viernes, 27 de abril de 2007

EL SACERDOTE JOAQUÍN SÁNCHEZ PRESENTÓ EL PASADO MARTES 24 EN MURCIA SU SEGUNDO LIBRO, “UNA CARTA DE DIOS”.



Escrito desde los postulados de la Teología de la Liberación y desde profundos planteamientos de fe, su sencillez y profundidad hacen que sea accesible a todo tipo de personas, creyentes y no creyentes.

Joaquín Sánchez responde a esa tipología de curas inmersos en un profundo compromiso de fe cristiana, que le proyecta, a su vez, a una intensa dinámica social. Actual Consiliario Diocesano de la HOAC, este joven, pero dinámico, sacerdote es conocido por su notable actividad en el Foro Social de Murcia, además de ejercer su misión pastoral en otros ámbitos.

El pasado martes, día 24 de abril, se sintió arropado en el Hemiciclo de la Facultad de Letras por más de cien amigas y amigos de todo el espectro social de Murcia, para presentar y firmar ejemplares de su segundo libro, “Cartas de Dios”, una publicación en el que el mensaje teológico cristiano de la liberación se muestra a través de un pregón navideño, una obrilla de teatro que recrea la pasión y muerte de Cristo (pero trasladada a tiempos actuales, hasta el extremo de que aparecen elementos técnicos actuales, como un teléfono móvil), y un cuento en el que su protagonista, Noche, una muchacha que desea saber si Dios siente, ríe y sufre, se encuentra con un Dios personificado en un anciano que le hace descubrir la maldad y la bondad del ser humano.

Con un estilo sencillo y ameno, Joaquín hace en este libro una inmersión en las fuentes panteístas que explorara Francisco de Asís, para descubrir a Dios en todas las manifestaciones humanas, desechando la maldad y propugnando su búsqueda en lo mejor que atesora el ser humano. Con claras referencias, sin citarlas, a las obras de los teólogos de la Liberación (Jon Sobrino, Ellacuría, Casaldáliga…), “Una Carta de Dios” pretende, a través de esos tres citados relatos, acercar la Teología a creyentes y no creyentes para, como dijo su autor en el acto de la presentación, “compartir proyectos de vida, que nos lleve a entendernos y comprometernos”.

Joaquín admitió que la idea de escribir este libro le surgió en un paseo por los montes de Bullas, momento en que reflexionó sobre qué pensaría Dios de nosotros. Admitió, ante el nutrido auditorio, que quizás el título sea demasiado presuntuoso, porque se lo pensó dos veces antes de titularlo así, y definió su publicación como “un libro de afirmaciones quizás política e eclesialmente incorrectas”, pero en todo caso Joaquín dijo que sigue trabajando “para tender puentes entre todos los sectores de la Iglesia”, por lo que se definió como una persona dialogante, capaz de asumir que en la Iglesia caben todos, incluidos grupos como los neocatecumenales y el Opus Dei, aunque admitió que estos grupos no piensan lo mismo respecto de la adscripción a la Iglesia de sectores más progresistas y dinámicos, hasta el extremo de que Joaquín admitió sentirse más cercano y a gusto trabajando socialmente con personas no creyentes que con algunas pertenecientes a esa Iglesia jerárquica y lejana.

El acto de presentación del libro contó con las aportaciones previas de personas expresamente invitadas por Joaquín a tal fin. Así, con la moderación de Antonio Cano Lax, miembro de las comunidades cristianas de base, hablaron, por este orden, Mª Carmen Palma, militante de la HOAC y médica del barrio de San José Obrero de Alcantarilla, Miguel Ángel Herrero, profesor de Religión y miembro de Cristianos socialistas, y Juan Fernández Marín, sacerdote y colaborador en varios medios de comunicación, entre ellos La Opinión de Murcia. Todas estas personas resaltaron la sencillez pero, al mismo tiempo, la profundidad de esta obra, que (y en eso coincidieron todas) refleja muy fielmente la propia personalidad del autor.

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