Rescato del blog de Vicente Giménez (www.crisyc.com) esta interesante noticia aparecida hace unos días en el diario "Público": la muerte de uno de los más críticos y lúcidos historiadores de la realidad social y política de los Estados Unidos.
Adios a Howard Zinn
Enero 29, 2010 on 4:35 pm. Internacional, Publicaciones, Ciudadanía
Noticia publicada en www.publico.es
“El historiador y activista político estadounidense Howard Zinn, quien ofreció una versión alternativa del pasado de su país en el libro La otra Historia de Estados Unidos (*), falleció hoy a los 87 años, informó su familia y la Univeridad de Boston, de la que era profesor emérito.
Zinn, uno de los autores mas venerados por la izquierda estadounidense por su defensa de los derechos civiles y por su espíritu antibelicista, murió el miércoles a consecuencia de un ataque al corazón, explicaron fuentes de la universidad en la que enseñó ciencias políticas hasta 1988, al igual que su hija, Myla Kabat-Zinn.
La trayectoria profesional de Zinn estuvo marcada tanto por su labor académica en la Universidad de Boston, como por su compromiso político de izquierdas, que lo llevó a ser unos de los primeros críticos de la Guerra de Vietnam y simpatizar con figuras revolucionarias como Fidel Castro.
En la La otra Historia de Estados Unidos (A People’s History of the United States , 1980), Zinn ofrece un recorrido alternativo por el pasado del país para ofrecer una versión ácida de la mayoría de sus gobernantes y resaltar las acciones de sindicalistas, feministas y otros inconformes con la realidad social.
Pese a coincidir con el inicio de la “revolución conservadora” del presidente Ronald Reagan, el libro se hizo rápidamente popular en EEUU., donde se vendieron más de 1 millón de copias, y actualmente forma parte del currículo de numerosas instituciones académicas.
Entre los admiradores de la obra de Zinn se encuentran famosos como el rockero Bruce Springsteen, el cineasta Oliver Stone y los actores Matt Damon y Ben Affleck, que incluyeron una referencia a la misma en el guión de su premiada película de 1997 Good Will Hunting.
“Su contribución a la cultura intelectual y moral estadounidense es increíble”, contó al diario The Boston Globe el lingüista y activista político estadounidense Noam Chomsky, para quien el fallecido historiador “cambió la consciencia de Estados Unidos de una manera muy constructiva”.
“Es una pérdida para el país entero. Será muy difícil reemplazarlo como figura política, individuo excelente y una persona visionaria y con agallas”, aseguró este miércoles Joseph Boskin, profesor emérito de Historia en la Universidad de Boston y amigo personal del fallecido.
Nacido en 1922 en Nueva York en el seno de una modesta familia de inmigrantes judíos, Zinn participó en la Segunda Guerra Mundial, donde se formaron sus sentimientos en contra del uso de la fuerza, y a su regreso a Estados Unidos estudió en la Universidad de Nueva York (NYU) y en la de Columbia, donde se doctoró en Historia.
Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en los bombarderos que diariamente atacaban objetivos en Alemania, Hungría y otros países ocupados por el régimen nazi.
Su abierto activismo político le hizo blanco de las críticas de algunos de sus compañeros de profesión, que lo consideraban más un “generador de polémicas”, que un historiador riguroso.
Zinn reconoció en la autobiografía “No se puede ser neutral en un tren en movimiento” (1994) que en su labor académica quería “algo más que la objetividad”.
Zinn debutó como profesor en Atlanta, donde destacó como activista de las libertades civiles y donde animó a los estudiantes afroamerianos a pedir los derechos que la Administración no les reconocía, por lo que pronto fue visto como “un instigador”, como recordaba en sus memorias, y fue despedido por insubordinación.
“Quería que los estudiantes salieran de mis clases no sólo bien informados, sino preparados para abandonar la seguridad del silencio, más preparados para denunciar y actuar contra toda injusticia que vieran”, explicó.
En 1964 empezó a dar clases en la Universidad de Boston coincidiendo con el inicio del movimiento social en contra de la guerra de Vietnam, un espíritu que abrazo y defendió desde las aulas en una serie de clases, conferencias y simposios con los que, según recuerda la universidad, conseguía “llenos absolutos”.
“La guerra es simple. Es como una droga, como el crack. Una victoria en la guerra te coloca” decía Zinn, quien en una entrevista reciente con la web BigThink.com aseguró que esperaba que le recordaran como “alguien que presentó una manera diferente de pensar sobre el mundo, la guerra, los derechos civiles y la igualdad”.
El conocido historiador dijo que esperaba que cada vez más gente pensara como él, que sintiera que “el poder, pese a estar en manos de los ricos y de quien tiene armas, reside eventualmente en el pueblo, que lo ha utilizado en varios puntos de la historia, como lo hicieron las mujeres, los afroamericanos y los activistas en contra de la guerra”.
“Estados Unidos siempre ha sido un matón en América Latina y ha mantenido una actitud agresiva y dominante en torno a México.
Esta presión en contra de Irak no sorprende y es otra demostración de la arrogancia americana”, dijo hace unos años en una entrevista a Efe.
Zinn se mostró en contra de la Guerra de Afganistán y la de Irak y, en su ultimo ensayo público, publicado hace una semana por The Nation, se mostraba critico con el presidente de EE.UU., Barack Obama, de quien dijo no haber esperado nunca nada.”
(*) Particularmente no me gusta mucha la traducción que se le ha dado al título del libro. Yo lo hubiera traducido como “Una historia del pueblo americano”.
