Organizada por ACSUR-Las Segovias y Entrepueblos, técnicos cubanos y españoles dieron a conocer, respectivamente, los avances agrícolas en aquel país caribeño y la situación de este sector en Occidente.
Diego Jiménez/Murcia.- Según los organizadores del evento, “los consumidores de todo el mundo estamos asistiendo a una escalada de precios en los alimentos básicos, disparatada en el último año, creando unas condiciones de vida muy difíciles para las comunidades más necesitadas especialmente en los países mas empobrecidos”, situación en la que influye el precio del petróleo pero, también, “la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, los restricciones a la exportación impuestas por la Organización Mundial del Comercio y el boom de los biocombustibles impuestos por los Estados Unidos y la Unión Europea” que están reduciendo los cultivos destinados al consumo humano, por lo que hay “una necesidad urgente de buscar alternativas”. En este sentido creen que “una de las más importantes reside en la experiencia de las agriculturas locales”, por lo que “una de las organizaciones campesinas con mayor repercusión global, como es Vía Campesina, mantiene que “para proteger las necesidades vitales, los puestos de trabajo, la salud de las personas y al medio ambiente, la alimentación debe permanecer en manos de los pequeños campesinos sostenibles, y no puede dejarse bajo el control de las grandes compañías de agro-negocios o de las cadenas de supermercados, ya que la agricultura industrial no nos provee de comida saludable, y deteriora más fuertemente el medio ambiente, generalizando el uso de semillas modificadas, abonos químicos y grandes programas de riego”. Por ello afirman que “esto no va a resolver la crisis alimentaría, muy al contrario, la agudizara”.
Diego Jiménez/Murcia.- Según los organizadores del evento, “los consumidores de todo el mundo estamos asistiendo a una escalada de precios en los alimentos básicos, disparatada en el último año, creando unas condiciones de vida muy difíciles para las comunidades más necesitadas especialmente en los países mas empobrecidos”, situación en la que influye el precio del petróleo pero, también, “la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, los restricciones a la exportación impuestas por la Organización Mundial del Comercio y el boom de los biocombustibles impuestos por los Estados Unidos y la Unión Europea” que están reduciendo los cultivos destinados al consumo humano, por lo que hay “una necesidad urgente de buscar alternativas”. En este sentido creen que “una de las más importantes reside en la experiencia de las agriculturas locales”, por lo que “una de las organizaciones campesinas con mayor repercusión global, como es Vía Campesina, mantiene que “para proteger las necesidades vitales, los puestos de trabajo, la salud de las personas y al medio ambiente, la alimentación debe permanecer en manos de los pequeños campesinos sostenibles, y no puede dejarse bajo el control de las grandes compañías de agro-negocios o de las cadenas de supermercados, ya que la agricultura industrial no nos provee de comida saludable, y deteriora más fuertemente el medio ambiente, generalizando el uso de semillas modificadas, abonos químicos y grandes programas de riego”. Por ello afirman que “esto no va a resolver la crisis alimentaría, muy al contrario, la agudizara”.
Otro de los motivos del foro de debate fue dar a conocer que “recientes estudios publicados muestran cómo las pequeñas explotaciones campesinas ecológicas son al final tan productivas como las explotaciones campesinas convencionales, e incluso algunas estimaciones sugieren que la producción global de alimentos podría incluso incrementarse más del 50% con agricultura ecológica”.
Mesa de debate
Abrió el turno de intervenciones Pedro Noguera, quien afirmó que, aunque la agricultura aparezca como actividad marginal en los países desarrollados, supone el primer sector en creación de empleo en el mundo, pues acoge a 1.350 millones de agricultores, suponiendo, en España, el 6% del empleo total y el 4% en el conjunto del mundo desarrollado. Disertó, además, sobre la situación de la pobreza en el Mundo, destacando que ésta aparece con un sesgo rural, en la medida en que, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el 70% de los más pobres del planeta viven en zonas rurales. Destacó, además, que en las décadas de los ’50 al ’80 del pasado siglo, el descuido de los gobiernos hizo retroceder la importancia de la agricultura en la economía, pero que, a partir de los ’90, se ha registrado una vuelta a esas prácticas agrícolas en todo el planeta, aunque destacó que “la globalización ha destruido los tejidos productivos agrarios de todo el mundo” por el peso creciente de las multinacionales que controlan el sector. Finalizó su intervención con una alusión al concepto de desarrollo humano y con un llamamiento a que pueda darse lo que denominó el “principio de equidad internacional”, un pacto entre las personas presentes para el beneficio de las generaciones futuras.
