Decenas de miles de personas
reivindicaron, el pasado jueves en las
calles de Cartagena, la continuidad de
ese centro como segundo hospital de referencia de la ciudad.
Diego
Jiménez/Murcia.- Convocadas por la Plataforma ‘En Defensa de la
Sanidad Pública’ de Cartagena, decenas de miles de personas (cerca de 40.000,
según los convocantes) recorrieron el pasado jueves, día 19, las principales
calles de esta ciudad para reivindicar la continuidad del Hospital del Rosell.
La manifestación ciudadana, la segunda marea humana convocada por este motivo,
iba encabezada por pancartas con las leyendas ‘”Salvemos el Rosell. Por una
Sanidad Pública y de calidad”, “La Sanidad no se vende, se defiende” y “El Rosell
al cien por cien”, tras las que se
situaban miembros de las organizaciones convocantes y destacados políticos
regionales.
Entre los manifestantes estaban, entre otras personas, el
diputado regional de IU, José Antonio Pujante,
el secretario general del PSRM-PSOE, Rafael
González Tovar, así como y las diputadas del PSOE en la Asamblea, Begoña García Retegui y Teresa Rosique. También pudimos ver a los
secretarios comarcales de UGT y CC. OO, Fulgencio
Andreu y Juan Pedro Martínez,
así como al secretario regional de la UGT, Antonio
Jiménez. Me comunicaron que estaban presentes, asimismo, todos los ediles
de la oposición en el ayuntamiento de Cartagena, así como el secretario general
del Partido Cantonal y colectivos como Democracia Real. Decenas de personas
venidas de Murcia contribuyeron también a consolidar una auténtica marea humana
que terminó por llenar el Paseo de Alfonso XIII, pues mucha gente se fue
sumando a la comitiva.
La manifestación había arrancado de la plaza
del Ayuntamiento de esta ciudad para enfilar las plazas de Castellini y Puertas
de Murcia, en dirección, por las calles Santa Florentina y Ángel Bruna, hacia
el Paseo de Alfonso XIII, en donde se ubica ese hospital amenazado de cierre. Las personas
manifestantes hicieron una parada, a la altura de la Asamblea Regional, lugar
en que Ginés, megáfono en mano, tras
afirmar que esa manifestación constituía el “repunte” sobre la reivindicación
del hospital y congratularse por la presencia de varias cadenas de TV que
cubrían el evento, dijo literalmente que “era el momento de hacerles ver a
quienes nos gobiernan que aquí, en esta Asamblea, tanto en 2009 como en 2010,
dijeron que iban a dejar el Rosell como un hospital independiente, cosa que no
han cumplido”.
En el transcurso de la marcha
se corearon eslóganes pidiendo la dimisión de la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, del gerente del
Servicio Murciano de Salud, José Antonio
“Alarcón, y de la consejera de
Sanidad, la cartagenera María Ángeles Palacios,
así como otros tales como “Que no, que no… que no queremos pagar su deuda con
la Salud y la Educación” y “El Rosell al cien por cien”.
Según nos informó Ángel Sánchez, miembro de la Plataforma
y del colectivo Democracia Real (DRY), la intención de la Consejería de Sanidad
es dejar en el Rosell sólo una unidad de cirugía mayor y otra de contusionados,
además de una de pluripatológicos, trasladando las urgencias al hospital de
Santa Lucía. Por su parte, Pepe Ros
me confirmó el traslado de la unidad psiquiátrica el nuevo hospital de Santa
Lucía y afirmó que la Consejería trata de guardar la apariencia del
mantenimiento de ese hospital con el hecho de haber llenado una planta con
enfermos del antiguo Hospital Naval de Tentegorra, hoy cerrado.
Al término de la manifestación,
y en las escaleras de acceso a la puerta principal del hospital, María José Marín procedió a la lectura
del manifiesto ante las miles de personas allí congregadas, entre gritos
constantes de “El Rosell no se cierra”.
María José dijo, entre otras cosas, que “ahora nos quieren dejar sin un
hospital que ha sido estandarte sanitario y patrimonio común de todos los
cartageneros”. Continuó afirmando que “con engaños y subterfugios, la
Consejería de Sanidad, dirigida paradójicamente por una cartagenera, ha ido
desmantelando poco a poco este hospital, incumpliendo su promesa de convertirlo
en el segundo de referencia de Cartagena”. Denunció que “hoy nos amenazan con
quitarnos las urgencias, junto con otros servicios complementarios, sin tener
en cuenta la gran densidad de población que atiende este hospital, pues acoge a
enfermos de los municipios de La Unión, Mazarrón y Fuente Álamo, además del
turismo de la zona”. Se preguntó: “¿Qué nos ofrece la Consejería a cambio?”,
para pasar a exponer que tratan de vaciar de contenido ese centro para
convertirlo en una residencia-ambulatorio deficiente, abierta sólo hasta media
tarde. “Hoy estamos aquí muchas personas, trabajadores, vecinos, usuarios, con
distintas ideologías, pero unidas en un propósito común: salvar el Rosell
[gritos de el Rosell al cien por cien]”. Continuó afirmando que no se trata de
una cuestión de enfrentamiento político, sino de la defensa de los derechos de
las personas usuarias de este servicio, según estipula la Constitución
española. “No más mentiras ni excusas baratas –dijo- . Debe cumplirse el
compromiso adquirido en la Asamblea Regional en 2010 de que el Rosell sea el
segundo hospital del Área de Salud de Cartagena, con los servicios básicos de
un hospital integral”. Con el grito de “¡Salvemos el Rosell!” terminó su
alocución, entre los aplausos de las personas asistentes.
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