Esta activista, representante de la Asamblea del Poder Popular de la provincia de Ciego de Ávila, recaló en Murcia para darnos a conocer la situación de su país tras el paso de dos huracanes por la Isla.
Diego Jiménez/Murcia.- La notable labor de solidaridad de asociaciones murcianas como COSAL, ACSUR y Murcia por Cuba nos permite, de vez en cuando, acercarnos a la realidad de Cuba, conociendo sus vicisitudes. En este caso, COSAL, Murcia por Cuba e IURM nos permitieron conocer, el pasado día 29 en Murcia, a Elsa Fernández, graduada en Literatura y Filosofía, profesora universitaria en excedencia y actualmente embajadora ante el mundo desde su labor en la provincia de Ciego de Ávila, de la que es representante de la Asamblea del Poder Popular.
Elsa compareció en el salón de actos del Palacio del Almudí de Murcia, presentada por Mariano Cano, de COSAL, y nos dio, en primer lugar, detalles de la ubicación de esa provincia del centro de Cuba, un trozo de tierra “desprendida” de Camagüey, según dijo. Afirmó llevar sangre española y fue desgranando, en retazos, tanto aspectos y vivencias personales como datos sobre la situación de su país. Elsa, una mujer que al advenimiento de la Revolución tenía sólo nueve años, afirmó que “sin ella no habría tenido igualdad”, por lo que la acción de aquellos jóvenes barbudos que entraron en La Habana en enero de 1959 “ha devuelto al hombre cubano la dignidad y la independencia”. Elsa dijo que está en Cuba “por convicción”, pues su origen español le haría posible adoptar esta nacionalidad, máxime ahora que, a sus 58 años, podría acceder a una jubilación y recalar para descansar en España. Pero prefiere seguir desarrollando su labor en aquel país caribeño, donde trabaja en relaciones internacionales de cooperación. Ha conseguido estrechar lazos de amistad con las provincias andaluzas de Jaén, Sevilla y Almería, amén de conseguir el hermanamiento del cubano municipio de Morón con su homónimo de Sevilla. En nuestra Región, además de los contactos estrechos con COSAL, mantiene relaciones con el Club Atalaya-Ateneo de la Villa, de Cieza, al que había visitado el día anterior.
Fue prolija en detalles de todo tipo relativos al paso por Cuba de los huracanes “Gustav” e “Ike”, devastadores, con vientos que superaron en la provincial occidental de Pinar del Rió los 340 km/hora. Sin embargo, la cuidada y organizada autodefensa del pueblo cubano hizo posible que sólo se registraran siete víctimas mortales, y ello, en parte, por negligencias evitables. Cuba dispuso la movilización de 80.000 efectivos, incluyendo soldados del Ejército que “dejaron el fusil para trabajar codo con codo con el pueblo”, dijo. Rápidamente, la Isla recuperó el suministro eléctrico. Pese a los huracanes, Elsa afirmó que el curso escolar se inició puntualmente el 15 de septiembre gracias al “esfuerzo” de los maestros, que, a falta de escuelas, derruidas, improvisaron locales en donde impartir las clases.
Dijo, emocionada, que Cuba no tiene recursos, pero sí un “gran potencial humano”. En plena tragedia, afirmó, “la Escuela Latinoamericana de Medicina no cerró sus puertas”. Porque uno de los logros de la Revolución es el gran nivel de las prestaciones sanitarias en la Isla y la solidaridad que demuestra hacia los jóvenes extranjeros que quieran cursar esa carrera. En estos momentos, estudiantes de 166 países sueñan con terminar sus estudios de médico en facultades universitarias cubanas. La red sanitaria hospitalaria permite albergar, hoy por hoy, al menos dos grandes hospitales por provincia, con servicios que incluyen especialidades tan técnicas como tomografía axial y otras tan peculiares como estética. Y eso pese a que, según sus palabras, “hemos transitado durante todos estos años con un férreo bloqueo”, por lo que agradeció la ayuda prestada a su país después del paso de los huracanes por rusos, españoles y otras naciones (incluso Guinea Ecuatorial ha donado 2 millones de dólares). Con cierta sorna, adornada de amargura, nos confesó que EE UU, al que irónicamente calificó de “país más democrático”, condicionaba su ayuda a que una comisión de expertos evaluara a qué iba a ir destinada la misma. Comisión de expertos, dijo, que han sido incapaces de poner orden en New Orleans tras el paso del “Katrina” por esa ciudad. Cuba le pidió, inútilmente, a EE UU que, como gesto de generosidad y ayuda, levantara el bloqueo. Recordó, así mismo, que en su día EE UU había rechazado la ayuda ofrecida por Cuba.
Abundando en más datos que inciden de lleno en el notable nivel sanitario de la Isla, Elsa nos dijo que, con ocasión de la reciente catástrofe habida en Pakistán, Cuba se señaló enviando médicos a un país en el que, por primera vez, éstos pisaron la nieve. Como otro dato destacado del nivel de realizaciones en el campo de la sanidad, nos informo que en 2006 su país patentó la segunda vacuna (después de Francia) pentavalente del mundo y que, sin embargo, “ningún medio occidental” informó de ello.
Aterrizando brevemente en el campo de la política, afirmó con énfasis que “en Cuba no hay dinastías políticas”, pese a las críticas recibidas por el desarrollo de la Revolución, refiriéndose a la cual dijo literalmente: “Una revolución no pasa por un lecho de flores”
Tras recordar, además, a los cinco compatriotas presos en EE UU por supuestas actividades terroristas, nos trajo a la memoria que, sin embargo, Posada Carriles, terrorista que hizo volar por los aires un avión con estudiantes cubanos en aguas del Caribe, en busca y captura en Venezuela por esa acción, está libre, paseándose tranquilamente por las calles de EE UU.
Elsa terminó su alocución con unos elocuentes y significativos versos del patriota cubano José Martí.
Diego Jiménez/Murcia.- La notable labor de solidaridad de asociaciones murcianas como COSAL, ACSUR y Murcia por Cuba nos permite, de vez en cuando, acercarnos a la realidad de Cuba, conociendo sus vicisitudes. En este caso, COSAL, Murcia por Cuba e IURM nos permitieron conocer, el pasado día 29 en Murcia, a Elsa Fernández, graduada en Literatura y Filosofía, profesora universitaria en excedencia y actualmente embajadora ante el mundo desde su labor en la provincia de Ciego de Ávila, de la que es representante de la Asamblea del Poder Popular.
Elsa compareció en el salón de actos del Palacio del Almudí de Murcia, presentada por Mariano Cano, de COSAL, y nos dio, en primer lugar, detalles de la ubicación de esa provincia del centro de Cuba, un trozo de tierra “desprendida” de Camagüey, según dijo. Afirmó llevar sangre española y fue desgranando, en retazos, tanto aspectos y vivencias personales como datos sobre la situación de su país. Elsa, una mujer que al advenimiento de la Revolución tenía sólo nueve años, afirmó que “sin ella no habría tenido igualdad”, por lo que la acción de aquellos jóvenes barbudos que entraron en La Habana en enero de 1959 “ha devuelto al hombre cubano la dignidad y la independencia”. Elsa dijo que está en Cuba “por convicción”, pues su origen español le haría posible adoptar esta nacionalidad, máxime ahora que, a sus 58 años, podría acceder a una jubilación y recalar para descansar en España. Pero prefiere seguir desarrollando su labor en aquel país caribeño, donde trabaja en relaciones internacionales de cooperación. Ha conseguido estrechar lazos de amistad con las provincias andaluzas de Jaén, Sevilla y Almería, amén de conseguir el hermanamiento del cubano municipio de Morón con su homónimo de Sevilla. En nuestra Región, además de los contactos estrechos con COSAL, mantiene relaciones con el Club Atalaya-Ateneo de la Villa, de Cieza, al que había visitado el día anterior.
