HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENOS. HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES. HAY HOMBRES QUE LUCHAN MUCHOS AÑOS Y SON MUY BUENOS. PERO HAY QUIEN LUCHA TODA LA VIDA, ÉSOS SON LOS IMPRESCINDIBLES. (Bertold Brecht).
miércoles, 25 de septiembre de 2013
EL PP NIEGA EN MADRID LO QUE DICE APOYAR EN MURCIA
Diego Jiménez/Murcia.- El pasado día 25, por la tarde, estuve en el salón de actos del Edificio Moneo de Murcia. Acompañé a las vecinas y vecinos de la Plataforma Pro Soterramiento del Ferrocarril para ver en directo, por Internet, el debate de la Comisión de Fomento de la Cámara Baja relativo a la Proposición No de Ley sobre el soterramiento del ferrocarril en Murcia, consensuada por el Grupo Parlamentario Socialista y el de la Izquierda Plural.
La citada Proposición no de Ley fue defendida, respectivamente, por María González Veracruz (PSOE) y Mª Ascensión de las Heras Ladero (IU-Izquierda Plural), recordando la primera el incumplimiento del Convenio de 2006, apoyado en Murcia por todos los grupos políticos, para dicho soterramiento, mientras que Mª Ascensión hizo ver que si hay dinero para el rescate, con fondos públicos, de la autopista Cartagena-Vera no entendía por qué no lo hay para acometer las obras de soterramiento en Murcia y la construcción de una nueva estación intermodal en el barrio de El Carmen.
Llegado el turno del PP, el portavoz de Fomento, Andrés Ayala, reiteró lo expresado meses atrás a los vecinos y vecinas que visitaron el Congreso para reivindicar el cumplimiento de dichas obras. A saber: el PP no renuncia el soterramiento, pero el AVE llegará a Murcia en superficie y en una estación provisional (prevista en Los Dolores), incidiendo en la importancia de no retrasar tanto la llegada del AVE como la conexión ferroviaria con Almería.
En el breve turno de réplica, Mª G. Veracruz entendió que dichas palabras suponían una negativa del PP a apoyar dicha Proposición no de Ley, por lo que, con el voto en contra del PP, concluyó el debate en dicha Comisión de Fomento.
Lo dicho: mientras en Murcia y Cartagena el PP dice una cosa, en Madrid se quita la careta y se presenta con su verdadero rostro, es decir, se muestra insensible a las legítimas aspiraciones populares, despreciando el trabajo de una Plataforma que lleva perseverando varios años en su empeño de liberar a los barrios del sur de Murcia del dogal que suponen las vías interpuestas, lo que impide el desarrollo de esa zona de la capital.
martes, 24 de septiembre de 2013
MÁS POBREZA Y DESIGUALDAD
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2013/09/24/pobreza-desigualdad/499982.HTML
“La ola de austeridad económica que ha azotado Europa
tras la gran recesión amenaza con dañar seria y permanentemente al tan preciado
modelo social del continente […] La austeridad sólo ha conseguido paralizar el
crecimiento de Europa […]. Y lo que es peor, contribuye al aumento de las
desigualdades que harán que esta situación de fragilidad económica perdure,
exacerbando innecesariamente el sufrimiento de las personas en situación de
desempleo y pobreza durante muchos años”.
Estas apreciaciones proceden de una persona nada sospechosa de ser de izquierdas.
Es la reflexión del conocido economista, Premio Nobel de Economía, Josep
Stiglitz, en el preámbulo al 174 Informe de Intermón-Oxfam titulado “La trampa de la austeridad” y que
con el subtítulo “El verdadero coste de la desigualdad en Europa” ha sido
presentado estos días. Expondré algunas interesantes pinceladas de ese
estudio.
