ANTONIO VIÑAO FRAGO, Catedrático Emérito de Teoría e Historia de la Educación de la UMU, inaugura, el próximo martes 4 de marzo, las JORNADAS SOBRE MEMORIA HISTÓRICA. En dichas Jornadas participarán, así mismo, el Catedrático de Historia Contemporánea de la UMU, PEDRO MARÍA EGEA BRUNO, y los investigadores ANTONIO MARTÍNEZ OVEJERO y FLOREN DIMAS BALSALOBRE, cerrando los actos, el día 2 de abril, representantes de la Asociación Memoria Histórica de Cartagena (MHC).
A más de 35 años del inicio de la Transición y a 33 del 23F, que supuso un punto de inflexión en el devenir de aquélla, queda pendiente que se conozca la Verdad, se haga Justicia y se conceda la Reparación a las víctimas del franquismo. En definitiva: que la Memoria Histórica ocupe un lugar destacado en la necesaria regeneración democrática que necesita el país. De ahí que varios colectivos, entre los que figura la Asociación de la Memoria Histórica de Cartagena (MHC) y STERM Intersindical, con la colaboración de la Asociación de Alumnos, han programado en Murcia-capital, para todo el mes de marzo y primeros de abril, las Jornadas cuyo calendario figura en el cartel de arriba. Os invito que apoyéis dichas Jornadas acudiendo a las charlas programadas.
HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENOS. HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES. HAY HOMBRES QUE LUCHAN MUCHOS AÑOS Y SON MUY BUENOS. PERO HAY QUIEN LUCHA TODA LA VIDA, ÉSOS SON LOS IMPRESCINDIBLES. (Bertold Brecht).
lunes, 24 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
Clamor ciudadano contra el cierre del Hospital del Rosell
Decenas de miles de personas
reivindicaron, el pasado jueves en las
calles de Cartagena, la continuidad de
ese centro como segundo hospital de referencia de la ciudad.
Diego
Jiménez/Murcia.- Convocadas por la Plataforma ‘En Defensa de la
Sanidad Pública’ de Cartagena, decenas de miles de personas (cerca de 40.000,
según los convocantes) recorrieron el pasado jueves, día 19, las principales
calles de esta ciudad para reivindicar la continuidad del Hospital del Rosell.
La manifestación ciudadana, la segunda marea humana convocada por este motivo,
iba encabezada por pancartas con las leyendas ‘”Salvemos el Rosell. Por una
Sanidad Pública y de calidad”, “La Sanidad no se vende, se defiende” y “El Rosell
al cien por cien”, tras las que se
situaban miembros de las organizaciones convocantes y destacados políticos
regionales.
Entre los manifestantes estaban, entre otras personas, el
diputado regional de IU, José Antonio Pujante,
el secretario general del PSRM-PSOE, Rafael
González Tovar, así como y las diputadas del PSOE en la Asamblea, Begoña García Retegui y Teresa Rosique. También pudimos ver a los
secretarios comarcales de UGT y CC. OO, Fulgencio
Andreu y Juan Pedro Martínez,
así como al secretario regional de la UGT, Antonio
Jiménez. Me comunicaron que estaban presentes, asimismo, todos los ediles
de la oposición en el ayuntamiento de Cartagena, así como el secretario general
del Partido Cantonal y colectivos como Democracia Real. Decenas de personas
venidas de Murcia contribuyeron también a consolidar una auténtica marea humana
que terminó por llenar el Paseo de Alfonso XIII, pues mucha gente se fue
sumando a la comitiva.
La manifestación había arrancado de la plaza
del Ayuntamiento de esta ciudad para enfilar las plazas de Castellini y Puertas
de Murcia, en dirección, por las calles Santa Florentina y Ángel Bruna, hacia
el Paseo de Alfonso XIII, en donde se ubica ese hospital amenazado de cierre. Las personas
manifestantes hicieron una parada, a la altura de la Asamblea Regional, lugar
en que Ginés, megáfono en mano, tras
afirmar que esa manifestación constituía el “repunte” sobre la reivindicación
del hospital y congratularse por la presencia de varias cadenas de TV que
cubrían el evento, dijo literalmente que “era el momento de hacerles ver a
quienes nos gobiernan que aquí, en esta Asamblea, tanto en 2009 como en 2010,
dijeron que iban a dejar el Rosell como un hospital independiente, cosa que no
han cumplido”.