Fue prolija en detalles de todo tipo relativos al paso por Cuba de los huracanes “Gustav” e “Ike”, devastadores, con vientos que superaron en la provincial occidental de Pinar del Rió los 340 km/hora. Sin embargo, la cuidada y organizada autodefensa del pueblo cubano hizo posible que sólo se registraran siete víctimas mortales, y ello, en parte, por negligencias evitables. Cuba dispuso la movilización de 80.000 efectivos, incluyendo soldados del Ejército que “dejaron el fusil para trabajar codo con codo con el pueblo”, dijo. Rápidamente, la Isla recuperó el suministro eléctrico. Pese a los huracanes, Elsa afirmó que el curso escolar se inició puntualmente el 15 de septiembre gracias al “esfuerzo” de los maestros, que, a falta de escuelas, derruidas, improvisaron locales en donde impartir las clases.
Dijo, emocionada, que Cuba no tiene recursos, pero sí un “gran potencial humano”. En plena tragedia, afirmó, “la Escuela Latinoamericana de Medicina no cerró sus puertas”. Porque uno de los logros de la Revolución es el gran nivel de las prestaciones sanitarias en la Isla y la solidaridad que demuestra hacia los jóvenes extranjeros que quieran cursar esa carrera. En estos momentos, estudiantes de 166 países sueñan con terminar sus estudios de médico en facultades universitarias cubanas. La red sanitaria hospitalaria permite albergar, hoy por hoy, al menos dos grandes hospitales por provincia, con servicios que incluyen especialidades tan técnicas como tomografía axial y otras tan peculiares como estética. Y eso pese a que, según sus palabras, “hemos transitado durante todos estos años con un férreo bloqueo”, por lo que agradeció la ayuda prestada a su país después del paso de los huracanes por rusos, españoles y otras naciones (incluso Guinea Ecuatorial ha donado 2 millones de dólares). Con cierta sorna, adornada de amargura, nos confesó que EE UU, al que irónicamente calificó de “país más democrático”, condicionaba su ayuda a que una comisión de expertos evaluara a qué iba a ir destinada la misma. Comisión de expertos, dijo, que han sido incapaces de poner orden en New Orleans tras el paso del “Katrina” por esa ciudad. Cuba le pidió, inútilmente, a EE UU que, como gesto de generosidad y ayuda, levantara el bloqueo. Recordó, así mismo, que en su día EE UU había rechazado la ayuda ofrecida por Cuba.
Abundando en más datos que inciden de lleno en el notable nivel sanitario de la Isla, Elsa nos dijo que, con ocasión de la reciente catástrofe habida en Pakistán, Cuba se señaló enviando médicos a un país en el que, por primera vez, éstos pisaron la nieve. Como otro dato destacado del nivel de realizaciones en el campo de la sanidad, nos informo que en 2006 su país patentó la segunda vacuna (después de Francia) pentavalente del mundo y que, sin embargo, “ningún medio occidental” informó de ello.
Aterrizando brevemente en el campo de la política, afirmó con énfasis que “en Cuba no hay dinastías políticas”, pese a las críticas recibidas por el desarrollo de la Revolución, refiriéndose a la cual dijo literalmente: “Una revolución no pasa por un lecho de flores”
Tras recordar, además, a los cinco compatriotas presos en EE UU por supuestas actividades terroristas, nos trajo a la memoria que, sin embargo, Posada Carriles, terrorista que hizo volar por los aires un avión con estudiantes cubanos en aguas del Caribe, en busca y captura en Venezuela por esa acción, está libre, paseándose tranquilamente por las calles de EE UU.
Elsa terminó su alocución con unos elocuentes y significativos versos del patriota cubano José Martí.