Después de casi tres
años, las políticas de austeridad no sólo no han cumplido con sus objetivos,
sino que continúan cobrándose un elevado coste social. Dichas políticas se han
aplicado en toda Europa apoyándose en una fiscalidad regresiva y corta de miras
y han perjudicado especialmente a las personas más pobres y vulnerables. El paro
juvenil y de larga duración ha alcanzado un nivel sin precedentes en los países
europeos y toda una generación de jóvenes se enfrenta a años de desempleo. En
2011, unos 120 millones de personas en toda la Unión Europea vivían en la
pobreza. Según los cálculos de Oxfam, si las medidas de austeridad se
mantienen, esta cifra podría incrementarse entre 15 y 25 millones en 2025.
Existen claras
semejanzas entre la experiencia europea y las políticas de ajuste estructural
impuestas en América Latina, el Este Asiático y África subsahariana en las
décadas de 1980 y 1990. En esas zonas del planeta, los recortes o la
privatización de servicios básicos como la educación y la salud excluyeron a
las personas más pobres y perjudicaron especialmente a las mujeres. Entretanto,
los más ricos en cada sociedad vieron cómo su participación en el total de
ingresos aumentaba rápidamente. A pesar de la moraleja que podemos extraer de
esta historia, Europa sigue entregada a la austeridad, sin mostrar
consideración alguna por lo aprendido en el pasado.
Como recomendaciones para enmendar
esta deriva neoliberal, el Informe plantea, entre otras, las siguientes: 1. Invertir en las personas y en el crecimiento económico, dando prioridad a
programas que fomenten el gasto social y la creación de empleo. 2.
Invertir, así mismo, en los servicios públicos, garantizando una educación
pública, universal y de calidad para todas las personas. 3. Potenciar
una atención sanitaria, universal y de calidad. 4. Desarrollar programas
de protección social que permitan a las personas más vulnerables vivir con
dignidad y salir de la pobreza. 5. Fortalecer la democracia en el ámbito
laboral y en el institucional, con la garantía de una mayor transparencia y
rendición de cuentas en los procesos políticos. 6. Implantar sistemas
fiscales justos, con medidas que incluyan impuestos a la acumulación de riqueza
y una tasa sobre las transacciones financieras. Al tiempo, hacer frente a la
evasión fiscal, mejorando la transparencia y el intercambio de información
financiera y desarrollando nuevas leyes internacionales sobre fiscalidad que
incluyan los paraísos fiscales.
Éstas son las principales recomendaciones. Juzguen ustedes cuántas se
cumplen por nuestro Gobierno. La muerte de Amparo -una víctima más de
los desahucios-, acuciada al desalojo de su vivienda social por una deuda de
¡900 euros! contraída con la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid
(EMVS) es el caso más dramático. Pero hay más ejemplos de la deriva antisocial
de este Gobierno: el anuncio de la revisión de la cuantía de las pensiones
actuales, que va a conducir a una más que segura pérdida del poder adquisitivo
de las mismas; una reforma laboral que ha multiplicado exponencialmente las
cifras de paro; el anuncio de Sanidad de que, a partir del 1 de octubre, los
enfermos crónicos no residentes han de hacer frente al copago de hasta 42
medicamentos dispensados en farmacias hospitalarias, en una cuantía del 10% del
precio de los mismos y con un límite de 4,2 euros por fármaco; la paralización ‘de facto’ de la aplicación
de la ley de la dependencia; los ataques a la educación pública, con una
disminución de las plantillas docentes, en el curso 2012-13, de 19.253 personas
(datos del propio Ministerio de Educación y Ciencia) cuando en la privada y concertada aquéllas aumentaron en
casi un millar, dato al que se suma la subida de las tasas universitarias y la
disminución de las partidas destinadas a becas en un 80% en dos años…
En contra de las recomendaciones,
pues, de Intermón, la crisis económica es un pretexto que se ha venido
esgrimiendo para proceder al desmantelamiento de las conquistas sociales de los
últimos años. Quienes nos gobiernan parecen empeñados en conducirnos
irremisiblemente a una situación de más pobreza y desigualdad.
