miércoles, 11 de octubre de 2017

MORATALLA: PUEBLOS FUERA DE RUTA

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/10/11/pueblos-fuera-ruta/866324.html


Moratalla, el tercer municipio más extenso de la Región, es para mí, cartagenero de origen, mi tierra de adopción. Moratalla es, y fue, tierra de frontera y conserva, además, el sello indeleble de las poblaciones que estuvieron bajo el dominio de la Orden de Santiago. Sus cielos limpios, sus aires serranos y la riqueza de su masa forestal y de su flora y fauna hacen de este enclave regional un lugar donde perderse. 

Pero el municipio de Moratalla es el gran olvidado de la Administración regional. Hoy quiero hablarles de algunos de esos pueblos ´fuera de ruta´: Benizar y las aldeas próximas de Otos, Mazuza y Casa Requena. Llegar allí por carretera es toda una aventura. Si decidimos hacerlo desde El Sabinar, el camino asfaltado (más que una carretera), flanqueado a izquierda y derecha por enclaves tan bellos como las cuevas de Zaén, el carrascal de Bajil y el barranco de Hondares, nos acerca a Benizar. Su castillo, de época musulmana pero también utilizado tras la conquista cristiana, enclavado en lo alto de un cerro inaccesible, a los pies de la Sierra de La Muela, nos saluda.
Si, por el contrario, decidimos acceder a Benizar por la carretera CM-3217, pasada la población albaceteña de Tazona, un desvío a la izquierda nos conduce a Benizar por la carretera RM-B30. Un tramo de la misma, de unos tres kilómetros, perteneciente a la provincia de Albacete, está impracticable. Los vecinos y vecinas de la zona llevan más de veinte años reivindicando el arreglo de esa carretera. Este verano dos concentraciones de protesta exteriorizaron el malestar de quienes se sienten olvidados. El pasado jueves, LA OPINIÓN nos daba cuenta de una reunión del alcalde de Moratalla, Jesús Amo (hay que recordar que la exalcaldesa Candi Marín ha luchado incansablemente, junto al vecindario, por buscar una solución en sus dos años al frente del consistorio) con su homólogo en el ayuntamiento de Hellín y vicepresidente de la Diputación de Albacete, Ramón García, en la que se comprometían a reparar esa carretera, así como la que une a Benizar con Otos, Mazuza y Casa Requena, que ha causado ya víctimas mortales.

Tramo de carretera en mal estado en la RM-B30 , desde la CM3217 (Foto El Noroeste)
Pero el vecindario, cansado de tantas promesas incumplidas, no se fía. Sólo el empuje de las asociaciones de vecinos de la zona y de personas como Ana Rosa, de Benizar; Pedro Tomás, de Mazuza, y Antonia, de Otos, está consiguiendo que estos bellos enclaves no queden en el olvido. Antonia me decía que mantienen abierto el restaurante de Otos «para contribuir a dar vida a esa aldea». Porque en estos pueblos el componente idílico choca con la cruda realidad de la marginalidad y el olvido al que unos políticos ineptos e insensibles los condenan. Ana Rosa me confesaba: «Me gusta la tranquilidad, beber agua en las fuentes, aparcar fácilmente, escuchar grillos por la noche, en vez de sirenas de ambulancia o pitidos de coche. Me gusta y nos gusta ir por la calle saludando a la gente y saber de ellos, de sus alegrías y de sus penas». Para añadir a continuación: «Pero también la vida la tenemos bastante difícil; no sé exactamente por qué no se toman medidas para impedir que se vacíen nuestros pueblos, o quizás es lo que quieren; no entendemos por qué no tenemos acceso a un servicio de wifi en condiciones; por qué se han llevado a nuestros hijos a un instituto, habiendo aulas de Secundaria que están cerradas...».

Así está la carretera que conduce desde Mazuza a Socovos (AB) antes de llegar a la pedanía de Casa Requena.

El municipio cuenta, en estas zonas más apartadas, con tres consultorios médicos en Cañada de la Cruz, El Sabinar y Benizar, pero no se entiende que para tener una Sanidad en condiciones tengan que estar en pie de guerra, «con ambulancias que tardan hora y media en llegar y con consultorios que no están dotados de lo preciso para estabilizar una urgencia». Se queja, así mismo, del estado de las carreteras y de la ausencia del cuidado de sus montes.

Por su parte, Pedro Tomás, presidente de la Asociación de Vecinos de Mazuza, nos completa una lista de mínimos para que vecinas y vecinas puedan disfrutar de unos servicios básicos a que tienen derecho. Como Ana Rosa, se queja de unas carreteras sin el ancho adecuado, con el firme en malas condiciones, sin señalización horizontal y con la vertical insuficiente, y con escalones laterales sin señalización, con peligro de caída al barranco. «La falta de limpieza de estas vías de comunicación hace que el bosque invada las carreteras, lo que, además de dificultar la visibilidad, incrementa el peligro de incendio», nos dice. Además, «no hay cortafuegos, tanto en los márgenes de las carreteras como en las pistas forestales y caminos agrícolas, a lo que se suma el deficiente acceso a las masas forestales y la ausencia de puntos de captación de agua», advierte. (Hay que recordar que el incendio de julio de 1994 está aún muy presente en la memoria de estos vecinos). Y en materia de salud pública, Pedro Tomás se queja de la ausencia de depuradoras de aguas residuales, por lo que éstas van a los barrancos. Y de que brillan por su ausencia contenedores para la recogida selectiva de residuos.

Siento especial predilección por estas bellas tierras del Noroeste murciano. Por ello, me enerva la condena al olvido y al ostracismo de estos pueblos y sus habitantes por parte de una Administración regional que sólo se acuerda de ellos como reclamo turístico en Fitur.

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