Tomó la palabra, a continuación, Fernando Funes, técnico cubano del ACTA, quien recordó el colapso alimentario que se dio en la Isla durante el periodo especial, en una agricultura que se había caracterizado en la etapa anterior por una notable mecanización y el fuerte empleo, sin embargo, de productos agroquímicos. La caída de la URSS determinó en Cuba una necesaria reorientación en la producción agrícola, descartado el empleo de maquinaria, que no podía funcionar por la evidente ausencia de combustibles, por lo que hubo de volverse al empleo de los animales de tiro en el campo cubano. Pero, además, fue el momento en que, desde asociaciones campesinas y cooperativistas varios, se volvió la vista hacia un tipo de agricultura autosuficiente y ecológica, integrando en las granjas una producción agropecuaria diversificada, con la presencia, además de los productos agrícolas, de animales varios, lo que permitió el uso de compost en el campo, sustitutivo de los agroquímicos, al tiempo que se entró en una dinámica de control de plagas y en la práctica de la lombricultura en las explotaciones. Fernando resaltó, además, el importante logro que supuso introducir la práctica de la agricultura urbana, que se mantiene en la Isla en niveles superiores a otras zonas del mundo. La popularización del cultivo del arroz, con un 80% de producción orgánica, y la práctica de sistemas silvi-pastoriles constituyen otros avances en Cuba, país que ha logrado producir leche a razón de entre 3.ooo y 5.000 litros por hectárea y año.
Por último, Fernando informó de los cambios habidos en el sistema de explotación de la tierra en aquel país, con el progresivo aumento de cooperativas campesinas, sobre un sistema anterior (en el periodo 1989-92) en que la mayor parte de las explotaciones era de propiedad estatal.
Víctor Gonzálvez quiso enfatizar la importancia creciente de la agricultura ecológica. Informó que nació con cierta fuerza hace unos años y que, desde hace unos cinco, está reglamentada, hasta el punto que se pretende que sea el eje central de las políticas de la PAC, en el sentido de que termine siendo la única actividad subvencionada. Víctor dijo que la agricultura ecológica aporta seguridad en dos sentidos, la cantidad y la calidad, por lo que se pronunció en contra de la actual agricultura, en la que se da una notable presencia de transgénicos. Defendió el derecho a la alimentación como uno de los básicos del ser humano, por lo que la agricultura no debe regirse por los parámetros mercantilistas del puro negocio, y postuló la necesidad de que se dé una agricultura, al mismo tiempo, solidaria, que impulse proyectos de desarrollo, sin tecnologías dependientes desde los países ricos, en las zonas menos desarrolladas del planeta.
Víctor Gonzálvez quiso enfatizar la importancia creciente de la agricultura ecológica. Informó que nació con cierta fuerza hace unos años y que, desde hace unos cinco, está reglamentada, hasta el punto que se pretende que sea el eje central de las políticas de la PAC, en el sentido de que termine siendo la única actividad subvencionada. Víctor dijo que la agricultura ecológica aporta seguridad en dos sentidos, la cantidad y la calidad, por lo que se pronunció en contra de la actual agricultura, en la que se da una notable presencia de transgénicos. Defendió el derecho a la alimentación como uno de los básicos del ser humano, por lo que la agricultura no debe regirse por los parámetros mercantilistas del puro negocio, y postuló la necesidad de que se dé una agricultura, al mismo tiempo, solidaria, que impulse proyectos de desarrollo, sin tecnologías dependientes desde los países ricos, en las zonas menos desarrolladas del planeta.
Humberto Ríos, técnico del INCA, y que ya había recalado hace unos meses en Murcia para informar del mismo tema, dio a conocer al auditorio los indudables avances agrícolas en Cuba a partir de la selección de semillas y la experimentación por parte de los propios campesinos, que se van sumando, cada vez en mayor número, a estas prácticas.
Destacó el cambio del ‘rol’ que cabe atribuir a lo que denominó los ‘científicos’ (técnicos agrícolas), en la medida en que tiene claro que los protagonistas de estos cambios son los propios campesinos, que, con su propio esfuerzo –aunque con la colaboración de ingenieros y técnicos- están propiciando la consecución de altos rendimientos agrícolas y notables variedades de arroz, fríjoles, maíz, tomate, etc. Humberto definió, pues, al PIAL (programa de investigación alimentaria) cubano, como un “programa para todos” y para toda la Isla.
1 comentario:
Con la PAC todo se fue al carajo. Y mejor no recordar asuntos como lo del Lino. ¿Modernización? ¿Atraso? Una milonga lo de la PAC
Publicar un comentario