martes, 6 de noviembre de 2012

La Región se hunde

 http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/11/06/region-hunde/437368.html

Quién nos iba a decir, hace unos pocos años, cuando el Gobierno regional de Murcia se enorgullecía del crecimiento anual del PIB por encima del 3%, que hoy nos encontraríamos en la situación en la que estamos. Porque es evidente que la gente lo está pasando mal, muy mal. Tan mal que sólo el colchón amortiguador de la familia viene retardando el estallido de un conflicto social. El declive económico (el propio consejero de Economía, Juan Bernal, admite que el decrecimiento para el 2013 va a ser del 0,5 % del PIB regional) y el deterioro de los parámetros que miden el bienestar social es de tal dimensión que resulta sorprendente la pasividad y atonía de un importante sector de la población a la hora de plantar cara y exigir respuestas contundentes a los responsables del desaguisado en que nos han metido. Pareciera que vuelve a reeditarse aquella Murcia decimonónica del régimen de la Restauración, en que campaban a sus anchas terratenientes y caciques. Hoy, en pleno siglo XXI, la sociedad murciana, víctima de un evidente déficit democrático, secuestrada y amordazada en virtud de la mayoría aplastante  que posee el Partido Popular desde hace unos años, parece no haber abandonado esa secular sumisión a los que mandan.
En efecto, sorprende que en una Región en que languidecen en los despachos judiciales indicios que imputan nada menos que a diecinueve alcaldes por delitos urbanísticos la exigencia social de responsabilidades políticas y penales casi brille por su ausencia. Como preocupante resulta la escasa respuesta solidaria de los bancos y de las instituciones a la situación a la que continuamente se ven abocadas cientos de familias desahuciadas de sus viviendas en virtud de expedientes redactados desde los despachos de banqueros sin escrúpulos. Sólo la perseverante y tenaz labor de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PHA) ha logrado mitigar, en parte, este drama atroz que amenaza con cebarse cada vez con más personas. Y, en ese sentido, la marcha contra el paro, los recortes sociales y la precariedad, convocada por  la PHA y el Foro Social en varios municipios de la Región entre los días 5 y 11 del presente mes, se me antoja totalmente oportuna, por necesaria.
Porque, en nuestra Región de Murcia la pobreza avanza imparable,  afectando a un 30,9 %, es decir, a cerca de medio millón de personas, según datos de Eurostat. Pero el Gobierno regional no reacciona con la puesta en marcha de un plan de choque. Choca ver a un presidente regional, absentista, paseándose por los despachos de Bruselas, mientras un importante sector de la población asiste impotente, día a día,  a la merma de sus posibilidades  de mera supervivencia. Como resulta preocupante que, aparentemente, a ninguno de los consejeros regionales parezca quitarle el sueño que el paro en la Región pueda dispararse hasta el 30% a corto plazo. Frente a esto, el Gobierno regional responde con la disminución de las partidas presupuestarias destinadas al Servicio de Empleo y Formación en un 45%, recorte que se suma a los que afectan a Sanidad, Educación, Dependencia…
Frente a tal estado de cosas, no hay síntomas de que desde las altas instancias del poder político y de los sectores empresariales se reaccione. Todo se fía a proyectos faraónicos y megalómanos de difícil ejecución y de dudosa rentabilidad social: el macropuerto de contenedores de El Gorguel; la Paramount; la  insistencia en convertir Cabo Cope en una marina destinada al fracaso (como en Castellón); el aeropuerto de Corvera, presumiblemente inviable (como el de Castellón), cuando ya teníamos plenamente operativo el de San Javier…
La situación sabemos que es grave. Muy grave. A ella han contribuido desde los bancos alemanes que financiaron la burbuja inmobiliaria en la Región, pasando por Angela Merkel que impone condiciones al gobierno central para recuperar esos créditos, y, desde luego, las draconianas medidas de ajuste de los gobiernos de Rajoy y Valcárcel. Y, en ese sentido, contra quienes tratan de recortar derechos, penalizar la disidencia y retrotraernos, con ello, a periodos aciagos de nuestra historia más reciente, creo que la próxima huelga general del 14 de noviembre -por primera vez simultánea en varios países europeos del área mediterránea-, en la medida que es la expresión del cabreo y la desesperación de la ciudadanía, merecería tener en Murcia un seguimiento masivo. Porque quienes nos gobiernan han de oír el clamor de la calle, el grito desesperado de una población que no se resigna a ver cómo se hunde la Región, sin atisbar en el horizonte un futuro inmediato para las nuevas generaciones.

No hay comentarios: