miércoles, 29 de mayo de 2019

ES LA HORA DEL PLANETA


https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/05/29/hora-planeta/1025761.html?fbclid=IwAR35xSAvb64dPXV0qxpw35oyoe3oWDmNkVdpP970NWhMcD3wSD6qPGcRcV8




Dentro de unos días, un año más, celebraremos el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la ONU en su resolución del 15 de diciembre de 1972.? Desde 1974, se celebra anualmente el 5 de junio con una reivindicación específica. Este año está dedicado a la preocupante contaminación por los plásticos que inundan los océanos.

La Asamblea de la ONU aprobó la creación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En marzo pasado, la asamblea anual de este organismo celebrada en Nairobi (Kenia) emitió un informe en que alertaba de un fenómeno preocupante: la desaparición de la capa de hielo del Ártico y el calentamiento de la capa de permafrost de la tundra tendrán efectos catastróficos, por el aumento del nivel de agua dulce en los océanos y la liberación de ingentes cantidades de metano a la atmósfera, respectivamente.

Otros datos de ese informe nos advierten de que en el 2050 unos 4.000 millones de personas vivirán en tierras desertificadas, sobre todo en África y el sur de Asia, y confirma que la contaminación del aire mata ya a siete millones de personas cada año. Para la ONU sólo hay una solución: reducir de forma drástica la emisión a la atmósfera de los gases tóxicos que emiten ahora los vehículos, las industrias y las calefacciones de las casas. En concreto, se pide un 40% de reducción en el año 2020 y un 70% en 2050. Jorge Reichman (al que luego me referiré) cita, a este respecto, que el parque motorizado español es de unos quince millones de vehículos cuando, de forma sostenible, no debería rebasar los 185.000. Un dato más a tener en cuenta.

Resulta casi imprescindible acudir también al informe bianual del Living Planet Report, publicado por WWF y relativo al año 2018 (https://www.worldwildlife.org/pages/living-planet-report-2018). En él se advierte de una disminución global del 60% en el tamaño de las poblaciones de vertebrados que, en la práctica, significa un colapso de más de la mitad en menos de cincuenta años.

Otros hallazgos de ese informe incluyen datos preocupantes como que la sobreexplotación y la agricultura son las principales causantes de la pérdida de la biodiversidad, de la mitad de los corales en aguas no profundas en los últimos treinta años y del 20% de la Amazonía en cincuenta años. La disminución de especies es especialmente alta en los trópicos, mientras que ya el 90% de aves marinas tiene plásticos en sus estómagos.

La preocupación por la salud del planeta viene siendo expuesta también por voces autorizadas dentro de nuestro país. Para Yayo Herrero, antropóloga, profesora de la UNED e integrante de Ecologistas en Acción, teniendo en cuenta el cambio climático, el declive de la energía, recursos pesqueros y biodiversidad, será preciso pensar, más pronto que tarde, en reorientar la economía en otra dirección.
Cree que el capitalismo actual ya no es sólo una forma de producción sino una antropología que ha decretado que el dinero y el crecimiento económico son sagrados y que todo ha de sacrificarse ante esos nuevos dioses. En iguales términos se expresa Jorge Reichman, profesor de Filosofía Moral en la Universidad Autónoma de Madrid, que opina que aún estamos a tiempo de aportar soluciones, pero actuando enérgicamente sobre la voraz cultura productiva.

Por nuestro actual comportamiento depredador sobre los recursos naturales y la Biosfera, cree que habría que hablar del extractivismo y del exterminismo, término este último acuñado por el historiador británico E.P. Thomson, a finales del siglo pasado, cuando las dos potencias nucleares enfrentadas amenazaban con aniquilar la vida sobre el planeta.

Hoy la comunidad científica habla de que estamos en pleno periodo del Antropoceno, para designar la nueva etapa geológica del Cuaternario, sucesora del Holoceno, en la que las actividades humanas registran un mayor impacto sobre los ecosistemas terrestres.

Reichman cree que nuestro principal problema ambiental es, hoy, la extralimitación ecológica, esto es, el choque de las sociedades industriales contra los límites físicos de la Tierra. Es una forma de definir la 'huella ecológica': consumimos hoy en día los recursos inexistentes de 1,5 planetas Tierra, pese a las lacerantes desigualdades que asolan buena parte de la Humanidad. A este respecto, Carlos Taibo, escritor, editor y profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, nos recuerda que para garantizar a toda la población de la Tierra el nivel de vida de un norteamericano medio se necesitarían 3,6/3,7 planetas como el nuestro.

A la hora de las soluciones, Yayo Herrero cree que hay que buscarlas en el ámbito local, en el territorio concreto de cada cual, cuando los picos de los precios de la energía se lleven por delante industrias y puestos de trabajo, pues al poder económico poco le importa sacrificar las vidas y el bienestar de las personas que considera sobrantes. Propone recuperar las nociones de dependencia e interdependencia como forma de evitar las luchas entre los pobres -en este marco de crisis sistémica global-, tan explotadas por los populismos de derecha.

J. Reichman cree que para hacer frente al calentamiento global y a la destrucción de la Biosfera necesitamos salir a toda prisa del capitalismo salvaje en que hoy nos movemos, pues necesitamos bienestar humano, pero compatible con los límites físicos del planeta.

Y Carlos Taibo ve inevitable que, en un escenario poscolapso sistémico, ganen terreno las energías hidráulicas y renovables; opina que los desplazamientos serán menos numerosos, más cercanos y más lentos (se impondrá el turismo de proximidad), y advierte de la posible pérdida de importancia del dinero, en un marco dominado por la vuelta a lo rural y en el que ganarán terreno las relaciones económicas también de proximidad. Predicciones con un cierto grado apocalíptico, como el conjunto de su libro Colapso.

Es evidente que la Tierra está enferma. Afortunadamente, la sociedad civil de todo el mundo, especialmente la juventud (también en Murcia, el pasado viernes), ha empezado a tomar conciencia del problema y a exigir soluciones. Es la hora del Planeta.

martes, 14 de mayo de 2019

NECESARIA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA REGIONAL

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/05/14/necesaria-ley-memoria-historica-regional/1021194.html

Si los sondeos electorales no fallan, a partir del 27 de mayo podría hablarse de un cambio progresista en la Región, tras 24 años de hegemonía asfixiante del PP en el Gobierno regional


Asistí, hace unos días, en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UMU a la presentación del libro De la República al franquismo: legalidad, legitimidad y memoria histórica, editado por Editum, y cuyo autor, Antonio López Martínez, ya fallecido, estuvo representado en el acto por su hija Juana, que al igual que José López Hernández, catedrático de Filosofía del Derecho y editor de la obra, desgranaron detalles de lo que hubiera sido la tesis doctoral del autor de no haberle sorprendido la muerte. Al acto asistió también el prologuista del libro, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien expuso el proceso que condujo a la redacción y promulgación de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura (en adelante, Ley de Memoria Histórica) y reconoció que fue una ley tardía.

Al finalizar su alocución, no pude intervenir en el acto, porque no estaba previsto un coloquio con los miembros de la mesa. De haber podido hacerlo le habría recordado que, además de tardía, es una ley manifiestamente insuficiente, por varios motivos: no declara la ilegalidad del régimen franquista; no reconoce tampoco la ilegalidad de los tribunales y procesos judiciales sin garantías que dieron lugar a miles de ejecuciones (el texto habla de ilegitimidad, término que fue utilizado reiteradamente por Zapatero), y mantiene la impunidad sobre los crímenes y sus autores, al no derogar la Ley de Amnistía de octubre de 1977. Podemos decir que, a casi doce años de la promulgación de la Ley de Memoria Histórica, persiste la anomalía democrática de que el franquismo y sus efectos no han desaparecido del todo de nuestra sociedad. Pero, aterricemos en nuestra Región de Murcia.

Los trabajos de profesores y profesoras universitarios como Carmen González y Pedro María Egea Bruno, de investigadores como Fuensanta Escudero, Floren Dimas, Víctor Peñalver y Antonio Martínez Ovejero, y la actividad también investigadora que desarrollan miembros de la Asociación de Memoria Histórica de Murcia han acotado la presencia de ese franquismo residual en un tema tan sangrante como la represión ejercida contra quienes, en la Región, defendieron la legalidad republicana.

Sin ánimo de abrumar con muchos datos, está documentado que 554 personas fueron fusiladas en Murcia sólo en el periodo 1939-1942 tras Consejo de Guerra y sentencia del Tribunal Militar, ejecuciones que tuvieron como marco la propia prisión provincial, el polígono de El Tiro de Espinardo y las tapias del cementerio de esa pedanía. En el total regional, las 879 personas fusiladas 'con juicio' incluyen las que, en Cartagena, fueron ejecutadas en las tapias del cementerio de Santa Lucía o en el campo de fútbol del Arsenal militar.

A esas víctimas hay que sumar las 67 muertes producidas en ese periodo por enfermedad, malos tratos o suicidios. El número de republicanos fallecidos en la Prisión Provincial de Murcia y en otros establecimientos habilitados (el convento murciano de Las Agustinas albergaba en marzo de 1940 a cerca de 980 presos republicanos), tanto dentro como fuera de la Región, asciende a 850 personas.
Súmense a estos datos las víctimas las humillaciones y tratos vejatorios sobre las esposas de republicanos (rapado de cabello para escarnio público, obligación de ingerir aceite de ricino, etc.) y actuaciones como la depuración de funcionarios, las expropiaciones de bienes de familias republicanas y los casos de bebés robados para tener una idea aproximada del alcance de aquella represión.

Es sabido que el Gobierno saliente de Mariano Rajoy hizo alarde público de no haber consignado ni un euro para el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Situación que ha sido contrarrestada, en parte, con leyes de memoria histórica y/o democrática por parte de las autonomías. Así, han desarrollado leyes específicas Andalucía, Aragón, Extremadura, Asturias y Cataluña, estando en estudio, que sepamos, los textos de País Vasco y Cantabria.

La Región de Murcia debe sumarse a esa lista. Si los sondeos electorales no fallan, a partir del 27 de mayo podría hablarse de un cambio progresista en la Región, tras veinticuatro años de hegemonía asfixiante del PP en el Gobierno regional. El nuevo Ejecutivo no debería dejar en el olvido la redacción y aprobación de una Ley de Memoria Histórica y Democrática de la Región de Murcia, a la que, a la vista de la situación arriba expuesta en lo tocante a la reparación de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, no sería difícil dotarla de contenido. Como actuaciones inmediatas, esa futura ley debería de:

1. Eliminar en los espacios públicos de toda la Región la totalidad de los símbolos de exaltación al régimen franquista (con especial mención al callejero franquista presente en muchos municipios) y sus protagonistas, con un plazo obligatorio de ejecución.

2. Instar al Gobierno de la nación al reconocimiento jurídico de los derechos de las víctimas de la dictadura, con un tratamiento igual al de las víctimas del terrorismo.

3. Crear una comisión parlamentaria, con la presencia de una representación de las asociaciones memorialistas murcianas, para el estudio y seguimiento de todos los temas relacionados con la memoria democrática, en los que pueda tener competencias la Asamblea Regional de Murcia.

4. Identificar los lugares de la Memoria regional más significativos, de los que destacamos: el Antiguo Hospital de Sangre de las Brigadas Internacionales, la prisión provincial, el edificio de los Nueve Pisos (Murcia); Arsenal, Dique de Curra, Batería de la Parajola (Cartagena); Cárcel, plaza de toros (Lorca); Prisión central (Totana); Base y Escuela de Tanques (Archena); La Encomienda y Embalse del Cenajo (Calasparra); Prisión del Partido (Caravaca); Jardín de la Memoria (Santomera), etc.

No hay en los programas educativos regionales referencias concretas a estos temas memorialistas, por lo que creo que la Asamblea Regional, en el ámbito de sus competencias, debería tener en cuenta la necesidad de legislar en ese sentido.