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Imagínense una empresa que desprecia olímpicamente los más elementales derechos laborales: que maltrata a sus trabajadores y trabajadoras, que paga salarios por debajo del convenio, que omite las cotizaciones a la Seguridad Social de muchos de ellos, que ejerce el método del despido como represalia por la actividad sindical de sus empleados…Pues una empresa así la hemos encontrado incrustada en uno de los hospitales más señeros de la Región, en la Arrixaca de Murcia. Y esa empresa tiene un nombre: Grupo Abeto. Y una responsabilidad: la concesión del servicio de limpiezas del hospital.
Sus trabajadores y trabajadoras han decidido ir a la huelga a partir de las 00:00 horas de este lunes, día 30 de este mes, en respuesta a tantos abusos empresariales, que culminaron con el injusto despido de la presidenta del Comité de Empresa, Purificación Escudero, acusada de supuesta agresión a una compañera.
Esta postura de fuerza ha venido precedida de un encierro en las dependencias del hall de la dirección del hospital, protagonizado por esta mujer represaliada -que cuenta con el apoyo diario de unos 20 trabajadores y trabajadoras de la empresa y que, en el momento de redactar estas líneas, dura ya 18 días-.
Queríamos conocer, de primera mano, las difíciles circunstancias que en lo personal está atravesando esta trabajadora despedida. Y decidimos ir a visitarla, en mi condición de Secretario de relaciones con los movimientos sociales en la dirección regional de Izquierda Unida de Murcia (IURM) y como cronista habitual de lo social en mi Región. Me acompañaron en la visita Esther Herguedas, concejala de IURM del Ayuntamiento de Murcia y portavoz de la presidencia regional de esa formación política, y Cristóbal Crespo, miembro del Foro Social de Murcia y siempre solidario con las situaciones en que la injusticia laboral muestra su rostro más descarnado.
Purificación Escudero, una mujer decidida
Aunque algo debilitada por los largos días en que permanece encerrada y aquejada, según nos contó, de gripe, la moral de resistencia de esta mujer despedida, presidenta del Comité de Empresa de una empresa que se niega a readmitirla, no flaquea. Está recibiendo el apoyo de su propio sindicato, SPS-RM- STERM-La Intersindical, y en el transcurso de la visita estaba acompañada también de dos compañeras dirigentes de UGT. Nos dio todo tipo de detalles de situaciones que pasan inadvertidas para el personal usuario y visitante de ese hospital, a cuyas labores de limpieza ha dedicado 33 años de su vida. La actual empresa concesionaria, Grupo Abeto, firmó con la dirección del hospital un Pliego de Condiciones que ha venido incumpliendo sistemáticamente durante tres años, aunque ello no ha sido óbice para que se la renueve por un año más la concesión, lo que indica una supuesta complicidad de la dirección del centro sanitario con esta empresa concesionaria.
Purificación (“Puri” para quienes la conocen más de cerca) nos refirió que el gerente de la compañía practica algo más que el conocido ‘mobing’ laboral, pues le acusó de maltratador, método que emplea no sólo con algunas trabajadoras, sino que incluso llegó a agredir a un celador de este centro sanitario. No menores fueron las críticas vertidas hacia la figura del abogado y apoderado de esta empresa, al que Purificación sitúa en muy buenas relaciones con gentes del ámbito del aparato judicial, incluso.
Nos refirió, así mismo, datos sobre los salarios que perciben, unos 1.200 euros/mes, aunque no todo el mundo puede presumir de rebasar esa cifra cuyos perceptores son conocidos hoy por mileuristas. Compañeras que llevan ocho años de actividad sólo tienen reconocida una antigüedad de tres, lo que indica que se producen algo más que irregularidades en las cuotas empresariales a la Seguridad Social. Además, algunos jóvenes de la empresa, trabajadores de fines de semana que perciben un salario de 470 euros/mes, son contratados irregularmente, para cubrir, de lunes a viernes, las bajas que se producen por incapacidad laboral transitoria. Además, en algunos casos, cuando alguno de estos jóvenes se persona en su puesto de trabajo del hospital recibe, con sorpresa, el encargo de dirigir sus pasos hacia otras dependencias ajenas al mismo, un almacén o una oficina distante algunos kilómetros de allí, pues así se lo ordena la empresa.
Algunas compañeras de Puri que nos acompañaron en la conversación con ésta nos enseñaron parte del material que la empresa de limpiezas les provee para sanear las dependencias del hospital: un vulgar lavavajillas para la limpieza del suelo y lejías de mala calidad. A mis preguntas de si se observaban las mínimas normas de seguridad en el trabajo, contestaron que no, pues las mascarillas brillan por su ausencia para unas personas que trabajan horas y horas con sustancias abrasivas (lejías, amoniaco…), perjudiciales para el aparato respiratorio, como es sabido.
Esto es sólo un pequeño muestrario de las irregularidades que afloraron en el curso de la conversación y que son, junto con el despido de Puri, los motivos que han llevado a la huelga a los casi 300 trabajadores y trabajadoras de esta empresa concesionaria. Nos consta, porque así nos lo dijeron, que su postura de fuerza no va a afectar a las dependencias más delicadas, en lo que se refiere a la necesidad de preservar un mínimo de sanidad, de este gran centro hospitalario. Además de que, como es preceptivo, el comité de huelga ha pactado ya los servicios mínimos, que afectarán a algo más de un 30% de la plantilla.
Nos despedimos de Puri, en la seguridad de que volveríamos a girarle una visita, nos agradeció nuestro interés y nos afirmó que su moral de resistencia, pese a tantos atropellos y vejaciones sufridas (en el Acto de Conciliación celebrado hace unos días la empresa se negó a readmitirla), no va a cejar ni un ápice.
Las trabajadoras y trabajadores han adoptado esta decisión para exigir de la empresa concesionaria del servicio la readmisión de una trabajadora despedida y el cumplimiento del Pliego de Condiciones de la concesión.
Diego Jiménez/Murcia.- Aunque el hecho escape al tratamiento mediático, es notorio que la crisis económica actual es un pretexto para el retroceso de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras. La inseguridad laboral, los contratos basura, los bajos salarios, el empleo precario, la discriminación laboral de mujeres y jóvenes, el incumplimiento sistemático de las normas de seguridad e higiene en el trabajo, el abaratamiento del despido…son situaciones cotidianas en el mundo laboral que deberían merecer un tratamiento más destacado en los medios de comunicación.
Imagínense una empresa que desprecia olímpicamente los más elementales derechos laborales: que maltrata a sus trabajadores y trabajadoras, que paga salarios por debajo del convenio, que omite las cotizaciones a la Seguridad Social de muchos de ellos, que ejerce el método del despido como represalia por la actividad sindical de sus empleados…Pues una empresa así la hemos encontrado incrustada en uno de los hospitales más señeros de la Región, en la Arrixaca de Murcia. Y esa empresa tiene un nombre: Grupo Abeto. Y una responsabilidad: la concesión del servicio de limpiezas del hospital.
Sus trabajadores y trabajadoras han decidido ir a la huelga a partir de las 00:00 horas de este lunes, día 30 de este mes, en respuesta a tantos abusos empresariales, que culminaron con el injusto despido de la presidenta del Comité de Empresa, Purificación Escudero, acusada de supuesta agresión a una compañera.
Esta postura de fuerza ha venido precedida de un encierro en las dependencias del hall de la dirección del hospital, protagonizado por esta mujer represaliada -que cuenta con el apoyo diario de unos 20 trabajadores y trabajadoras de la empresa y que, en el momento de redactar estas líneas, dura ya 18 días-.
Queríamos conocer, de primera mano, las difíciles circunstancias que en lo personal está atravesando esta trabajadora despedida. Y decidimos ir a visitarla, en mi condición de Secretario de relaciones con los movimientos sociales en la dirección regional de Izquierda Unida de Murcia (IURM) y como cronista habitual de lo social en mi Región. Me acompañaron en la visita Esther Herguedas, concejala de IURM del Ayuntamiento de Murcia y portavoz de la presidencia regional de esa formación política, y Cristóbal Crespo, miembro del Foro Social de Murcia y siempre solidario con las situaciones en que la injusticia laboral muestra su rostro más descarnado.
Purificación Escudero, una mujer decidida
Aunque algo debilitada por los largos días en que permanece encerrada y aquejada, según nos contó, de gripe, la moral de resistencia de esta mujer despedida, presidenta del Comité de Empresa de una empresa que se niega a readmitirla, no flaquea. Está recibiendo el apoyo de su propio sindicato, SPS-RM- STERM-La Intersindical, y en el transcurso de la visita estaba acompañada también de dos compañeras dirigentes de UGT. Nos dio todo tipo de detalles de situaciones que pasan inadvertidas para el personal usuario y visitante de ese hospital, a cuyas labores de limpieza ha dedicado 33 años de su vida. La actual empresa concesionaria, Grupo Abeto, firmó con la dirección del hospital un Pliego de Condiciones que ha venido incumpliendo sistemáticamente durante tres años, aunque ello no ha sido óbice para que se la renueve por un año más la concesión, lo que indica una supuesta complicidad de la dirección del centro sanitario con esta empresa concesionaria.
Purificación (“Puri” para quienes la conocen más de cerca) nos refirió que el gerente de la compañía practica algo más que el conocido ‘mobing’ laboral, pues le acusó de maltratador, método que emplea no sólo con algunas trabajadoras, sino que incluso llegó a agredir a un celador de este centro sanitario. No menores fueron las críticas vertidas hacia la figura del abogado y apoderado de esta empresa, al que Purificación sitúa en muy buenas relaciones con gentes del ámbito del aparato judicial, incluso.
Nos refirió, así mismo, datos sobre los salarios que perciben, unos 1.200 euros/mes, aunque no todo el mundo puede presumir de rebasar esa cifra cuyos perceptores son conocidos hoy por mileuristas. Compañeras que llevan ocho años de actividad sólo tienen reconocida una antigüedad de tres, lo que indica que se producen algo más que irregularidades en las cuotas empresariales a la Seguridad Social. Además, algunos jóvenes de la empresa, trabajadores de fines de semana que perciben un salario de 470 euros/mes, son contratados irregularmente, para cubrir, de lunes a viernes, las bajas que se producen por incapacidad laboral transitoria. Además, en algunos casos, cuando alguno de estos jóvenes se persona en su puesto de trabajo del hospital recibe, con sorpresa, el encargo de dirigir sus pasos hacia otras dependencias ajenas al mismo, un almacén o una oficina distante algunos kilómetros de allí, pues así se lo ordena la empresa.
Algunas compañeras de Puri que nos acompañaron en la conversación con ésta nos enseñaron parte del material que la empresa de limpiezas les provee para sanear las dependencias del hospital: un vulgar lavavajillas para la limpieza del suelo y lejías de mala calidad. A mis preguntas de si se observaban las mínimas normas de seguridad en el trabajo, contestaron que no, pues las mascarillas brillan por su ausencia para unas personas que trabajan horas y horas con sustancias abrasivas (lejías, amoniaco…), perjudiciales para el aparato respiratorio, como es sabido.
Esto es sólo un pequeño muestrario de las irregularidades que afloraron en el curso de la conversación y que son, junto con el despido de Puri, los motivos que han llevado a la huelga a los casi 300 trabajadores y trabajadoras de esta empresa concesionaria. Nos consta, porque así nos lo dijeron, que su postura de fuerza no va a afectar a las dependencias más delicadas, en lo que se refiere a la necesidad de preservar un mínimo de sanidad, de este gran centro hospitalario. Además de que, como es preceptivo, el comité de huelga ha pactado ya los servicios mínimos, que afectarán a algo más de un 30% de la plantilla.
Nos despedimos de Puri, en la seguridad de que volveríamos a girarle una visita, nos agradeció nuestro interés y nos afirmó que su moral de resistencia, pese a tantos atropellos y vejaciones sufridas (en el Acto de Conciliación celebrado hace unos días la empresa se negó a readmitirla), no va a cejar ni un ápice.
4 comentarios:
Así nos pinta el asunto.
importante el apoyo de todos los compañeros
pd:si quieres pasar por mi blog tienes que cambiar el enlace por que el antiguo no se actualiza(algo se ha roto)el nuevo:
http://mismocoslocos.blogspot.com/
un saludo
En el museo reina sofia de madrid, esta empresa esta haciendo lo mismo. Tienen un jefe que acosa a los trabajadores constantemente pero exageradamente.
Deberíais ponerlo en conocimiento del centro publicando estas noticias que dicen lo que es el grupo Abeto.
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