540 personas entre 1939 y 1942, a las que hay que añadir las fusiladas con posterioridad, hasta 1945, y otras 60 que fallecieron por desnutrición y enfermedades varias entre sus muros.

El maestro D. José Castaño, en el centro, junto a D. José Fuentes Yepes, a la derecha de la foto, acompañados de José Sánchez, de la Asociación de Memoria Histórica de Murcia-Tenemos Memoria, entran a la prisión provincial de Murcia, setenta y seis años después de su paso por la misma, al finalizar la Guerra Civil. 

Esa es la razón por la que tanto la recién creada Plataforma Ciudadana Cárcel Vieja-Memoria y Cultura Viva como MHMU han presentado al Ayuntamiento un petición expresa para que en el punto 11 de las Bases administrativas del concurso se incluya un apartado que valore, con 9 puntos adicionales, el que en el futuro edificio remodelado haya espacios para  exposiciones permanentes e itinerarios didácticos sobre ese establecimiento penitenciario, junto a usos archivísticos, museísticos y biblioteca, vinculados a la defensa de los derechos humanos. Al mismo tiempo, se instó a los grupos municipales a la presentación de una moción, que iba a discutirse en el Pleno del pasado día 27, para intentar, al menos, modificar en parte las bases del concurso. En ella se pedía, expresamente, la definición de los aspectos memorialistas, concretándolos en un Museo de la Democracia, la Memoria Histórica y los Derechos Humanos, así como un recurso de apoyo a la labor investigadora sobre la Memoria Histórica local y regional.  Asimismo, la moción planteaba la necesidad de contar en el jurado del concurso con miembros de MHMU, algún catedrático de Historia Moderna y Contemporánea de la UMU y alguna persona en representación de los grupos municipales. Se pedía, además, que en ningún caso los usos de tipo hostelero fueran los primeros que ocuparan el recinto remodelado, para impedir que se diluya el prioritario carácter memorialista y cultural del mismo.
Pero la política del ordeno y mando del Ayuntamiento, personificada claramente en la figura del concejal responsable de Fomento, que convenció a Ciudadanos para que no apoyara dicha moción, hizo que, ante la posibilidad de que tanto este partido como el PP presentasen una moción alternativa, aquélla fuera retirada. Esperemos que la receptividad hacia alguna de las demandas ciudadanas que detectamos en el COAMU y la necesaria movilización social puedan  influir para revertir la dinámica municipal.