viernes, 20 de septiembre de 2013
martes, 10 de septiembre de 2013
GUERRA Y MANIPULACIÓN
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2013/09/10/guerra-manipulacion/496537.html
DIEGO JIMÉNEZ
En mi último artículo de primeros de agosto les decía: «El ´avispero´ egipcio y la guerra de Siria no son sino unas piezas más del engranaje diseñado para consolidar la presencia estratégica de EE UU en la región». Tras los acontecimientos de este verano en Siria, los hechos vienen a darme la razón. Y una vez más, como en todas las guerras, la gran sacrificada es la verdad. En la medida en que los medios de comunicación no hacen sino reproducir una interesada versión de los hechos, es bueno ´bucear´ en la red. Y, gracias a Internet, sabemos, por ejemplo, que el informe de cuatro páginas presentado por los servicios de inteligencia de EE UU respecto del uso de armas químicas por Bashar El Assad no contiene ninguna prueba consistente. Vladimir Putin, que no es precisamente santo de mi devoción, llegó a decir que si EE UU disponía de dichas pruebas debería haberlas presentado ya a los inspectores de la ONU y al Consejo de Seguridad. Se ha sabido que los obuses cargados con material químico salieron de territorio ocupado por los rebeldes. Insurgentes sirios de Ghonta afirmaron que ellos fueron los únicos responsables de la masacre del pasado 21 de agosto, al manipular erróneamente los obuses que les había proporcionado el jefe de la inteligencia saudí, el príncipe Bandar Bin Sultan.
El periódico Le Figaro, nada sospechoso de afinidad al régimen sirio, afirmó
en los días previos a la matanza que opositores al régimen sirio, supervisados
por comandantes israelíes y estadounidenses, se movían hacia Damasco desde
mediados de agosto. Días después, llegaba hasta Turquía un cargamento de armas
para el Ejército Libre Sirio (ELS). Y hay que recordar que el día antes del
ataque con armas químicas había llegado a Damasco el equipo de investigadores de
la ONU, solicitado por el propio El Assad a partir de otro ataque químico
registrado el pasado 23 de marzo en la provincia de Alepo. ¿Por qué entonces el
Gobierno sirio iba a utilizar armas químicas en las ´narices´ de los propios
inspectores de la ONU? Pero, como viene siendo habitual, los medios habían
culpado de esa acción de marzo al ejército sirio, pese a que la mayoría de
víctimas pertenecían a él. Unos días más tarde, se sabe que el ELS masacró a los
posibles testigos que podrían dar cuenta de dicha acción. Muchos analistas
coinciden en la inutilidad del uso de armas químicas por el régimen sirio, en la
medida en que su ejército está ganando la guerra en todos sus frentes.
Pero los EE UU llevan tiempo planeando esta guerra, con varios objetivos:
debilitar al aliado estratégico de Siria, Rusia; amenazar a Irán (¿próxima
crisis?); garantizar la seguridad del Estado de Israel y, de paso, consolidar la
presencia estratégica norteamericana en la zona. Y, para ello, una vez más, no
dudan en usar la manipulación informativa. No sólo la cifra de muertos que se
nos muestra es exagerada, sino que incluso algunas víctimas exhibidas ante los
medios no corresponden a ese escenario geográfico. Así, se ha sabido que la
fotografía usada por el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para
demostrar el ataque químico había sido tomada hace una década en Irak por el
fotógrafo Mario di Lauro, el 23 de mayo de 2003, fotografía que muestra víctimas
ocasionadas, además, por el ejército norteamericano.
Y hay más datos. Una información del New York Times de 21 de julio nos daba cuenta de que la Administración Obama decidió no concentrar sus esfuerzos para la búsqueda de una solución diplomática al conflicto de Siria, y dejó en manos de Israel la destrucción de los depósitos de municiones de ese país. Mientras tanto, mercenarios libios de Al Qaeda, que aviones ingleses, norteamericanos y franceses llevaron a Turquía, extendieron la guerra, al tiempo que los servicios secretos occidentales ponían en Damasco las bombas que hacían saltar por los aires a los generales de El Assad.
Por su parte, el Washington Post reproducía un cable confidencial del
Departamento de Estado de EE UU, publicado en el portal Wikileaks, que
demostraba la financiación en secreto por ese país tanto a los grupos de
oposición siria como a una emisora opositora al presidente Bashar, información
que coincide con la denuncia de las autoridades sirias de que el clima de
violencia ha sido generado por la actuación de bandas armadas desde el exterior.
Incluyendo a grupos de Al Qaeda. La gran paradoja de esta crisis es que EE UU se
dispone a derribar a El Assad con el concurso de grupos fundamentalistas
islámicos. O sea: los supuestos autores del derribo de las torres gemelas pueden
estar combatiendo, a corto plazo, codo con codo con los soldados
norteamericanos, situación que ya ha despertado malestar en el ejército yanqui.
La machacona manipulación informativa puede conducir, si no lo evitamos, a una nueva guerra de agresión imperialista, con el sacrificio, como siempre, de la población civil inocente. Mi admiración, pues, para esos cientos de personas, que, apostadas en las afueras de Damasco, se aprestan a denunciar este nuevo crimen, constituidas en escudos humanos.
EE UU lleva tiempo planeando esta guerra, con
varios objetivos: debilitar al aliado estratégico de Siria, Rusia; amenazar a
Irán (¿próxima crisis?); garantizar la seguridad del Estado de Israel y, de
paso, consolidar la presencia estratégica norteamericana en la zona.
En mi último artículo de primeros de agosto les decía: «El ´avispero´ egipcio y la guerra de Siria no son sino unas piezas más del engranaje diseñado para consolidar la presencia estratégica de EE UU en la región». Tras los acontecimientos de este verano en Siria, los hechos vienen a darme la razón. Y una vez más, como en todas las guerras, la gran sacrificada es la verdad. En la medida en que los medios de comunicación no hacen sino reproducir una interesada versión de los hechos, es bueno ´bucear´ en la red. Y, gracias a Internet, sabemos, por ejemplo, que el informe de cuatro páginas presentado por los servicios de inteligencia de EE UU respecto del uso de armas químicas por Bashar El Assad no contiene ninguna prueba consistente. Vladimir Putin, que no es precisamente santo de mi devoción, llegó a decir que si EE UU disponía de dichas pruebas debería haberlas presentado ya a los inspectores de la ONU y al Consejo de Seguridad. Se ha sabido que los obuses cargados con material químico salieron de territorio ocupado por los rebeldes. Insurgentes sirios de Ghonta afirmaron que ellos fueron los únicos responsables de la masacre del pasado 21 de agosto, al manipular erróneamente los obuses que les había proporcionado el jefe de la inteligencia saudí, el príncipe Bandar Bin Sultan.
Y hay más datos. Una información del New York Times de 21 de julio nos daba cuenta de que la Administración Obama decidió no concentrar sus esfuerzos para la búsqueda de una solución diplomática al conflicto de Siria, y dejó en manos de Israel la destrucción de los depósitos de municiones de ese país. Mientras tanto, mercenarios libios de Al Qaeda, que aviones ingleses, norteamericanos y franceses llevaron a Turquía, extendieron la guerra, al tiempo que los servicios secretos occidentales ponían en Damasco las bombas que hacían saltar por los aires a los generales de El Assad.
La machacona manipulación informativa puede conducir, si no lo evitamos, a una nueva guerra de agresión imperialista, con el sacrificio, como siempre, de la población civil inocente. Mi admiración, pues, para esos cientos de personas, que, apostadas en las afueras de Damasco, se aprestan a denunciar este nuevo crimen, constituidas en escudos humanos.
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