hallados en el jardín de San Esteban. Murcia.
(Publicado en LA OPINIÓN de Murcia // 24-11-2009)
LAMENTOS DEL CAMPO. En el momento de publicarse estas líneas, se habrán producido ya en toda España las jornadas de protesta que las organizaciones agrarias van a protagonizar denunciando la asfixiante situación que soporta el campo español. Las rígidas normas comunitarias de la Política Agraria Común (PAC) junto con el desprecio del campo por parte de quienes tienen que defender los intereses de un sector al que se deja inerme, inmerso en la indefensión más absoluta, sin una regulación del mercado que consiga precios justos para los agricultores, son, entre otros, los factores que están conduciendo al agro español a una muerte lenta. Sorprende que un país que ha venido alardeando de tener en el sector agrícola, sobre todo en su vertiente exportadora, el necesario contrapeso para saldar el sempiterno déficit comercial deje languidecer lentamente esta actividad. No escarmentamos. El franquismo contempló una sangría poblacional de las zonas agrícolas españolas en virtud de la emigración de sus pobladores hacia las regiones industriales de España y de Europa. Pero, una vez superada esa etapa, la torpe visión de quienes tienen responsabilidades políticas es incapaz de percibir que, en un país que no destaca precisamente por liderar la actividad industrial y la tecnología puntera, una agricultura moderna, ecológica y sostenible podría constituirse en el refugio de muchos trabajadores incapaces de lograr acomodo en otros sectores en crisis.
DESPRECIO A NUESTRO PASADO. Tras el latrocinio cultural que supuso la destrucción, a mediados del siglo pasado, de los baños árabes de la calle Madre de Dios, la ciudadanía de Murcia se dispone a contemplar cómo la ignorancia y el desprecio a nuestro legado histórico, sumados a la defensa de inconfesados intereses particulares de unos pocos, van a suponer -con el pretexto absurdo de su escaso valor- el entierro de los restos arqueológicos de la Murcia musulmana de los siglos XII y XIII hallados en San Esteban. Esperemos que lleguemos a tiempo de evitar la consumación, por vía administrativa, de este nuevo atropello contra el patrimonio cultural presente y futuro.
3 comentarios:
Lamentable lo de los restos. Y de nuestros políticos, mejor me muerdo la lengua.
esta vez estoy contigo y subrayo punto por punto lo que dices(y a los restos de san esteban les veo un futuro oscurito, por no decir negro)
Incógnitas que ya veremos si tienen solución. Cuando a los políticos no les interesa que nos enteremos de algo, no te preocupes, no nos enteramos.
Yo también me he acordado de los baños árabes, porque aunque los tiraron cuando yo estaba a punto de nacer o recién nacida, no lo sé exactamente, mi padre siempre los recordaba como uno de los grandes atropellos culturales de este pueblo, al que llamaba bárbaro. Luego, él y otros, cuando ya tenía un cierto prestigio, consiguieron que no derribaran el palacio de Floridablanca, y que al menos respetaran la fachada, con el hotel del Arco detrás. Ahí se pudo combinar el interés económico con el cultural, pero en el caso de San Esteban, con la mordida de depredadores que llevan, me temo, como Alfonso dice, que va a tener un futuro más bien negro. Ya veremos. Y por cierto, se te ha olvidado el desaguisado de la muralla árabe, que han cubierto por completo con una absurda estructura, estropeando de paso una preciosa plaza barroca.
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