En el transcurso de la marcha
se corearon eslóganes pidiendo la dimisión de la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, del gerente del
Servicio Murciano de Salud, José Antonio
“Alarcón, y de la consejera de
Sanidad, la cartagenera María Ángeles Palacios,
así como otros tales como “Que no, que no… que no queremos pagar su deuda con
la Salud y la Educación” y “El Rosell al cien por cien”.
Según nos informó Ángel Sánchez, miembro de la Plataforma
y del colectivo Democracia Real (DRY), la intención de la Consejería de Sanidad
es dejar en el Rosell sólo una unidad de cirugía mayor y otra de contusionados,
además de una de pluripatológicos, trasladando las urgencias al hospital de
Santa Lucía. Por su parte, Pepe Ros
me confirmó el traslado de la unidad psiquiátrica el nuevo hospital de Santa
Lucía y afirmó que la Consejería trata de guardar la apariencia del
mantenimiento de ese hospital con el hecho de haber llenado una planta con
enfermos del antiguo Hospital Naval de Tentegorra, hoy cerrado.
Al término de la manifestación,
y en las escaleras de acceso a la puerta principal del hospital, María José Marín procedió a la lectura
del manifiesto ante las miles de personas allí congregadas, entre gritos
constantes de “El Rosell no se cierra”.
María José dijo, entre otras cosas, que “ahora nos quieren dejar sin un
hospital que ha sido estandarte sanitario y patrimonio común de todos los
cartageneros”. Continuó afirmando que “con engaños y subterfugios, la
Consejería de Sanidad, dirigida paradójicamente por una cartagenera, ha ido
desmantelando poco a poco este hospital, incumpliendo su promesa de convertirlo
en el segundo de referencia de Cartagena”. Denunció que “hoy nos amenazan con
quitarnos las urgencias, junto con otros servicios complementarios, sin tener
en cuenta la gran densidad de población que atiende este hospital, pues acoge a
enfermos de los municipios de La Unión, Mazarrón y Fuente Álamo, además del
turismo de la zona”. Se preguntó: “¿Qué nos ofrece la Consejería a cambio?”,
para pasar a exponer que tratan de vaciar de contenido ese centro para
convertirlo en una residencia-ambulatorio deficiente, abierta sólo hasta media
tarde. “Hoy estamos aquí muchas personas, trabajadores, vecinos, usuarios, con
distintas ideologías, pero unidas en un propósito común: salvar el Rosell
[gritos de el Rosell al cien por cien]”. Continuó afirmando que no se trata de
una cuestión de enfrentamiento político, sino de la defensa de los derechos de
las personas usuarias de este servicio, según estipula la Constitución
española. “No más mentiras ni excusas baratas –dijo- . Debe cumplirse el
compromiso adquirido en la Asamblea Regional en 2010 de que el Rosell sea el
segundo hospital del Área de Salud de Cartagena, con los servicios básicos de
un hospital integral”. Con el grito de “¡Salvemos el Rosell!” terminó su
alocución, entre los aplausos de las personas asistentes.
martes, 18 de febrero de 2014
NUESTROS CUERPOS NOS PERTENECEN
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2014/02/18/cuerpos-pertenecen/536596.html
Ambos debates, la eutanasia y el aborto, en esta España en la que el peso de la Iglesia católica es un lastre que arrastramos desde la primera Carta Magna de 1812, ponen también de actualidad la necesidad de que, de una vez por todas, el Estado, cuyo artículO 13 de la Constitución lo define como aconfesional, asuma que existe una clara diferencia entre ética pública y moral privada.
Ambos debates, la eutanasia y el aborto, en esta España en la que el peso de la Iglesia católica es un lastre que arrastramos desde la primera Carta Magna de 1812, ponen también de actualidad la necesidad de que, de una vez por todas, el Estado, cuyo artículO 13 de la Constitución lo define como aconfesional, asuma que existe una clara diferencia entre ética pública y moral privada.
DIEGO JIMÉNEZ "Quiero morir porque amo la vida". Con estas palabras se despidió de la vida, y de los suyos, José Luis Sagüer, madrileño de ascendencia vasco-navarra, tras hacerse unas fotos con la familia y tomarse una copa de vino. En entrevista que le realizó antes de su muerte Emilio Benito en El País, y que fue publicada el pasado día 9, José Luis declaró que empezó a sentirse mal a finales de 2012. Notaba que se ahogaba. Para descartar que fuera del corazón, hizo una prueba: fue a un asador de San Sebastián, lugar en que pasaba unos días de vacaciones de Navidad, y se tomó un buen chuletón con pimientos y regado con vino. «Si aquello no me sentaba mal es que no era del corazón», dijo. «Y aún me sentía bien, no como ahora, que con la morfina tengo la boca acartonada y no me sabe a nada». José Luis padecía un cáncer de pulmón en fase terminal. Este profesor de Filología alemana en la Universidad Complutense de Madrid logró cumplir su deseo con la ayuda de la asociación Derecho a morir dignamente (DMD). «No quiero que me ofusquen la morfina, ni [el obispo] Rouco Varela ni los cuidados paliativos», afirmó. Por eso, los médicos de DMD que certificaron su estado de angustia física y psicológica le aplicaron la sedación el pasado día 27 de enero. Falleció al día siguiente.
El caso de José Luis es uno más de los que, en los últimos años, ha reabierto el debate de la eutanasia activa (en España sigue siendo consentida, en general, la pasiva). En Europa, es legal sólo en los países del Benelux, es decir, Bélgica, Holanda y Luxemburgo (precisamente en Bélgica está estos días de actualidad el poder aplicarla a las personas menores de edad). En el resto del mundo, en algunos estados de EE UU y en Australia.
Este inconcluso y siempre complejo debate se superpone estos días a un tema que creíamos plenamente regulado y zanjado, el del aborto. En relación con este último, es claro que los sectores más retrógrados del PP, asumiendo las posiciones más recalcitrantes de la jerarquía católica, han empujado al Gobierno a la innecesaria reforma de una ley. Innecesaria en la medida en que sobre este tema el consenso social era la nota dominante, desde que se regulara este derecho en la Ley Orgánica 9/1985, con ampliación y mejora en la Ley Orgánica 2/2010. No había necesidad, pues, de este berenjenal en que se ha metido el PP (es notorio que muchos/as de sus militantes, diputados y cargos públicos dicen en privado lo que no se atreven a exponer abiertamente).
Ambos debates, en esta España en la que el peso de la Iglesia católica es un lastre que arrastramos desde la primera Carta Magna de 1812, ponen también de actualidad la necesidad de que, de una vez por todas, el Estado, cuyo artículo 13 de la Constitución lo define como aconfesional, asuma que existe una clara diferencia entre ética pública y moral privada.
Bajo la noción de ética pública se incluyen un conjunto de valores de un régimen democrático, cuyo contenido mínimo puede identificarse con los principios que emanan de nuestro ordenamiento constitucional, en sus artículos 1.1. (libertad, justicia, igualdad y pluralismo político), 10.1 («la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás?»), así como en el capítulo de derechos fundamentales y libertades públicas del Título I.
Por el contrario, la moralidad privada expresa la concepción de la vida que cada cual alberga y la idea de la felicidad en cuanto aspiración última de cada cual. La moral privada, al contrario que la ética pública, consiste en una ética de máximos. Los valores de la moral privada que cada persona propugna o ejerce, pues, pueden ser aconsejados, pero nunca impuestos, pues ello lesionaría el derecho a la libertad personal, a la autodeterminación moral de cada individuo. Por ello, cuando el legislador se entromete en ámbitos que atañen a las normas morales de cada cual, el Estado comienza a deslizarse por ámbitos propios de países con graves carencias democráticas.
