martes, 13 de enero de 2015

Con una rueda de prensa matinal y con el acto de apertura de la tarde, quedó inaugurada en Murcia la exposición sobre las Misiones Pedagógicas de la II República

Eugenio Otero, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y comisario de la exposición, afirmó en el acto de inauguración que "las Misiones Pedagógicas hicieron la mejor campaña de animación a la lectura que jamás se haya realizado en España".


Diego Jiménez/ Murcia.- Con una rueda de prensa matinal y el acto de la tarde, quedó inaugurada en Murcia, el pasado lunes día 12 de enero, la exposición sobre las Misiones Pedagógicas de la II República. Instalada en Madrid gracias a la labor cultural que desarrolla el Patronato de la Residencia de Estudiantes, la exposición, desde su inauguración en 2006, ha recorrido varias localidades de España.

La presencia de esta muestra ha sido posible en Murcia gracias a los esfuerzos de la Asociación de Pensionistas y Jubilados de STERM-Intersindical, la Universidad de Murcia (UMU) y el Museo de la propia Universidad, en cuya sede del antiguo Cuartel de Artillería se haya instalada la exposición. Fue presentada en rueda de prensa matinal, en el salón de actos del museo de la UMU. En el acto, presentado y moderado por José Antonio Gómez, vicerrector de Comunicación y Cultura de la Universidad, estaban también presentes en la mesa, Benigno Polo y Pepe Hernández Escámez (Intersindical), Pascual Martínez, de la Fundación CajaMurcia, y el director del museo, José Miguel García Cano.

En la mesa, de derecha a izquierda: Benigno Polo, Pepe Hdez. Escámez, J. Antonio Gómez, Pascual Martínez y J. Miguel García Cano (Foto: Carlos Trenor). 

En la sala, se encontraban también, entre otras personas, Eva Santos y José Manuel López, de la comisión de actos del centenario de la UMU que se conmemora este año. Al final de la rueda de prensa intervino Eugenio Otero,  profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y comisario de la exposición, quien, como en la intervención que tuvo en la jornada vespertina, recalcó que  “las Misiones Pedagógicas hicieron la mejor campaña de animación a la lectura que jamás se haya realizado en España”, al tiempo que destacó el esfuerzo inversor del gobierno de la II República, con una dotación presupuestaria anual de 800.000 pesetas para financiar la labor del Patronato de las Misiones, labor que, aun con la reducción que se produjo con el gobierno derechista de Lerroux apoyado por la CEDA, se mantuvo hasta 1936.

Aprovechando el turno de preguntas, Antonio Sánchez, una de las personas de la Intersindical que han hecho posible la exposición, conminó al vicerrector de Comunicación y Cultura de la UMU a que reclame que la primera sede de la Universidad de Murcia, las antiguas escuelas graduadas del barrio de El Carmen –que el Ayuntamiento de la capital está dispuesto a ceder a un cofradía pasional de Semana Santa-, sigan siendo patrimonio público.

La inauguración de la tarde

Con un salón de actos completamente repleto, hasta el extremo de que hubo personas que hubieron de seguir el acto de pie y otras que se quedaron sin poder acceder al local, se procedió a la inauguración formal de la exposición, tras la que se sirvió un vino español. En el acto, presentado por Antonio Gómez, vicerrector de Comunicación y Cultura, tomaron la palabra varias personas presentes en la mesa.
Aspecto que presentaba el salón de actos (Foto Carlos Trenor).
Eva Sánchez, de la comisión del centenario de la UMU, citó a María Zambrano y Jara Carrillo, como impulsores de la actividad cultural en Murcia, destacando del último su apuesta por traer la Universidad a la capital de la Región, en 1915.

Jesús Martínez Corbalán, en representación de STERM-Intersindical, destacó, en una emotiva alocución, su plena identificación con las Misiones Pedagógicas y el espíritu que las inspiró, al tiempo que expresó su sentimiento de proximidad con las personas que aparecen en la muestra y el orgullo por la aportación a las Misiones de paisanos nuestros como Ramón Gaya, Carmen Conde, Antonio Oliver y el, a su juicio, ‘casi paisano’ Miguel Hernández, pues, afirmó, “la sierra de Orihuela está a un tiro de piedra de Murcia”. Por último, mostró su indignación y rabia por cómo fue truncada esta experiencia educativa y cultural con el inicio de la sublevación franquista.
En la mesa, de derecha a izquierda: Eva Sánchez,  Eugenio Otero, Antonio Gómez, Jesús Martínez y Pedro Luis Moreno (Foto: Diego Jiménez)

Por su parte, Pedro Luis Moreno, del Centro de Estudios de la Memoria Educativa (CEME), calificó de alto el nivel de la muestra que se exhibe gracias a  la aportación de Eugenio Otero, del cual citó su libro Las Misiones Pedagógicas. Una experiencia de educación popular” (1982), destacando, así mismo, la estrecha vinculación del Patronato de las Misiones con personas e instituciones de la Región, como la Universidad Popular de Cartagena y la Escuela de Magisterio de Murcia

Intervención de Eugenio Otero

El profesor Antonio Viñao presentó al ponente Eugenio Otero. En su breve intervención, Viñao destacó el hilo de continuidad que se establece entre las Misiones Pedagógicas y el impulso educativo y pedagógico desplegado por Giner de los Ríos y sus compañeros, fundadores de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) en 1876. Esa labor fue continuada por Manuel Bartolomé Cossío, el alma mater de las Misiones Pedagógicas.

En su intervención, Eugenio Otero afirmó que, desde 1876, coincidiendo con la etapa final del Sexenio democrático, hasta 1936, se producen en España una serie de transformaciones educativas que nos sitúan “a la cabeza de Europa”. Dijo, además, que el conjunto de fotografías exhibido en la exposición nos “descubre” la España rural de los años 30 del pasado siglo. No dudó en señalar a los maestros como los auténticos “artífices” del éxito de las Misiones, pese a sus exiguos sueldos que oscilaban entre las 1.000 a 7.000 pesetas al año en zonas urbanas (matizó que sólo dos maestros, de Madrid y Barcelona, alcanzaron esa última cifra), siendo menores las retribuciones de los maestros rurales (de 125 ptas a 250 ptas/año). Muchos de esos maestros, que hasta el año 1900 no pasaron a cobrar del Estado (antes eran pagados por los ayuntamientos), aspiraban, pues, a salir del aislamiento de las aldeas. Por ello, en el último cuarto del siglo XIX, Giner de los Ríos propugnó “apoyar” al maestro rural, enviando a los pueblos y aldeas algunas “misiones pedagógicas”. Estas ideas fueron recogidas por la República, que, por decreto de 29 de mayo de 1931, crea las Misiones Pedagógicas, con los objetivos de fomento de la cultura popular, la orientación pedagógica de las escuelas y la educación ciudadana.

Citó el “perfil” exigido a los “misioneros”, que habían de  pasar previamente una entrevista con Cossío, y que, tras ser seleccionados, deberían ser capaces de crear en sus actividades un ambiente de cordialidad con los campesinos.

De la actuación del Patronato, Otero aportó algunos datos, tales como: puesta en marcha, hasta 1937, de más de 5.500 bibliotecas populares y dotación de más de 600 mil libros; junto a éstos, gramófonos, que reproducían música popular, clásica o culta; exhibición de películas y documentales (como el documental Estampas, preservado por Cristóbal Simancas); los coros y el Teatro del Pueblo, que, dirigido por Alejandro Casona, actuó en más de 280 localidades; el Teatro de Guiñol, dirigido por Rafael Dieste, que visitó Malpica, en la Costa Da Morte (A Coruña) en compañía de Ramón Gaya, y el Museo del Pueblo, que recorrió unas 175 localidades de toda España.

Otero hizo alusión a que un 50%  de estos jóvenes entusiastas que alentaban estas actividades eran maestros, junto con algunos alumnos normalistas. Todos “descubren” una España desconocida en las zonas urbanas. Por último, pasó a destacar algunos nombres señalados: el propio Rafael Dieste, Val del Omar, Antonio Serrao, Cristóbal Simancas, Ramón Gaya…”, para terminar calificando a aquellos jóvenes que dieron vida a las Misiones como pertenecientes a “una generación perdida y llena de luz”.  

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