Coincidiendo con el 76 aniversario de la II República, se distinguió con una placa conmemorativa a Carmen Campos, hermana del ex alcalde republicano de Alhama Ginés Campos Gómez, cuyos restos se supone yacen en el cementerio de Espinardo.
Murcia, 14-4-2007
Cerca de cincuenta personas, entre familiares de represaliados del franquismo y personas simpatizantes, se dieron cita la mañana del sábado 14 de abril en ese cementerio murciano, ante el Panteón de los Caídos por la Libertad, para, un año más, y coincidiendo con el 76 aniversario de la proclamación de la II República, rendir homenaje a las víctimas y fusilados por el régimen franquista en los meses inmediatamente posteriores al final de la Guerra Civil.
El acto fue presentado por Floren Dimas, presidente de la ‘Asociación de los Amigos de los Caídos por la Libertad’, quien comenzó agradeciendo el apoyo de las personas presentes y de las que lo estaban en representación de grupos sociales y políticos. Concretamente, pudimos ver, entre otras personas, a Juan José Cánovas y Juana Camacho, de IURM de Totana; a José María Marín, secretario de política institucional de la dirección regional del PSRM-PSOE; a Pedro Pina, de la Asociación ‘Unidad Cívica de la República’; a Abel Ramos, de ‘Ciudadanos de Murcia por la República’, y a Manuel Zapata, de la ‘Ajuantaera para la plática…’, junto a algunos miembros de las Juventudes Socialistas. A título particular, multitud de ciudadanos y ciudadanas, además de los familiares de las víctimas, como el conocido periodista Mario Crespo, también se sumaron a la invitación.
Floren Dimas, que quiso dedicar los actos de este año específicamente a la memoria de Ginés Campos Gómez, alcalde republicano de Alhama de Murcia fusilado en abril de 1940, y que presentó a su hermana Carmen presente en dichos actos, comenzó afirmando que son muchas las víctimas, más de 200, de las que se desconoce su paradero actual, incluyendo al citado alcalde, que se supone que está enterrado en ese cementerio, junto con otras 377 víctimas de las que se tiene constancia. Dio lectura, a continuación a un extenso comunicado del que extractamos algunas ideas.
Floren dedicó su larga disertación a recordar en qué se concreta la Memoria Histórica, para “que no se borre nuestro nombre de la Historia”. Descartó que la referencia a ese concepto tenga que ir asociada al recuerdo únicamente de la represión registrada en ambos bandos y recordó cómo “la Memoria Histórica es la que lleva cada año a las playas del norte de Francia a decenas de miles de ingleses, franceses y alemanes a conmemorar aquel desembarco que supuso el principio del fin del nazismo”, para señalar, a continuación, que “la Memoria Histórica de nuestra España pone rostro, nombres y comportamientos a nuestra historia más inmediata, aquélla de la que nuestros padres, hermanos, abuelos o bisabuelos fueron los auténticos protagonistas”. A diferencia de Europa, en donde la extrema derecha no tiene en este ámbito ninguna credibilidad, “en España –dijo- se tolera la existencia de la Falange, los funerales por Franco, la Fundación que lleva el nombre del dictador, la Hermandad del Valle de los Caídos”, pero, sobre todo, “que el actual Jefe del Estado se haya negado a condenar pública y solemnemente al régimen franquista”. Pasó a continuación a recordar datos sobre la actuación de Murcia en los días posteriores al fin de aquel conflicto fratricida, afirmando “cómo los diferentes pueblos de Murcia dieron a España una lección de solidaridad, acogiendo en su pobreza a miles de familias de refugiados andaluces, madrileños, extremeños, castellonenses…”.Tuvo unas palabras de emocionado recuerdo, asimismo, para nuestros paisanos “consumados por el fuego del nazismo en los hornos crematorios de Mathausen, Gusen II o Dachau” y terminó afirmando que la Memoria Histórica “nos desvelaría el sueño igualitario de una República joven, democrática y laica, que quiso construirse sobre siglos de atraso y represión”. Concluyó su alocución con un ‘Viva la República’, que fue contestado unánimemente por el público asistente.
