jueves, 15 de febrero de 2018

Presentado en Murcia el libro de Memorias ‘La Casa de la Loma’



El acto contó con una notable asistencia de público deseoso de conocer la primera obra literaria de su autor, Diego Jiménez, docente jubilado y columnista de prensa.


Diego Jiménez/Murcia.- En la tarde del pasado miércoles, día 14, los locales del Txoko, en Murcia, acogieron la presentación de La Casa de la Loma, editado por Tirano Banderas, libro de Memorias noveladas del que soy autor, hoy docente jubilado, activista social y columnista de prensa.
En la foto, de izquierda a derecha, José Sánchez, el autor e Isabel María Abellán



El acto, que se desarrolló con notable asistencia de público, fue presentado por José Sánchez, miembro de la Asociación de Memoria Histórica de Murcia-Tenemos Memoria y presidente del recién constituido Ateneo Republicano de Murcia, e Isabel María Abellán, catedrática de Historia y autora de la novela Isidro, sobre los horrores del Campo de concentración de Albatera (Alicante).



Esta fue la segunda presentación en la Región, después de la realizada el pasado sábado en La Palma (Cartagena), también con numeroso público presente en el precioso marco de la Casa del Folclore de esa diputación cartagenera. En esa ocasión, los presentadores fueron Francisco García, primo del autor, y José Sánchez, Cronista Oficial de Cartagena.

Diseño

La Casa de la Loma no pretende ser una novela. Tampoco un libro de Historia. Muestra retazos de la vida de Ana, una campesina del Campo de Cartagena, madre del autor, a la que le tocó vivir en una época convulsa y agitada. Nacida en los mismos días en que el dictador Primo de Rivera se ofreció a Alfonso XIII para erigirse en el salvador del país, Ana conoció de cerca las carencias de la guerra y la posguerra. En las páginas de este libro nos introduciremos en algunos momentos de su existencia y encontraremos de todo, pese a circunscribir sus experiencias al estrecho marco geográfico del Campo de Cartagena: momentos dichosos, como la alegría compartida con sus padres, de niña; momentos menos dulces, como los efectos terribles de la guerra del 36, y momentos tristes, con la omnipresencia de la muerte. 


Ana, que apenas fue a la escuela, tuvo el valor y la paciencia suficientes para sentarse ante una libreta de pastas gruesas y, durante la noche, arrancando horas a un sueño que, con el paso de los años, cede espacio gradualmente a una vigilia proclive a la evocación y al recuerdo, dedicarse a eso, a recordar. Y a escribir. Este libro es un homenaje del autor a su madre, una mujer humilde y ejemplar.

El libro, que ya va por su segunda edición en un mes, está a la venta en Librería Diego Marín, de Murcia, y en breve a través de una distribuidora de la propia editorial.





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