En nuestro país, pues, en los debates de la eutanasia y del aborto es claro percibir una indeseable intromisión del Estado, cuando su papel debiera reducirse a una legislación garantista que, como tal, en ningún caso puede constituirse en cortapisa para el ejercicio de derechos básicos. Y el de disponer de nuestro propio cuerpo es uno de ellos. Porque nuestros cuerpos nos pertenecen.
jueves, 6 de febrero de 2014
CAYO LARA: “Es hora de dar el paso de la democracia representativa a la participativa”
El coordinador general de
Izquierda Unida, que intervino en un mitin en Lorca, afirmó además que “este
Gobierno está preso de su propia trama de corrupción”
Diego
Jiménez/Murcia.- El salón de actos del Centro Cultural de Lorca
se quedó pequeño ante la expectación que despertó la charla que el coordinador
general de IU, Cayo Lara, impartió
en la tarde del pasado día 4 en esa localidad, en acto organizado por IU-Los
Verdes.
La presentación corrió a cargo
del concejal de esa formación política en
Lorca, José García Murcia, quien
empezó afirmando que, ante la gravedad de la situación, debe producirse una
“nítida respuesta popular”. García Murcia expuso un breve balance de la acción
municipal de su formación política, al tiempo que reclamó la necesidad de un
proyecto que “ilusione” a la ciudad de Lorca, con un programa que ha de basarse
en tres pilares: participación ciudadana, avance cultural y educativo y
desarrollo económico armónico y social.
Tras denunciar que la deuda de
la corporación lorquina asciende a 65 millones de euros y que el pago anual de
la misma se eleva a 12 millones, lo que supone una evidente mengua en la
prestación de servicios públicos, García Murcia pasó a presentar a José A. Pujante y Cayo Lara.
José
Antonio Pujante: “O sois vosotros los
protagonistas del cambio, o no habrá cambio”
El coordinador y diputado
regional de IU-Verdes de la Región de Murcia comenzó criticando el galardón
concedido al presidente regional, Ramón
Luis Valcárcel, por parte del Foro Nueva Murcia y calificó de “nefasta” su
gestión, con hechos denunciables tales como una devaluación salarial en la
Región de un 10%, el incremento de la pobreza y desigualdad, y el aumento en un 12% del
número de suicidios en 2012, según datos del INE. “En la Región de
Murcia se ha producido una estafa a la ciudadanía”, enfatizó, en un contexto de
corrupción urbanística, fraude a la Hacienda Pública y la puesta en marcha de
obras innecesarias (aeropuerto, autopista Cartagena-Vera…) auspiciadas por la
presión de las empresas constructoras hacia el Gobierno regional. Tras citar
cómo este modelo corrupto llevó, entre otras cosas, a la quiebra de la CAM,
Pujante no dudó en achacar la cuota de responsabilidad que le cabe a la
ciudadanía, pues “dio su voto al PP”. Por ello, dijo, “hemos de actuar,
movilizándonos para consolidar la alternativa”.
En otro orden de cosas, exigió
referendos revocatorios para trasladar el protagonismo político al pueblo.
Afirmó que “es posible el cambio”, pues “hay que plantar cara a los ladrones y
corruptos que medran en esta Región”, para lo que apeló al protagonismo
ciudadano: “O sois vosotros los protagonistas del cambio, o éste no se
producirá”, dijo. Y citando a Allende, concluyó: “La calle es vuestra”.
Cayo
Lara: “Es hora de dar el paso de la democracia representativa
a la participativa”
El coordinador general de
Izquierda Unida y diputado en el Parlamento por esta formación política, al ver que había personas mayores de pie, ocupando el fondo y
los pasillos del salón de actos, tuvo el detalle de, antes de comenzar su alocución,
pedir a los muchos y muchas jóvenes que se encontraban en el local que cedieran
sus asientos a quienes, como él, notaban ya el paso de los años: “No sabéis
–dijo- lo que cuesta estar de pie cuando se consumen años”.
Incumplimiento
de las promesas hechas a Lorca
Tras denunciar el
incumplimiento de las promesas hechas a la ciudad de Lorca, después de los terremotos del 11 de mayo de 2011, expuso,
de entrada, que es hora de dar el paso de la democracia representativa a la
participativa.
La
corrupción, una hipoteca
Centró gran parte de su
intervención en la situación sociopolítica actual, poniendo especialmente el
acento en cómo la consolidación de lo que llamó “capitalismo popular” trajo la
corrupción a nuestro país, con cierta complicidad social. “Obviamos la
corrupción, algo que hay que desterrar de la vida pública, porque hipoteca el
futuro de nuestros hijos”. “El pueblo tiene el derecho a saber lo que ha
pasado, porque está pagando los ‘agujeros’ de bancos y cajas”, por lo que
afirmó que hay que crear en el Parlamento una comisión de investigación. Tras
constatar que el 95% de la población es consciente de que vivimos en un país de
corruptos, Cayo Lara hizo un repaso de algunos asuntos de plena actualidad.
Así, la acusación de prevaricación que pesa sobre el juez Silva (el que mandó a la cárcel a Blesa), la trama Gürtel, con 187 imputados (entre
ellos 74 cargos del PP), proceso que se alarga ya cinco años, el caso Pokemon, y
la acusación sobre Álvarez Cascos. Ante
la evidencia de tantos casos, Cayo Lara afirmó que “el Gobierno es prisionero
de su propia trama de corrupción” y que se dispone a taparla.
Grave
situación social
Pasó a continuación a exponer
las preocupantes cifras del paro, afirmando que miente el Gobierno cuando habla
de una recuperación del mismo, pues en la aparente disminución del desempleo no
se contabiliza la gran cantidad de jóvenes que están emigrando al exterior. En
estos momentos, dijo, “185.000 personas han dejado de cotizar a la Seguridad
Social”, y "hay 113.ooo personas más en el paro con respecto al mes anterior".
Denunció la precariedad del empleo
existente así como los despidos crecientes (Coca Cola).
Recortes
en el sector público y desahucios
En su exposición arremetió
también contra los recortes en el empleo público, con una tasa de reposición de
sólo el 10%, y denunció la confluencia de intereses entre empresarios y
Gobierno para destruir empleo. A continuación habló de los crecientes
desahucios, a los que calificó de “crimen social”, al tiempo que se evidencia
un aumento de la desigualdad social, lo que demuestra el dato de que sólo 20
familias españolas tienen la riqueza del 20% de la población.
Las
contrarreformas del PP
Tras advertir, además, que, en
lo relativo al paro juvenil, hemos superado ya a Grecia, Cayo Lara citó las
seis reformas del PP, que han supuesto una auténtica contrarreforma política y
social: la laboral, la financiera, la amnistía fiscal, la del sector eléctrico,
la educativa y la de la administración local. Reformas todas pensadas para el
trasvase de rentas y prebendas hacia los ricos. Citó a continuación cómo la
gente empieza a estar harta de esta situación y se moviliza (Gamonal, las
Mareas…) a lo que responde el PP con la criminalización de las protestas y la
represión (Ley “mordaza”, Ley de Seguridad Privada…), una auténtica involución
que se concreta también en la reforma de la ley del aborto.
Auditoría
de la Deuda
Expuso la gravedad de la
situación de la Deuda Pública del Estado (un billón de euros), advirtiendo que
la Deuda privada (en manos de familias, empresas y bancos) duplica esa cifra.
Denunció que el BCE europeo, que podría haber suscrito bonos de los Estados, no
lo hizo, pero sí se apresuró a prestar a la banca privada al 1% para que ésta,
a su vez, comprara bonos del Estado cobrando intereses mucho más altos. Por
ello, propugnó la necesidad de una auditoría de la Deuda, para establecer qué
porcentaje de la misma es “ilegítima” y que no habría que pagar. En este estado
de cosas, responsabilizó al PP y PSOE, que se apresuraron a reformar el
artículo 135 de la Constitución para dar prioridad al pago de la Deuda sobre
otros gastos sociales. Y es que, afirmó, “hoy la socialdemocracia ha abrazado
el neoliberalismo”.
Estado
Federal
En relación con el contencioso
con Cataluña, afirmó que “mi patria es la de los trabajadores; las banderas nunca
trajeron pan”, razón por la que IU defiende un Estado Federal Solidario.
Mayor
intervencionismo estatal
Afirmó que hay recursos del
Estado para estar mejor, a menos que se atajara el fraude fiscal, que asciende
a 90.000 millones de euros. “El problema –dijo- es que hay un 80% de
inspectores de Hacienda para fiscalizar a la pequeña y mediana empresa”.
Defendió, por tanto, la necesidad de una reforma fiscal con criterios de
progresividad.
Cayo Lara cree en la necesidad
de un fuerte sector público, con el Estado interviniendo en sectores
estratégicos de la economía, como el de la energía. A ese respecto, reivindica
una potente Banca pública que pueda dinamizar la economía.
Defendió la validez de la
Constitución de 1978 que, pese a sus carencias, es suficientemente “garantista”,
lo que ocurre es que se viola e incumple constantemente.
La
honestidad por bandera
Cayo Lara, que afirmó que lleva
25 años participando en política guiado por una actitud de servicio, reivindicó
el componente ético en la dedicación a lo público, pues hay que exhibir “la
honestidad por bandera”. Y el cambio ha
de llegar contando con los sectores populares organizados. “De nada sirve –afirmó-
tener el poder político si no existe un contrapoder popular que haga frente a
los fuertes intereses económicos dominantes”. A este respecto formuló una
pregunta al auditorio: “¿Os imagináis qué pasaría si a un Gobierno de
izquierdas se le ocurriera nacionalizar el Banco de Santander?”
Elecciones
europeas
Por último, reclamó un esfuerzo
por llevar el máximo número de personas de izquierda al Parlamento europeo,
pues aunque éste tenga pocas atribuciones (las grandes líneas de la política
europea la marcan El Consejo y la Comisión Europea), hay que intentar cambiar
esta Europa de los mercaderes, no democrática, en donde prima el capitalismo
financiero, por una Europa de los ciudadanos.
martes, 4 de febrero de 2014
AVE y ferrocarril convencional
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2014/02/04/ave-ferrocarril-convencional/532940.html
El pasado día 30 de enero el pleno
del Ayuntamiento de Murcia aprobó sendas mociones de los grupos municipales de
oposición y del PP en el Gobierno en las que se pedía, respectivamente, apoyo
vecinal para el soterramiento del ferrocarril en la capital e instar a Fomento
a que renuncie a la llegada del AVE en
superficie. Pero no hay que echar las campanas al vuelo. Vayamos por partes.
De entrada, recordemos que, pese
a la aparente sintonía del alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, con las reivindicaciones vecinales, éste se
apresuró a mostrar su satisfacción por el resultado de la entrevista del pasado
martes en Madrid con el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, quien, con ánimo de
echar ‘balones fuera’ y dilatar el proceso, transmitía a nuestro primer edil la
conveniencia de iniciar, por parte de Fomento, los estudios previos para
determinar el impacto medioambiental y la viabilidad de las obras del
soterramiento (cosa que ya se contemplaba, por cierto, en el convenio a tres
bandas suscrito por el Ayuntamiento de Murcia, la Comunidad Autónoma y el
Ministerio de Fomento en junio de 2006). ¿Cómo se explica, pues, ese súbito
cambio de postura del alcalde tras la tibieza mostrada a su regreso de Madrid? (Incluso
se ha anunciado la adhesión institucional del Ayuntamiento de Murcia a la
manifestación convocada para el próximo día 15 de febrero). Tengo para mí que
más que una súbita ‘conversión’ de Cámara,
lo que se ha producido, como en otras recientes luchas vecinales
perseverantes y contundentes, es el triunfo – momentáneo- de la razón sobre la
cerrazón y el hermetismo.
Pero hay otras cosas que
conviene no obviar. No hay que olvidar que antes de este apoyo municipal a esas
largas y reiteradas reivindicaciones de la Plataforma Pro-Soterramiento, que
lleva en esta lucha más de 24 años, se produjeron actuaciones represivas por parte
de la autoridad gubernativa hacia los vecinos y vecinas concentrados en las
vías, junto al barrio de El Progreso -el día del Bando de la Huerta del pasado
año-, que bordeaban claramente los límites de lo permisible en un Estado de
Derecho. ¿De quién procedían las órdenes? Sorprende, por lo demás, el silencio
del presidente de la Comunidad Autónoma a lo largo de este proceso, pese al
apoyo del PP al soterramiento en la Asamblea Regional. Podría pensarse que la
inminente dimisión voluntaria de Ramón
L. Valcárcel para buscar nuevos aires en Estrasburgo y Bruselas le llevarían
a no comprometer su más que segura posición de privilegio en las listas
electorales para el Parlamento Europeo. Pero es que, además, creo que ese mismo
ambiente preelectoral en el que estamos inmersos puede estar detrás de esa extraña
sintonía del primer edil de Murcia con los planteamientos vecinales. Procede,
pues, tomarse el reciente acuerdo municipal con toda la cautela precisa. Aún no
hay nada en concreto. Y la capacidad de presión del Ayuntamiento capitalino
hacia Fomento está por ver. Máxime cuando el grupo parlamentario del PP se ha
venido desdiciendo de lo que ese grupo político venía apoyando hasta ahora en
Murcia. Creo más en la perseverancia y contundencia de la lucha vecinal que en
coyunturales apoyos institucionales. De todas formas, bienvenido sea este nuevo
escenario político en la Región.
Pero no acaba aquí la batalla. Si
se consigue el anhelado soterramiento del tren desde Los Dolores a Nonduermas, creo
que los vecinos de Alcantarilla tienen sobrados motivos para exigir la misma
actuación en su municipio. Como también creo que, al margen del AVE, que lleva
demasiado tiempo ‘planeando’ sobre nuestras tierras, hay que seguir reivindicando
para nuestra Región lo que ya exponía en un artículo que publiqué en La Opinión
en octubre de 1999, titulado ‘El AVE, ¿la panacea?’. “A pesar de ser un tren
–decía Juan C. Rodríguez, en la
revista El Ecologista- el AVE, por
sus altas velocidades, requiere un consumo energético por pasajero próximo al
del avión […]. Sin embargo, la tendencia en todo el mundo, y en particular en nuestro
país, es la de favorecer los medios de transporte más ineficientes y de mayor
impacto medioambiental (automóvil, avión y tren de alta velocidad), en
detrimento de los demás” […] “Ese tren exige unas infraestructuras que producen
un efecto barrera innegable sobre zonas pobladas y de cultivos, amén del
impacto medioambiental sobre flora y fauna. Además, el radio de curva exigido,
de unos 7 km., contribuye asimismo a la complejidad del trazado”. En mi
artículo, apostaba, pues, por la apertura de la conexión ferroviaria con
Andalucía, que nunca debió perderse (como tampoco el ferrocarril de Caravaca), la
potenciación del ferrocarril convencional con el desdoblamiento y
electrificación de las líneas con Chinchilla, Lorca, Alicante y Cartagena, y el
transporte de mercancías por ferrocarril, detrayéndolas de la carretera.
Y es que creo que la llegada
del AVE no debe hacernos perder la perspectiva de la defensa del ferrocarril convencional.
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