miércoles, 19 de noviembre de 2008

IX ASAMBLEA FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA: LO MEJOR, LAS BASES




El Consejo Político Federal electo en la Asamblea, a falta de completar el otro 50% restante con las personas elegidas por las federaciones, no fue capaz de designar a un Coordinador General de consenso.

Diego Jiménez/Murcia/ 19-XI-2008
El pasado fin de semana se celebró en el Auditorio “García Lorca” de Rivas Vaciamadrid la IX Asamblea Federal de Izquierda Unida, convocada para superar el difícil trance por el que atraviesa esta coalición tras los pésimos resultados electorales de los pasados comicios generales. Asamblea que vino precedida de los trabajos preparatorios de una Comisión Unitaria que, sin embargo, no fue capaz de llevar a la Asamblea un único documento político, pues a la misma concurrieron tres textos representativos de las distintas sensibilidades que, junto con otras dos minoritarias que presentaron listas a última hora, aspiraban a la elección de coordinador general.
La jornada del sábado
Un total de 790 delegados y delegadas se acreditaron ante la Comisión de Credenciales en los momentos previos a la Asamblea en la mañana del sábado 15 y, tras la aprobación de la composición de la Mesa, que presidía José Masa, alcalde de Rivas, dio comienzo la misma con la toma de posición de los portavoces de las distintas delegaciones ante el documento político que pasó a designarse “Declaración de Rivas”, el que, a falta de un informe de gestión –circunstancia que, con mayor o menor dureza, fue criticada por todos los portavoces-, sería el que situara a la coalición en un nuevo escenario político . Este documento fue ratificado mayoritariamente, con un apoyo de más del 90% de la asamblea.

Previamente, sin embargo, se había votado una modificación del reglamento de funcionamiento por el que, a la vista de que el documento político número dos, titulado “Por una izquierda anticapitalista, republicana, federal…”, había obtenido el máximo apoyo en las asambleas de federación, pasó a ser el documento único de debate. La delegación murciana se adhirió a la propuesta, como la inmensa mayoría del Pleno. Posteriormente, a la hora de trabajar en Comisiones, durante la jornada de tarde, supimos que la votación de la mañana había invalidado automáticamente la posibilidad de dar a conocer, a la misma y al Plenario, el documento alternativo que obtuvo en la asamblea regional de Murcia un apoyo del 42% de la misma, el titulado “Por la unidad y la democracia participativa”. Mis intentos de que, al menos, se pudiera exponer para su conocimiento, incluso sin ser votado, a la Comisión en que yo participaba, la A -la que debatía la parte del documento político número dos que se refería a la situación internacional-, fueron estériles. La ponencia fue asumiendo la mayor parte de las enmiendas, pero el documento alternativo procedente de Murcia, por ser una enmienda a la totalidad, no cabía en ese debate. Con lo que a los delegados y las delegadas asistentes a la Comisión y al mismo Pleno se les hurtó el conocimiento del texto. Muchos delegados y delegadas presentes en esa comisión y yo mismo entendimos que la Mesa había adoptado ese método para agilizar la Asamblea –que, no lo olvidemos, tenía como asunto estelar la elección del nuevo coordinador-, pero, al propio tiempo, esa medida parecía pensada para que el debate profundo de ideas no aflorara.

Era mi primera asistencia a una asamblea de estas características. Pensada para relanzar el proyecto político de IU y para la adopción de nuevas formas de hacer, un hecho, sin embargo, no escapó a mi crítica y a la muchos delegados y delegadas asistentes: el que el nombre de José Antonio Pujante, coordinador de Murcia, sonara en los telediarios de la tarde de ese sábado como posible coordinador general de consenso, y que ese dato hubiera pasado totalmente desapercibido para el conjunto de delegados y delegadas presentes en la Asamblea. La sensación de que continuaba la “política de pasillos”, común a este tipo de eventos, al margen de las decisiones democráticas de las bases, pasó rápidamente por mi mente. Pocas cosas parecían cambiar. Hay que decir, no obstante, que la oferta realizada a Pujante fue rechazada de plano por el coordinador de Murcia, sorprendido como el que más. En la noche del sábado, supe que dos de las sensibilidades que, al día siguiente, iban a presentar listas para el Consejo Político Federal proponían para la coordinación general al compañero de Baleares Eberhard Grosske, de nombre impronunciable, por su origen alemán. Pero era otro “globo sonda” más. La elección de coordinador o coordinadora había de esperar a la tarde del domingo.

La jornada del sábado se consumió en el debate y votación del documento político, que fue respaldado por amplia mayoría. Personalmente, aun estando de acuerdo con gran parte de su contenido, me abstuve en cada una de las votaciones parciales y de la totalidad del mismo, queriendo expresar así mi absoluto rechazo a que la enmienda de Murcia, y que había sido avalada por una segunda lista en nuestra pasada asamblea regional, no pudiera ser defendida y votada ante la Comisión y el Plenario. Tras la votación del documento político se pasó al debate y también votación de los Estatutos. La jornada sabatina concluyó a las dos y media de la madrugada.

