viernes, 25 de enero de 2019

VENEZUELA Y PARCIALIDAD INFORMATIVA

Murcia, 25-01-2019




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(En la foto, el edificio de la Asamblea Nacional de Venezuela)



Acabo de terminar mi sesión matinal de bici estática. Mientras pedaleaba, he estado chequeando las tres principales cadenas televisivas (TVE1, Antena 3 y Telecinco) que, como era previsible, centraban su programación matinal en el monotema de la situación en Venezuela. Todas y todos los comentaristas, ignorando las causas profundas del actual conflicto, se dedicaban a lanzar dardos envenenados contra Maduro y su 'dictadura', resaltando la ilegitimidad de su elección y críticando algunos aspectos antidemocráticos de la Constitución de aquel país. Y una excepción: la del periodista director de La Vanguardia Enric Juliana, que, con sus intervenciones, ha puesto algo de cordura. 

Enric abogaba por no perder de vista que la crisis venezolana exterioriza un nuevo episodio de la Guerra Fría: China acaba de conceder un crédito multimillonario al país para el relanzamiento de la producción de la Empresa Estatal de Petróleos de Venezuela, y Rusia estudia la posibilidad de instalar una base militar en una isla caribeña próxima a la costa de Caracas. 

Como era de esperar, TVE1 ha entrevistado al padre de Juan Guaidó ( razón por la que el embajador venezolano en Madrid, invitado al estudio, ha declinado su asistencia) mientras que Antena 3 ha hecho lo propio con el padre del opositor Leopoldo López. La imparcialidad informativa en los medios ha estado, un día más, ausente.

martes, 22 de enero de 2019

A CIEN AÑOS DEL ASESINATO DE ROSA LUXEMBURG


Desde mi picoesquina
 

 A cien años del asesinato de Rosa Luxemburg

"Las élites dominantes del capitalismo están dispuestas a hacer concesiones, en ocasiones, a la clase obrera siempre que sus organizaciones de clase no cuestionen sus intereses, al tiempo que alientan la división de estas organizaciones fomentando el acercamiento de algunas de ellas a las posiciones ideológicas, políticas y económicas afines a ese capitalismo"

22.01.2019 

El 15 de enero de 1919, un grupo de freikorps (paramilitares alemanes) asesinó a golpes y con un tiro en la sien a Rosa Luxemburg, fundadora de la Liga Espartaquista alemana. Su cuerpo fue arrojado a un canal de Berlín. Su camarada Karl Liebknecht no corrió mejor suerte: fue ejecutado en un parque cercano. El gobierno socialdemócrata de Ebert y Noske se dispuso, así, a acabar con la revolución espartaquista.
  • La Revolución Rusa de 1905 fue la primera gran manifestación de la lucha de clases en Europa tras la Comuna de París. En su libro Huelga de masas, partidos y sindicatos, Rosa Luxemburg planteó que había mucho que aprender de aquel proceso revolucionario y que la socialdemocracia alemana debería encaminar sus pasos en esa dirección. Fue el primer enfrentamiento con su anterior aliado, Karl Kautsky, que fiaba al próximo proceso electoral el aumento del número de escaños socialdemócratas en el Reichstag alemán. Este enfrentamiento marcó las líneas divisorias de la socialdemocracia alemana entre reformismo o revolución. Recordemos que a finales del siglo XIX el capitalismo había experimentado tan hondas transformaciones en Alemania que las clases dominantes se permitieron hacer algunas concesiones a la clase obrera, anulando las leyes antisociales de Otto von Bismarck de 1890 y permitiendo el nacimiento de los sindicatos y del mismo Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Rosa Luxemburg alertaba de dichas 'concesiones' y, en contra del ala revisionista de la socialdemocracia, opinaba que si la reforma social se convertía en un fin en sí misma ello sería un serio obstáculo para la lucha por una nueva sociedad. Esta inicial batalla contra el revisionismo anticipaba la que se iba a dar en los años siguientes.
    El estallido de la guerra de 1914 supuso un punto de inflexión en el desarrollo de los acontecimientos. Cuando, ignorando las consignas de internacionalismo proletario emanadas de la II Internacional, el SPD se aprestó a la defensa de los intereses de 'su' burguesía, votando los créditos de guerra el 4 de agosto de 1914 (con el voto en contra de Karl Liebknecht, el único diputado socialdemócrata que se opuso), la ruptura en el seno de la socialdemocracia era un hecho.
    Al inicio del conflicto armado, Rosa Luxemburg volcó todos sus esfuerzos en su labor propagandista en contra de ese enfrentamiento entre obreros hermanos. Pensaba que la disyuntiva 'socialismo o barbarie' se hacía patente en esa guerra, una manifestación del colapso al que nos conduciría el capitalismo si la clase obrera no se oponía a ello con todas sus fuerzas. Su posición claramente contraria a esa guerra motivó su ingreso en prisión, desde enero de 1915 hasta noviembre de 1918.
    La guerra, además, propició la división de los socialdemócratas: una facción del SPD fundó el Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania (USPD), mientras que el ala más izquierdista se organizó en un núcleo que incluía a Karl Liebknecht, Rosa Luxemburg, Clara Zetkin, Franz Mehring, etc. Rosa Luxemburg, desde la cárcel, escribía folletos revolucionarios. Ernst Mayer, encargado de la imprenta, inventó el nombre de Spartacus para este núcleo revolucionario: la Liga Espartaquista se constituyó en enero de 1916. A partir de ese momento, alentó una serie de huelgas que, por su carácter abiertamente revolucionario, chocaban con las tesis revisionistas del socialdemócrata Bernstein.
    Desde prisión, Rosa recibió con alborozo las noticias sobre la Revolución Rusa, aunque luego se distanciaría de los revolucionarios rusos en algunos planteamientos. La insurrección de los marineros de Kiel, el 3 de noviembre de 1918, fue el inicio de la Revolución alemana, con la creación (a imitación de Rusia) de consejos de obreros y soldados, pese a que, como nos recuerda Eric Hobsbawm, en su ya clásico libro La Historia del siglo XX, la clase obrera alemana no era especialmente combativa, y sí amante de las leyes y el orden, con unos sindicatos también acomodaticios.
    El 9 de noviembre de 1918, la huelga general obligó al káiser a dimitir. Se proclamó la República de Weimar, con el acuerdo entre el SPD y el USPD. Mes y medio después, el 31 de diciembre, quedó constituido el Partido Comunista Alemán (KPD), con la fusión de los espartaquistas con otros grupos revolucionarios.
    El periodista e historiador alemán Wladek Flakin no duda en afirmar que, a partir de ese momento, los socialdemócratas y los militares se prepararon para aplastar una revolución que había protagonizado la clase obrera, pero que no tenía un partido revolucionario sólidamente implantado para dirigirla. Por ello, un intento insurreccional mal preparado por el KPD llevó a la detención de sus líderes, con el final destacado el comienzo de este escrito.
    A cien años de aquellos hechos, ¿qué lecciones podemos extraer de ellos y que, creo, siguen plenamente vigentes?1. Las élites dominantes del capitalismo están dispuestas a hacer concesiones, en ocasiones, a la clase obrera siempre que sus organizaciones de clase no cuestionen sus intereses, al tiempo que alientan la división de estas organizaciones fomentando el acercamiento de algunas de ellas a las posiciones ideológicas, políticas y económicas afines a ese capitalismo.
    2. En relación con lo anterior, es notorio que, al igual que en la Alemania de la República de Weimar, la socialdemocracia europea ha venido ofreciéndose a gestionar los intereses del capital en los años que siguieron al final de la II Guerra Mundial, por lo que no es casual que, cien años después del fracaso de la revolución espartaquista, la pugna reformismo-ruptura siga incrustada en el debate de la izquierda.
    3. Y hoy, como hace cien años, el neoliberalismo capitalista se muestra totalmente refractario al reforzamiento de organizaciones de la clase obrera que cuestionen el orden establecido, razón por la que se dispone a debilitarlas, desautorizarlas y restarles protagonismo mediático y electoral.
    4. Y, por si ello no fuera suficiente, se recurre al miedo, con el impulso de organizaciones de extrema derecha.
         Y es que la Historia, aun no siendo cíclica, nos aporta lecciones a tener en cuenta.

lunes, 7 de enero de 2019

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA E INACCIÓN MUNICIPAL

Artículo publicado en La Opinión de Murcia, en su edición impresa, en fecha 06-01-2019


La persistencia de una situación anticiclónica viene siendo asociada a episodios altamente contaminantes, con repercusión en la calidad del aire en zonas urbanas. Murcia, una ciudad de tipo medio, no es ajena a este tipo de fenómenos. En días pasados, el consistorio capitalino llegó a decretar el nivel de alerta dos. Y ahí se quedó. La preocupante situación motivó, según recogía LA OPINIÓN del pasado día 28 de diciembre, la denuncia de Ecologistas en Acción ante el Ayuntamiento de Murcia y la Dirección General de Medio Ambiente, al haberse superado en la estación medidora de San Basilio los 50 microgramos por metro cúbico de partículas PM10, el límite fijado por la OMS, situación que la organización ecologista achacaba al tráfico motorizado, sobre todo.

Las partículas PM10 son sólidos o líquidos que están en suspensión en la atmósfera, en una escala de partes por billón, pero que pueden pasar al tracto respiratorio, a los pulmones e incluso a los alveolos, desde donde se difunden por el torrente circulatorio sanguíneo. Se generan por el tráfico urbano y otras actividades, como la quema de rastrojos agrícolas. 

La Fundación Española del Corazón advierte de que estas partículas actúan directamente sobre la mucosa nasal y bronquial, aumentando la posibilidad del desarrollo de cáncer de pulmón en grupos de población más sensibles: la infancia, ancianas y ancianos y mujeres embarazadas. Y, por si ello no fuera suficiente, afirma que está demostrado que la contaminación ambiental aumenta los episodios trombóticos. 

Otro de los componentes dañinos para la salud es el ozono. Este gas inerte e inodoro, necesario para el planeta (sin su presencia, la temperatura media sería de -18ºC), en su forma de ozono troposférico, esto es, cercano al suelo, es el que más ha aumentado en las ciudades, también debido al tráfico y a las calefacciones. 

Además, hay otros contaminantes que afectan directamente a nuestra salud, y que proceden también del tráfico motorizado, como el dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno, y que según Ecologistas en Acción no se están midiendo. 

El problema es preocupante. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, se calcula que unas 31.000 personas fallecen cada año en nuestro país por la contaminación atmosférica y dos tercios de la población infantil tiene su salud y su vida amenazada en los entornos donde crece, aprende y juega.
Y es que, a juicio de muchos expertos, el modelo tradicional urbano está agotado. Los informativos nos alertan constantemente del azote de la contaminación en grandes ciudades, situación que, como dije arriba, está afectando ya también a las de tipo medio, como Murcia. Por desgracia, creo, como Ecologistas en Acción, que nuestro ayuntamiento capitalino se escuda en tibias recomendaciones para justificar su inacción.

¿Está todo perdido? Creo que no. Aunque el incremento del tráfico rodado en unas ciudades en crecimiento constante, el vaciamiento de nuestros pueblos y aldeas y la concentración de la población en áreas cada vez más reducidas, el cambio climático y sus secuelas, etc. son, al decir del profesor Carlos Taibo, en su apocalíptica obra Colapso, síntomas del principio del fin de nuestro insostenible modo de vida y consumo, creo que en nosotros y nosotras está revertir en parte esa situación reivindicando algo que los gobernantes deben tener en cuenta: el derecho a un medio ambiente sano.
Por ello, al alcalde de Murcia, José Ballesta, y a su equipo de Gobierno, les aporto estas recomendaciones referidas a la movilidad urbana que, de haber sido llevadas a la práctica, hubieran dado como resultado un cuadro muy distinto del actual. Voy a diferenciarlas en actuaciones a corto y medio y a largo plazo.

A corto y medio plazo:
1. Pacificación del tráfico urbano, con medidas como las adoptadas por grandes ciudades como Madrid, Barcelona y otras europeas, restringiendo el acceso al centro de Murcia, en días de alta contaminación, de los vehículos más contaminantes o atendiendo a la numeración de sus matrículas.
2. Dotación suficiente de aparcamientos disuasorios en la periferia, conectados con el centro de la ciudad con líneas de microbuses, con unas tasas accesibles que persuadan a la población de las bondades de esta práctica.
3. Renovación de la flota de autobuses (por supuesto, ecológicos) y aumento y mejora de las frecuencias de las líneas.
4. Campañas para compartir el coche por la ciudadanía.
5. Ampliación y mejora de los carriles bici en el casco urbano y diseño de una red suficiente para la conexión de la ciudad con sus numerosas pedanías.
6. Incremento de las zonas peatonales. 

A más largo plazo:
1. Sustitución gradual de la actual flota de autobuses por los eléctricos (¿se acuerdan de los trolebuses?).
2. Extensión del tranvía. Una vez ejecutado el soterramiento de la estación de El Carmen, ya no habrá obstáculos físicos que impidan la expansión de líneas de tranvías hacia el sur. No es descabellado un plan para conectar Murcia-ciudad con pedanías tan pobladas como El Palmar-hospital La Arrixaca, Sangonera la Verde y las de la Costera Sur: La Alberca, Santo Ángel, Algezares, Los Garres, Beniaján, Torreagüera, Los Ramos y Zeneta.

Otras posibles líneas conectarían la capital, al este, con Puente Tocinos, Llano de Brujas y los municipios de Beniel y Santomera, y al oeste, con Alcantarilla, Sangonera la Seca, Javalí Nuevo y Javalí Viejo y el municipio de Las Torres de Cotillas.
 
Además, habría que estudiar recuperar la antigua conexión Murcia-Molina de Segura, del desaparecido ferrocarril a Caravaca, con un ramal del tranvía que lleva al Campus de Espinardo.

Parece razonable pensar que, ejecutando sólo la mitad de estas actuaciones y aun teniendo en cuenta que una parte importante del tráfico motorizado que accede a Murcia procede en fechas señaladas de municipios de fuera, la situación mejoraría notablemente. Pero, para ello, hace falta voluntad política. La inacción municipal ante los pasados episodios de contaminación demuestra que ésta, hoy por hoy, está ausente.
Diego Jiménez @didacMur