domingo, 1 de abril de 2007

Saludo de presentación


Estamos en un proceso ilusionante. Las próximas elecciones locales y autonómicas pueden configurar un mapa político y social regional en que queden desterradas las prácticas autoritarias que han regido la actividad pública. El casi exclusivo monopartidismo que ha venido dándose en la Región desde la aprobación del Estatuto de Autonomía debe pasar a mejor época. Es hora de que la sociedad civil tome la palabra. Es hora, también, de que la ciudadanía de la Región contemple la irrupción en el mapa regional de otras formas de hacer política. Los nuevos movimientos sociales que han emergido con fuerza en estos últimos años han de hacer reflexionar a los partidos políticos de la izquierda sobre la necesidad de practicar nuevas formas de estar en política y en la sociedad. Una savia nueva debe impregnar a la izquierda tradicional, en el sentido de contar más con la participación ciudadana. De no ser así, el anquilosamiento que ha venido caracterizando las fórmulas tradicionales de la política puede condenar a la izquierda al ostracismo.

En este sentido, en el panorama político regional saludo con alegría los nuevos métodos que ha aportado a la política regional una formación como Izquierda Unida. El acuerdo con Los Verdes, en conjunción con la asunción por esta coalición electoral de las propuestas de los grupos ecologistas más activos, pueden conducir a corto plazo a que, en sintonía con la voz de la sociedad civil más activa, Izquierda Unida pueda contribuir a dar un significativo vuelco, y no sólo electoral, a las prácticas políticas que han venido dándose en la Región. La necesidad de cambiar la Ley del Suelo regional, de orientar la actividad económica hacia la sociedad del conocimiento y la investigación en nuevas energías alternativas, la defensa de lo público, la atención preferente a la consolidación de unas prestaciones sociales públicas, la lucha por la erradicación de la pobreza y la desigualdad, el caminar hacia la igualdad efectiva de derechos entre hombres y mujeres, la lucha por la Paz... son, entre otras, las prioridades que ha de atender una izquierda alternativa que se plantee el camino hacia otro modelo social. Porque, hoy y aquí, Otra Murcia es posible.

A lograr este loable empeño debemos destinar nuestras energías. La voz de Izquierda Unida es hoy más necesaria que nunca, tanto en la calle como en el seno de las instituciones.

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