Terminada la lectura de ese comunicado, Diego Noguera, vicepresidente de la Asociación convocante de los actos hizo entrega a Carmen Campos de una placa conmemorativa en recuerdo de su hermano Ginés, el citado alcalde de Alhama represaliado, y a continuación José Luis leyó una misiva de su tío-abuelo, dirigida a su familia, a título de despedida, y en la que ex alcalde reiteraba su inocencia.
A continuación, dirigieron unas palabras de salutación a los asistentes quien suscribe esta crónica (Diego Jiménez) en representación de la dirección regional de IURM, quien dedicó su breve alocución a la memoria de los maestros republicanos del Plan Profesional de 1931 que aún viven entre nosotros, en Murcia, y que han sido homenajeados por AMYDEP y por el ICE de Murcia, con la edición de un libro alusivo a su labor educativa, pasando luego a leer un poema personal recordatorio de la II República; José María Marín, del PSRM-PSOE, que saludó también en nombre de la dirección de su partido y dio lectura a un poema de León Felipe; Manuel López, secretario de la Asociación, quien exigió de los políticos presentes una auténtica Ley de la Memoria Histórica que anule la validez de los juicios sumarísimos habidos en el franquismo; Elvira Picazo, de ATTAC-Murcia, hija y nieta de republicanos, quien resaltó la gran labor cultural de la República con la apertura de gran cantidad de bibliotecas populares, y que recordó a Juana Capdevila, bibliotecaria de La Coruña torturada, y Abel Ramos, en representación de Ciudadanos por la República, que, entre otras cosas, dijo que el mejor homenaje que podemos tributar a las personas represaliadas es “recoger su historia para incorporarla a las nuestras”.
Terminados esos actos ante el Panteón de los Caídos por la Libertad, varias personas se desplazaron al Panteón de las Brigadas Internaciones, sito en el mismo cementerio, a tributar un homenaje a aquellos voluntarios por la Libertad, y concretamente para un acto de desagravio a los brigadistas polacos de la XIV Brigada allí enterrados, cuya actuación en nuestra guerra civil ha sido descalificada recientemente por el actual gobierno de Polonia, al atribuirles a aquéllos el carácter de “mercenarios” y “aventureros”.
Cerca de cincuenta personas, entre familiares de represaliados del franquismo y personas simpatizantes, se dieron cita la mañana del sábado 14 de abril en ese cementerio murciano, ante el Panteón de los Caídos por la Libertad, para, un año más, y coincidiendo con el 76 aniversario de la proclamación de la II República, rendir homenaje a las víctimas y fusilados por el régimen franquista en los meses inmediatamente posteriores al final de la Guerra Civil.
El acto fue presentado por Floren Dimas, presidente de la ‘Asociación de los Amigos de los Caídos por la Libertad’, quien comenzó agradeciendo el apoyo de las personas presentes y de las que lo estaban en representación de grupos sociales y políticos. Concretamente, pudimos ver, entre otras personas, a Juan José Cánovas y Juana Camacho, de IURM de Totana; a José María Marín, secretario de política institucional de la dirección regional del PSRM-PSOE; a Pedro Pina, de la Asociación ‘Unidad Cívica de la República’; a Abel Ramos, de ‘Ciudadanos de Murcia por la República’, y a Manuel Zapata, de la ‘Ajuantaera para la plática…’, junto a algunos miembros de las Juventudes Socialistas. A título particular, multitud de ciudadanos y ciudadanas, además de los familiares de las víctimas, como el conocido periodista Mario Crespo, también se sumaron a la invitación.
Floren Dimas, que quiso dedicar los actos de este año específicamente a la memoria de Ginés Campos Gómez, alcalde republicano de Alhama de Murcia fusilado en abril de 1940, y que presentó a su hermana Carmen presente en dichos actos, comenzó afirmando que son muchas las víctimas, más de 200, de las que se desconoce su paradero actual, incluyendo al citado alcalde, que se supone que está enterrado en ese cementerio, junto con otras 377 víctimas de las que se tiene constancia. Dio lectura, a continuación a un extenso comunicado del que extractamos algunas ideas.
Floren dedicó su larga disertación a recordar en qué se concreta la Memoria Histórica, para “que no se borre nuestro nombre de la Historia”. Descartó que la referencia a ese concepto tenga que ir asociada al recuerdo únicamente de la represión registrada en ambos bandos y recordó cómo “la Memoria Histórica es la que lleva cada año a las playas del norte de Francia a decenas de miles de ingleses, franceses y alemanes a conmemorar aquel desembarco que supuso el principio del fin del nazismo”, para señalar, a continuación, que “la Memoria Histórica de nuestra España pone rostro, nombres y comportamientos a nuestra historia más inmediata, aquélla de la que nuestros padres, hermanos, abuelos o bisabuelos fueron los auténticos protagonistas”. A diferencia de Europa, en donde la extrema derecha no tiene en este ámbito ninguna credibilidad, “en España –dijo- se tolera la existencia de la Falange, los funerales por Franco, la Fundación que lleva el nombre del dictador, la Hermandad del Valle de los Caídos”, pero, sobre todo, “que el actual Jefe del Estado se haya negado a condenar pública y solemnemente al régimen franquista”. Pasó a continuación a recordar datos sobre la actuación de Murcia en los días posteriores al fin de aquel conflicto fratricida, afirmando “cómo los diferentes pueblos de Murcia dieron a España una lección de solidaridad, acogiendo en su pobreza a miles de familias de refugiados andaluces, madrileños, extremeños, castellonenses…”.Tuvo unas palabras de emocionado recuerdo, asimismo, para nuestros paisanos “consumados por el fuego del nazismo en los hornos crematorios de Mathausen, Gusen II o Dachau” y terminó afirmando que la Memoria Histórica “nos desvelaría el sueño igualitario de una República joven, democrática y laica, que quiso construirse sobre siglos de atraso y represión”. Concluyó su alocución con un ‘Viva la República’, que fue contestado unánimemente por el público asistente.
Terminada la lectura de ese comunicado, Diego Noguera, vicepresidente de la Asociación convocante de los actos hizo entrega a Carmen Campos de una placa conmemorativa en recuerdo de su hermano Ginés, el citado alcalde de Alhama represaliado, y a continuación José Luis leyó una misiva de su tío-abuelo, dirigida a su familia, a título de despedida, y en la que ex alcalde reiteraba su inocencia.
A continuación, dirigieron unas palabras de salutación a los asistentes quien suscribe esta crónica (Diego Jiménez) en representación de la dirección regional de IURM, quien dedicó su breve alocución a la memoria de los maestros republicanos del Plan Profesional de 1931 que aún viven entre nosotros, en Murcia, y que han sido homenajeados por AMYDEP y por el ICE de Murcia, con la edición de un libro alusivo a su labor educativa, pasando luego a leer un poema personal recordatorio de la II República; José María Marín, del PSRM-PSOE, que saludó también en nombre de la dirección de su partido y dio lectura a un poema de León Felipe; Manuel López, secretario de la Asociación, quien exigió de los políticos presentes una auténtica Ley de la Memoria Histórica que anule la validez de los juicios sumarísimos habidos en el franquismo; Elvira Picazo, de ATTAC-Murcia, hija y nieta de republicanos, quien resaltó la gran labor cultural de la República con la apertura de gran cantidad de bibliotecas populares, y que recordó a Juana Capdevila, bibliotecaria de La Coruña torturada, y Abel Ramos, en representación de Ciudadanos por la República, que, entre otras cosas, dijo que el mejor homenaje que podemos tributar a las personas represaliadas es “recoger su historia para incorporarla a las nuestras”.
Terminados esos actos ante el Panteón de los Caídos por la Libertad, varias personas se desplazaron al Panteón de las Brigadas Internaciones, sito en el mismo cementerio, a tributar un homenaje a aquellos voluntarios por la Libertad, y concretamente para un acto de desagravio a los brigadistas polacos de la XIV Brigada allí enterrados, cuya actuación en nuestra guerra civil ha sido descalificada recientemente por el actual gobierno de Polonia, al atribuirles a aquéllos el carácter de “mercenarios” y “aventureros”.
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