La sesión del domingo
La sesión matinal de ese día abordó el debate y votación de las resoluciones presentadas, resultando aprobadas por amplia mayoría las que recogen el claro apoyo de IU al pueblo saharaui, a la causa palestina, a la solidaridad con el pueblo cubano, al derecho a una muerte digna, a la ampliación de la Ley del aborto, en respuesta a la privatización de la sanidad, o la dedicada a reconocer el apoyo al poeta y catedrático Luís García Montero, tras la sentencia por criticar a otro profesor por sus ataques a símbolos de la lucha contra el fascismo como Federico García Lorca.
Una de las resoluciones aprobadas por amplio margen sienta las bases para la refundación de Izquierda Unida y el proceso que debe culminar en 2010 para encarar en la mejor posición las próximas citas electorales a nivel nacional. El texto señala que la coalición, llegado al fin de una etapa política, ha de cambiar, con el objetivo de "volver a hacer creíble y necesaria una propuesta de izquierda anticapitalista, republicana, alternativa y transformadora". La refundación ha de pasar por un proceso que empieza con la asamblea del pasado sábado y ha de culminar con la celebración de una Asamblea Constituyente en el plazo de 18 meses. IU pretende, pues, relanzar el proyecto de “movimiento político y social” con el que nació en 1986, pretendiendo aglutinar a todos los sectores de izquierda anticapitalista y alternativa.
Votación del CPF federal
La votación para la elección de la mitad del nuevo Consejo Político Federal, esto es, noventa miembros (la otra mitad ha de salir de las personas propuestas por las distintas federaciones), se inició con bastante retraso, a las tres de la tarde de ese día, por lo que muchos intuíamos que la jornada de clausura se iba a retrasar (según la propuesta del orden del día, el final de la Asamblea estaba previsto para las tres y media de la tarde, cosa que, a la vista de lo expuesto, supimos que no iba a ser posible). La mesa había rebajado del 10% al 5% el requisito de avales necesarios para poder presentar candidaturas, con la idea de que J. Manuel Sánchez Gordillo, del CUT, el conocido alcalde de Marinaleda, pudiera presentar su lista. A estas votaciones concurrieron cinco listas, las cuales exponemos a continuación con sus resultados: la candidatura encabezada por Cayo Lara (PCE) obtuvo 329 votos, el 43,3%, con 39 miembros electos; la encabezada por Inés Sabanés (IU abierta), 207 votos, el 27,7% de apoyo y 25 miembros; la que lideraba Joan Joseph Nuet (IU tiene futuro), 147 votos, el 18,8% de apoyo y 17 miembros; la titulada “Por una IU radicalmente democrática”, encabezada por Haizea Miguela, obtuvo 45 votos, el 5,5 %, y 5 miembros, mientras que la liderada por Juan Manuel Sánchez Gordillo (A la izquierda de lo posible), con un apoyo del 4,4%, consiguió 4 miembros.
No fue hasta después de las cinco y media de la tarde cuando conocimos esos datos. El nuevo CPF debía reunirse para elegir un coordinador, a sabiendas que su nombramiento iba a ser provisional, a la vista de la Resolución aprobada por la mañana según la cual se abría un proceso constituyente a concluir dentro de 18 meses.
Personalmente, era consciente de que el debate se iba a alargar. Al día siguiente había que madrugar para cumplir con mis obligaciones laborales, por lo que, en compañía del compañero Alfonso, tomamos la carretera en dirección a Murcia. Durante el trayecto, a través de la radio fuimos conociendo el resultado de la larga y tensa reunión y la imposibilidad de llegar a un acuerdo, pese a que la lista encabezada por Cayo Lara había obtenido un amplio respaldo. Una vez más, las distintas “familias” o sensibilidades presentes en la coalición habían imposibilitado la unidad que reclamaban las bases. He tenido, a posteriori, acceso a las palabras que pronunció Cayo tras la fallida reunión del CPF( http://www.youtube.com/watch?v=4YXWuGZpSz4&eurl=http://otraiuesposible.org/), de las que parecen desprenderse sinceras alusiones a la necesaria unidad. A Cayo le ha correspondido coordinar una comisión delegada del CPF que ha de trabajar por intentar conseguir un coordinador de consenso en el plazo de un mes.
Como consideraciones finales aporto la siguiente reflexión:

“Es una pena que los aires de unidad y de empuje hacia adelante exhibidos por el Plenario, el conjunto de delegados y delegadas que asistimos a esta IX Asamblea Federal, hayan sido abortados por la lucha, en última instancia, de las corrientes mayoritarias que aspiran a hacerse con la dirección de IU.
Como aspectos positivos, no obstante, yo destacaría la aprobación por amplísima mayoría de la "Declaración de Rivas" que, con su anexo final, la Resolución que apuesta por la necesaria refundación del proyecto, son la constatación de que para las bases lo importante es abrir un nuevo ciclo con un visible giro a la izquierda de IU, en el que el anticapitalismo y el republicanismo serían las nuevas señas de identidad.
Se ha abierto un nuevo ciclo en el que, si se respeta el ansia de renovación y de unidad expresado por el Plenario de IU, quizás lo menos importante sea el que se haya salido de la IX Asamblea sin un nuevo coordinador y, sin embargo, sea más fundamental el que nadie se sienta tentado a enterrar un proyecto político que cuenta con tantas adhesiones y que sigue concitando tantas esperanzas”
En definitiva, lo mejor de la IX Asamblea Federal, las bases.

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