Noticia publicada en www.publico.es
“El historiador y activista político estadounidense Howard Zinn, quien ofreció una versión alternativa del pasado de su país en el libro La otra Historia de Estados Unidos (*), falleció hoy a los 87 años, informó su familia y la Univeridad de Boston, de la que era profesor emérito.
Zinn, uno de los autores mas venerados por la izquierda estadounidense por su defensa de los derechos civiles y por su espíritu antibelicista, murió el miércoles a consecuencia de un ataque al corazón, explicaron fuentes de la universidad en la que enseñó ciencias políticas hasta 1988, al igual que su hija, Myla Kabat-Zinn.
La trayectoria profesional de Zinn estuvo marcada tanto por su labor académica en la Universidad de Boston, como por su compromiso político de izquierdas, que lo llevó a ser unos de los primeros críticos de la Guerra de Vietnam y simpatizar con figuras revolucionarias como Fidel Castro.
En la La otra Historia de Estados Unidos (A People’s History of the United States , 1980), Zinn ofrece un recorrido alternativo por el pasado del país para ofrecer una versión ácida de la mayoría de sus gobernantes y resaltar las acciones de sindicalistas, feministas y otros inconformes con la realidad social.
Pese a coincidir con el inicio de la “revolución conservadora” del presidente Ronald Reagan, el libro se hizo rápidamente popular en EEUU., donde se vendieron más de 1 millón de copias, y actualmente forma parte del currículo de numerosas instituciones académicas.
Entre los admiradores de la obra de Zinn se encuentran famosos como el rockero Bruce Springsteen, el cineasta Oliver Stone y los actores Matt Damon y Ben Affleck, que incluyeron una referencia a la misma en el guión de su premiada película de 1997 Good Will Hunting.
“Su contribución a la cultura intelectual y moral estadounidense es increíble”, contó al diario The Boston Globe el lingüista y activista político estadounidense Noam Chomsky, para quien el fallecido historiador “cambió la consciencia de Estados Unidos de una manera muy constructiva”.
“Es una pérdida para el país entero. Será muy difícil reemplazarlo como figura política, individuo excelente y una persona visionaria y con agallas”, aseguró este miércoles Joseph Boskin, profesor emérito de Historia en la Universidad de Boston y amigo personal del fallecido.
Nacido en 1922 en Nueva York en el seno de una modesta familia de inmigrantes judíos, Zinn participó en la Segunda Guerra Mundial, donde se formaron sus sentimientos en contra del uso de la fuerza, y a su regreso a Estados Unidos estudió en la Universidad de Nueva York (NYU) y en la de Columbia, donde se doctoró en Historia.
Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en los bombarderos que diariamente atacaban objetivos en Alemania, Hungría y otros países ocupados por el régimen nazi.
Su abierto activismo político le hizo blanco de las críticas de algunos de sus compañeros de profesión, que lo consideraban más un “generador de polémicas”, que un historiador riguroso.
Zinn reconoció en la autobiografía “No se puede ser neutral en un tren en movimiento” (1994) que en su labor académica quería “algo más que la objetividad”.
Zinn debutó como profesor en Atlanta, donde destacó como activista de las libertades civiles y donde animó a los estudiantes afroamerianos a pedir los derechos que la Administración no les reconocía, por lo que pronto fue visto como “un instigador”, como recordaba en sus memorias, y fue despedido por insubordinación.
“Quería que los estudiantes salieran de mis clases no sólo bien informados, sino preparados para abandonar la seguridad del silencio, más preparados para denunciar y actuar contra toda injusticia que vieran”, explicó.
En 1964 empezó a dar clases en la Universidad de Boston coincidiendo con el inicio del movimiento social en contra de la guerra de Vietnam, un espíritu que abrazo y defendió desde las aulas en una serie de clases, conferencias y simposios con los que, según recuerda la universidad, conseguía “llenos absolutos”.
“La guerra es simple. Es como una droga, como el crack. Una victoria en la guerra te coloca” decía Zinn, quien en una entrevista reciente con la web BigThink.com aseguró que esperaba que le recordaran como “alguien que presentó una manera diferente de pensar sobre el mundo, la guerra, los derechos civiles y la igualdad”.
El conocido historiador dijo que esperaba que cada vez más gente pensara como él, que sintiera que “el poder, pese a estar en manos de los ricos y de quien tiene armas, reside eventualmente en el pueblo, que lo ha utilizado en varios puntos de la historia, como lo hicieron las mujeres, los afroamericanos y los activistas en contra de la guerra”.
“Estados Unidos siempre ha sido un matón en América Latina y ha mantenido una actitud agresiva y dominante en torno a México.
Esta presión en contra de Irak no sorprende y es otra demostración de la arrogancia americana”, dijo hace unos años en una entrevista a Efe.
Zinn se mostró en contra de la Guerra de Afganistán y la de Irak y, en su ultimo ensayo público, publicado hace una semana por The Nation, se mostraba critico con el presidente de EE.UU., Barack Obama, de quien dijo no haber esperado nunca nada.”
(*) Particularmente no me gusta mucha la traducción que se le ha dado al título del libro. Yo lo hubiera traducido como “Una historia del pueblo americano”.
2 comentarios:
He leído el artículo de Público, no obstante te agradezco el homenaje que le haces con su publicación en tu blog. Gracias.
Un saludo, compañero.
Un saludico, Ernesto. Gracias por asomarte aquí.
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