Dicen que hay que aceptar el veredicto de las urnas. Y las urnas hablaron. Para constatar, a estas alturas, que vivimos en la Región más conservadora de España. Uno de los últimos bastiones del PP, perdida la mayoría en Baleares y Navarra.
Respecto a IU + Los Verdes, las urnas no nos han sometido al tremendo castigo del PSRM-PSOE. Hemos recuperado posiciones después de la caída en picado de 2003. Tenemos representación, por primera vez, en municipios como Ceutí, Abarán y Los Alcázares, hemos recuperado la presencia en el Ayuntamiento de Murcia y hemos subido en Archena, Molina y Cieza, si bien es cierto que hemos perdido la representación en los municipios del área de Cartagena-Mar Menor y en la propia ciudad de Cartagena. Y ello pese a que hemos incrementado porcentualmente nuestra representación, tanto en ayuntamientos como en la Asamblea Regional, donde pasamos a obtener el 6,24 de los sufragios.
Pero nos merecíamos más. El entusiasmo, la honestidad y la coherencia de que ha hecho gala IU + Los Verdes no ha tenido su premio en las urnas. Hoy he estado en dos debates. En el primero, en la emisora 'Popular TV', que emite desde los Jerónimos, sede de la UCAM, donde he compartido mesa, para analizar el día después, con el diputado Raimundo Benzal, del PSRM-PSOE, y con Javier Iniesta, del PP. Luego, me he desplazado al debate del Club La Opinión. En ambos foros he expuesto lo tremendamente injusta que es la ley electoral regional, que penaliza a las pequeñas formaciones, como IU, por mor, además, de la existencia perniciosa de cinco circunscripciones electorales.
Y para corroborar mi aserto, recuerdo las cifras y los escaños de IU + Los Verdes y del PSRM-PSOE. Este partido, con 200.000 votos, aproximadamente, tiene 15 escaños; IU+Los Verdes, con 40.000 votos, sólo uno. O sea, que la proporción no se mantiene. IU+ Los Verdes, con otro sistema electoral más cercano al proporcional, y sin la existencia de las cinco circunscripciones electorales, es decir, considerando a la provincia como circunscripción única, debería contar, en estos momentos, con al menos dos diputados, y estaría disputando el tercero en función de los restos. Pero no es así.
Cabe, pues, seguir insistiendo no sólo en la ampliación del número de diputados en la Asamblea, sino en la urgente reforma de una ley electoral a todas luces injusta.